En el marco de las elecciones regionales en Venezuela, nos preguntamos por el lugar de las mujeres y disidencias en la Revolución Bolivariana. Para eso, hablamos con Niedlinger Briceño del Feminismo Comunal. Ella es del Frente Cultural de Izquierda y de la Colectiva Tejiendo de la Comuna “5 de Marzo, Comandante eterno” ubicada en el valle Caracas, Venezuela.
Por Camila Parodi
¿Cuál es lugar de las mujeres en la Revolución Bolivariana?
Las mujeres en la Revolución Bolivariana somos las principales voceras en los Consejos Comunales, somos las que movemos de alguna forma la organización comunal. Sin embargo, es necesario decir que esto, pues se convierte en una jornada de trabajo más ya que se suma a la sobrecarga de trabajo que tenemos las mujeres en Venezuela y en el mundo. Esto no quiere decir que esta participación nos convierta en las principales en la de toma de decisiones ya que la tienen principalmente los compañeros o los hombres en este caso, pero somos las mujeres las que garantizamos, los beneficios y muchos servicios dentro de las comunidades. Por eso decimos que las mujeres venezolanas somos las que sostenemos la Revolución Bolivariana. Sin nosotras no se estuvieran dando muchas transformaciones que se vienen dando bueno desde desde el inicio de esta de esta revolución.
Qué propuestas e iniciativas feministas se construyen desde la Comuna y qué lugar tienen las mujeres y disidencias en la política partidaria y, particularmente en estas elecciones.
En la política partidaria, como lo que tiene que ver específicamente con estas elecciones, que son de gobernación, alcaldías y concejales. Las mujeres son las que movilizan la mayor cantidad de votos en los territorios, ellas son las que las que obviamente hacen el trabajo previo de politizar, de ir casa por casa. Para preguntarse con la comunidad ¿Por qué es necesario votar? ¿Por qué no nos podemos quedar sin votar? ¿Qué significa tener una elección? Nos costó conquistar a nosotras las mujeres este lugar, pero tenemos que ejercerlo para poder tomar decisiones, para poder exigir, para ser parte de ese hacer cotidiano de la política en nuestros territorios. Entonces, nosotras somos las que movilizamos la mayor cantidad de personas en estos territorios y, por eso, es súper importante nuestra participación en estas elecciones y en todas las elecciones que se que se vienen dando desde hace un tiempo acá en Venezuela
¿Cuál es el lugar de las mujeres y las disidencias en la vida cotidiana afrontando el bloqueo económico?
La guerra económica y mediática nos ha afectado muchísimo y de muchas maneras, como lo es la violencia económica y la violencia simbólica a través de los medios de comunicación masiva. Podemos decir que, en término de medicina, en términos de salud, somos las mujeres las que salimos más afectadas por esta situación porque bueno, somos las que sostenemos el cuidado de la vida. Cuando nos referimos a cuidado de la vida, no es solamente en términos de sostenimiento de la crianza, del cuidado de los niños y las niñas, sino también de los adultos mayores y adultas mayores, personas con discapacidad. También nos encargamos del cuidado de la vida en general y en términos de hacerlo público.
Nos hemos visto muy afectada incluso, al querer adquirir métodos anticonceptivos, que no es posible tenerlo a un precio accesible aquí en Caracas y no hablo solo de pastillas anticonceptivas, sino de implantes de cobres, algo que no tenemos acceso o tan fácil, incluso a los preservativos se consiguen un precio elevado. Entonces nos hemos visto muy afectadas por toda esta guerra, esta crisis económica recae sobre las mujeres.
¿Cómo se organizan ante este escenario?
Desde la Comuna “5 de marzo, Comandante eterno” ubicada en el valle Caracas Venezuela venimos construyendo lo que definimos como “Feminismo Comunal”, es el feminismo que creemos necesario ya que fusiona un poco de feminismo comunitario con el feminismo popular, pero decimos que es comunal porque bueno es un proyecto político, profundamente chavista, que está enraizado con la lucha de clases y que tiene la búsqueda de una vida digna para todas las mujeres.
