{/source}” alt=”Entre la cobardía y la perfección” />
Por Simón Klemperer. Argentina llegó a la final del Mundial. Casi sale campeón y nos hace a todos más felices de lo que la felicidad misma podía imaginar. Sin embargo, esa cosa llamada alegría quedó relegada a un ámbito externo a la cancha misma. Adentro había otra cosa un poco más triste.