Desde el Palacio Miraflores en Caracas el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el 16 de septiembre algunos de los acuerdos logrados en la Mesa Nacional de Diálogo por la Paz. Esta mesa es celebrada junto a una fracción de la oposición y abre un diálogo público con propuestas concretas de ambas partes.
Por Raul Palencia
La Mesa Nacional de Diálogo por la Paz se realizó en el palacio de Miraflores el 16 de septiembre y contó con la presencia de una delegación del Gobierno en donde estuvo presente la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, el vicepresidente de comunicaciones, Jorge Rodríguez y el Canciller de la república, Jorge Arreaza. Del lado de la oposición estuvo una fracción compuesta por distintos representantes de partidos políticos: Felipe Mujica, Partido MAS. Luis Romero,Partido Avanzada Progresista (AP). Timoteo Zambrano, Partido Cambiemos, Claudio Fermín, Partido Soluciones para Venezuela y Pedro Véliz, Partido Bandera Roja.
“El paso que se da con esta firma de acuerdos con una fracción aunque minoritaria, marca una avance en la agenda más urgente del país”. Este diálogo busca traccionar otros actores que puedan sumarse a construir una serie de pasos para alcanzar la paz, que esté por fuera de la estrategia de los Estados Unidos quienes buscan establecer un gobierno paralelo, atropellando la democracia y la soberanía del país. “Esta otra fracción -que en febrero de este año, acompañó la autoproclamación de Juan Guaidó- hoy se encuentra sin capacidad de convocatoria ni fuerza a nivel nacional pero sigue siendo la cara visible, a nivel internacional”. Como continuidad a este plan del sector más aferrado al pentágono, el país ha sido sometido al sufrimiento de apagones, desabastecimiento y traumantes incertidumbres.
Alcances y límites de los diálogos
Los diálogos realizados en Oslo, Noruega y luego en la isla de Barbados, auspiciados por el mismo gobierno lograron sentar a los sectores de la oposición más cercanos a Juan Guaidó y por ende a los más alineados a Estados Unidos. Estos intercambios fueron una continuidad de sus agendas: La oposición busca -bajo la consigna cese a la usurpación y la petición de elecciones libres- que el Gobierno Venezolano abra la posibilidad para un periodo electoral sin la candidatura de Nicolás Maduro. Por parte del Gobierno Bolivariano la prioridad es el levantamiento del bloqueo por parte del gobierno de D. Trump, que es la principal causa de la crisis para el pueblo Venezolano y la principal presión que utiliza la oposición para acumular fuerza política. Aunque han logrado avanzar en otros puntos, las tensiones y la continuidad de estos diálogos dependerá de la voluntad política de la oposición. Lo cierto es que por parte del sector del llamado presidente interino, no hay capacidad de tomar decisiones ni poner nada en la mesa que no sea autorizado en Washington, su táctica apunta más a continuar construyendo fuerzas con Colombia y amenazando con intervencionismo militares.
Venezuela apuesta la Paz
El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela es quien impulsa esta mesa de diálogo en el país. Desde la Cancillería Venezolana sostuvieron para Marcha “este acuerdo es una expresión más mesa de la voluntad política del Gobierno Nacional por utilizar el diálogo como mecanismo político para la resolución de conflictos, en ese sentido es positivo en cuanto oposición y gobierno puedan sentarse a dialogar ante las diferencia”. Para la Cancillería Venezolana el principal riesgo de este contexto es “que hay sectores dentro de la oposición que no reconocen al gobierno nacional como un actor con el cual hay que sentarse a dialogar” y advierten “es la oposición quien justamente ha seguido apostado las medidas violentas y es el sector que cerró una vez más el diálogo facilitado por el Gobierno de Noruega”. Inclusive recuerdan que “en plena mesa de diálogo han apostado a la sanciones que le Gobierno estadounidense le ha impuesto al pueblo Venezolano y la reciente activación en el marco de la OEA del convenio interamericano de asistencia recíproca y estas medidas siempre han venido empujando la posibilidad de un hecho violento y de una confrontación directa”.
Basta con recordar que desde el 2014 la oposición impulsó las guarimbas como una medida de presión directa y desestabilización hacía el Gobierno Venezolano. Luego esta crisis agudizó en el 2017 y como respuesta se generó un proceso de diálogo infértil en República Dominicana. Este recorrido muestra la dificultad de negociación de la oposición quienes también no han promovido diálogos amplios en donde se puedan escuchar las voces de los movimientos populares, quienes han sido los sectores que han dado respuestas concretas a las crisis generadas. Este sector es importante ya que ha sido el pueblo Venezolano quien propone organizadamente, alternativas a las presiones del bloqueo. Estos sectores sufren el acoso de la oposición, como el sector campesino que es acosado por latifundistas que buscan sabotear el proceso de fortalecimiento del aparato productivo.
Por ello es importante valorar los acuerdos generados en este diálogo ya que han podido firmar 6 acuerdos: (1) incorporación del sector del PSUV para ampliar el diálogo y las diferentes voces de los sectores. (2) La conformación de un nuevo consejo electoral para garantizar un período de elecciones. (3) conformar una comisión de la verdad que pueda exhortar a la justicia a tomar medidas con los detenidos. (4) La defensa de la Guyana Esequiba. (5) Rechazo y levantamiento inmediato de la sanciones económicas, y (6) instrumentar un programa que permita el intercambio de petróleo por alimentos y bienes necesario.