Son las mujeres de los sectores populares las que se ven más más afectadas por toda esta esta guerra económica entonces, en la Comuna 5 de marzo construimos el feminismo comunal y desde ahí impulsamos lo que llamamos la comuna antipatriarcal que hace parte de la Unión Comunera que es, justamente, la unión de comunas productivas a nivel nacional que se juntaron para pensarse para hacer un intercambio para ver cómo se pueden contribuir. Desde ese espacio nos preguntamos cómo sería vivir en una comuna, en un territorio libre de violencias machistas de manera que primero mínimamente que no nos asesinen, que tengamos capacidad de responder a situaciones de violencia que tengan compañeras, niños y niñas en el territorio.
Desde las organizaciones feministas comenzaron la “Ruta verde” para la despenalización legal y social del aborto ¿En qué consiste esa iniciativa? ¿Cómo llega a las zonas rurales ese tipo de debates y cómo se lo aborda?
La “Ruta verde” es una campaña que nace gracias a la articulación de feministas a nivel nacional, o sea, en Venezuela existe una articulación que lleva mucho tiempo de encuentros entre varias organizaciones con distintas corrientes feministas, pero que nos juntamos como con un objetivo en común para poder impulsar ciertas acciones. Entonces, este año nos juntamos en la “Ruta verde” y salimos a marchar el 28 de septiembre. El objetivo de esta ruta es que se despenalice tanto legal, jurídicamente como socialmente el tema del aborto. Nos parece que es algo que tiene que llegar a todos los rincones del país así como a los sectores populares, a los sectores rurales y urbanos para poder despenalizarlo.
Primero, socialmente porque hay mucho tabú al respecto. Yo creo que las religiones han estado impidiendo que se den estos diálogos en en muchos espacios, en las escuelas, en las instituciones pero estamos yendo con un trabajo fuerte para poder despenalizarlo socialmente. Sabemos que tiene que ver con lo que pasa por nuestra cultura por nuestras raíces, entonces, el tema es cómo desaprendemos para poder ganar más derechos para nosotras las mujeres. Es un tema con el que tenemos mucho cuidado, penamos los códigos, el lenguaje que utilizamos porque sentimos que podemos alejar a compañeras. Entonces vamos hablando de salud sexual y reproductiva, vamos hablando si ser madre o no, la maternidad sacrificada como una sobrecarga de trabajo, vamos hablando de de todos estos temas que son como una introducción para poder entrar realmente con el tema de la despenalización del aborto. Es un trabajo que estamos haciendo lento pero creo que va a dar unos resultados bastantes positivos a la transformación social de movimiento de mujeres aquí en Venezuela.
En ese sentido, ¿Cuáles son las propuestas desde el Feminismo Comunal?
Encaminadas en estas reflexiones y en lo que estamos construyendo con y para las mujeres de los sectores populares. Ahorita específicamente en la Comuna Cinco de marzo comandante eterno vinimos trabajando la ruta de las cayenas que tiene que ver con salud sexual y reproductiva. Esto implica que hablemos de la sexualidad en su máxima expresión, del autoconocimiento de nuestro cuerpo y la relación con nuestro cuerpo, con nuestra sangre menstrual, cómo no relacionamos con otras compañeras y compañeros, hablamos de placer y también de responsabilidad.
Además, estamos en la implementación de métodos anticonceptivos, como el implante del brazo que es hormonal y también en la té de cobre (DIU) entonces estamos priorizando a compañeras adolescentes. Evitar los embarazos precoz y la incidencia de la ruta verde que viene viene avanzando cada vez más en el en el territorio. Estas prácticas, tienen que ver con la defensa de nuestros derechos como mujeres, el acompañamiento mujeres en situación de violencias, el estudio de la ley sobre el derecho de la mujer a una vida libre de violencias que si bien es un instrumento que hemos conquistado y que se aprobado en revolución, no queremos que se quede como letra muerta sino que se ejecute y que nosotras las conozcamos para que podamos exigir la defensa de nuestros derechos. Tenemos atención psicológica, formación para niños y niñas, hacemos acompañamiento legal porque sabemos que el sistema jurídico y legislativo en Venezuela tiene mucha fallas, le falta sensibilización.