¿Cuál es el verdadero objetivo de la creciente militarización de los barrios humildes del Conurbano bonaerense? ¿En cuánto el Estado es responsable por las acciones de las y los integrantes de las fuerzas represivas que no parecen estar preparados para incursionar en estos territorios?
El parque municipal General Manuel Belgrano colinda con el Barrio La Fe que es un barrio construido a partir de las tomas de tierras de las que participó Darío Santillán, el militante piquetero asesinado por la Policía Bonaerense en junio de 2002. En La Fe viven aproximadamente cinco mil personas, población que en su mayoría es de procedencia humilde y sus condiciones de vida muy precarias. Si bien las tierras tomadas fueron transformadas en hogares, a pesar de ello, las vecinas y los vecinos aun no cuentan con las escrituras correspondientes. La energía eléctrica, por ejemplo, no es provista por la empresa Edesur por no figurar como barrio en los mapas lo que lleva a que sus habitantes deban engancharse a los cables cercanos, que a su vez casusa una sobrecarga de las centrales que produce altas y bajas de energía. Al igual que con los desagües, no dan abasto y a veces la basura hace que se tapen por lo que cada vez que llueve copiosamente el barrio se inunda de manera alarmante.
¿No será necesario un cambio de prioridades antes que instalar una fuerza militarizada en un barrio humilde? ¿En cuánto la discriminación de clase no permite analizar las consecuencias de la política represiva? ¿En cuánto el ejercicio de poder de ´las botas´ se va a seguir traduciendo en violencias de género?
Nota central:
Un gendarme violó a una menor en Chingolo: militarización y patriarcado