Por Farelis Silva
Durante estos días, donde la atención ha estado centrada en el Covid-19, el Gobierno Bolivariano en una tarea de responsabilidad social ha decidido tomar medidas de aislamiento preventivo en tiempo récord con respecto a la situación de alarma y posibilidades de contagio. Lograr atajar preventivamente la expansión de este virus en su población es una tarea de cuidados dentro de un sistema de salud que tiene por orden, primar las medidas preventivas, antes que interventivas en materia de salud, esta es una interpretación distinta que busca generar bienestar a la población, y no seguir con el vaciamiento al sistema publico de salud que la derecha regional ha tomado como política en sus Estados, sino revertir la pirámide de atención, colocando mayor énfasis en lo preventivo y no sobrepoblar el sistema de atención en salud, que es un sector que ha sido perjudicado por el bloqueo que enfrenta el país bolivariano.
Este Gobierno, junto al de China y Cuba, han desarrollado otras estrategias sanitarias para el bien común. Pensar en el bienestar y la alimentación como medidas primordiales y preventivas en el sistema de salud, da una estocada frontal a las medidas globales del sistema mercantilista en materia sanitaria, que cada vez invita a comprometernos más con los fármacos y la atención médica clínica. Siendo esto un revés al sistema macro económico mundial, queda comprometido y en evidencia las antítesis en materia de políticas sanitarias, pues en este lapso breve de tiempo el gobierno Bolivariano, bien ha brindado estrategias de cuidados a su población en general. En primera instancia generando campañas del correcto saneamiento y las distintas formas y productos para el uso cotidiano, la protección de las vías respiratorias, los cuidados el lugares comunes o de atención sanitaria. Ademas de brindar otras estrategias en materia social, como clases dictadas en la televisión pública, distintas actividades para nutrir la cotidianidad de la comunidad en general, estando en casa. Estrategias para el bienestar de la sociedad, más allá de la alerta sanitaria por el Coronavirus.
La responsabilidad del Gobierno, ha sido evidenciada ante el escenario internacional, por lo que distintas personalidades han propuesto que se levante el bloqueo económico. Siendo de avanzada las estrategias de cuidados preventivos ante otros países, que tienen por preferencia una economía solvente por encima que la solvencia de vidas de sus conciudadanos, esto ha quedado en inoportuna evidencia. El reconocimiento de organizaciones Internacionales de la Union Europea y la OEA, que sostienen la opinion global de potencias mundiales, no forman más que un atentado ante la disputa que el gobierno de Donald Trump quiere sostener sobre la opinión publica de Venezuela. No es más que eso esta nueva cacería de brujas que intenta resituar a Venezuela y su socialismo, como una amenaza inusual y extraordinaria, como bien ya fue señalado en el 2015 por el poder ejecutivo de los EEUU.