Mañana se realizará la segunda vuelta que definirá quién presidirá el Perú y Gahela Cari, política y activista trans, llama a realizar un voto crítico a favor de Pedro Castillo, el candidato de Perú Libre. ¿Qué significa esta llamada y qué está en juego en estas elecciones históricas?
Por Maru Waldhüter y Laura Salomé Canteros
Elecciones en Perú: deudas históricas, polarización y voces trans que importan. ¿Pueden los modelos neoliberales subsistir con el motor del odio? ¿Pueden las propuestas de cambio ser conservadoras? Mañana, quienes vayan a las urnas en el país andino, decidirán quién estará al frente del Ejecutivo. Las opciones vuelven a poner a quienes llevan propuestas feministas y LGBTIQ+ en una encrucijada, ya que tanto Pedro Castillo Terrones (Perú Libre), como Keiko Fujimori (Fuerza Popular), se manifestaron contra el derecho a decidir y el respeto a la identidad de género.
La primera vuelta se realizó el 11 de abril y quienes ejercieron su voto, lo hicieron en 2.724.752 por Pedro Castillo Terrones por Perú Libre y en 1.930.762 por Keiko Fujimori de Fuerza Popular, lo que anuncia una definición voto a voto. Ante este panorama, dialogamos con Gahela Cari Tseneg Contreras, activista trans y ex candidata legislativa de Juntos por Perú, el espacio que candidateó como presidenta a Verónika Mendoza, quien en los medios y en las redes llamó a realizar un “voto crítico” por Castillo. Dos preguntas, dos respuestas para entender por qué seguirán en la lucha.
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– ¿Qué está en juego en estas elecciones?
El destino del país, ya que lamentablemente hay dos opciones en segunda vuelta que no garantizan los derechos de toda la ciudadanía.
Por un lado, la propuesta encabezada por la Señora K (Keiko Fujimori) y su banda criminal que busca seguir profundizando este modelo económico que ha generado miseria, pobreza y dolor; un modelo económico que ha servido para profundizar las desigualdades, darle beneficios tributarios y económicos a quienes más tienen y perjudicar a quienes menos; un modelo económico que se ha sustentado en los hombros de lxs más pobres de este país, quienes viven en condiciones de explotación pero también en los hombros de las mujeres que mueren víctimas del feminicidio y de las personas LGBTIQ+ que mueren producto de crímenes de odio. Ese modelo económico es el sistema capitalista extractivista y patriarcal. Un modelo que les permite seguir cometiendo delitos, actos de corrupción y atropellos con total impunidad. El fujimorismo que hoy pretende alzarse como la insignia de la democracia, se ha ocupado de pisotearla de manera constante y permanente durante todos estos años y hoy pretenden decirnos que votar por el fujimorismo es votar por la democracia; sin embargo, es antisocial y cada vez que ha sido de su antojo, ha pisoteado las libertades persiguiendo periodistas críticxs, asesinando estudiantes y líderes sociales y esterilizando mujeres indígenas en contra de su voluntad. El fujimorismo es el más grande enemigo de la democracia. La Señora K (Keiko Fujimori), es la más grande amenaza para el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTIQ+ y mujeres indígenas, afros y pobres. Recordemos cómo la bancada mayoritaria fujimorista obstaculizaba todas las propuestas legislativas a favor de la vida de las mujeres y las personas LGBTIQ+ por órdenes de la Señora K. Se opusieron al enfoque de género e interpelaron ministros por intentar implementar políticas públicas para educar en igualdad, políticas que hubieran servido para prevenir situaciones de discriminación y violencias. El fujimorismo es desprecio por la vida de las personas LGBTIQ+ y de las mujeres; por eso, son el enemigo más grande.
Por otro lado, tenemos una alternativa de cambio (Pedro Castillo), que no refleja ni recoge todas las luchas de nuestros pueblos; una propuesta que sigue girando en un anillo conservador, por eso las personas LGBTIQ+ y las mujeres y la ciudadanía en general deben mostrarse vigilantes. Entonces, nos toca entender que los cambios no van a caer del cielo. El machismo y la transfobia en el señor Castillo, son el resultado del desconocimiento; él no entiende que los feminicidios son un resultado del machismo, una consecuencia de la ausencia de políticas públicas para garantizar una vida libre de violencias, de políticas públicas que nos permitan prevenir situaciones de discriminación y violencia de género contra mujeres y personas LGBTIQ+ por orientación sexual e identidad de género.
Por eso, desde mi posición planteo un voto crítico por el señor Castillo porque tengo claro que el fujimorismo es la mayor amenaza para la democracia. El señor Castillo no ha gobernado, con él tenemos muchas dudas, pero a pesar de su machismo y transfobia, ha firmado un compromiso para respetar a las minorías y a todas las personas. Ha suscrito a un acuerdo que reconoce la lucha por la igualdad y no discriminación aunque eso no nos garantiza que un gobierno suyo respete la vida de las personas LGBTIQ+ y nuestros derechos. Castillo no nos va a dar nuestros derechos, para eso, vamos a tener que pelear los en las calles, en nuestros hogares, centros educativos y laborales. Nos tocará seguir luchando con coraje y alegría pase lo que pase. Quienes luchamos por derechos tenemos la obligación de juntar nuestras voces, unir nuestros corazones y pelear con más coraje.
– ¿Qué significa el voto crítico a Pedro Castillo?
Significa que si gana (Pedro) Castillo, no me voy a quedar sentada a ver cómo los cambios caen del cielo; o como el señor nos da o nos quita derechos. El voto crítico a Castillo significa que voy a pelear con más coraje y alegrías para que estén los cambios positivos en este país; significa que voy a seguir enfrentando el machismo, la homofobia, la transfobia y todas las formas de discriminación, vengan de dónde vengan, así sean del machismo de militantes de derecha o de izquierda.
Significa que voy a enfrentar las políticas públicas que pretenden recortar derechos de las mujeres y las personas LGBTIQ+, significa que no voy a callarme ni guardar silencio ante cualquier decisión que afecte nuestras vidas y que voy a seguir haciendo política, pedagogía y voy a seguir luchando con amor, coraje, autogestión y alegría para poder construir un mundo en el que podamos vivir y convivir en armonía. Significa que Castillo no me representa pero tengo claro y estoy convencida que es el mal menor frente al fujimorismo; porque la señora cae con toda su banda criminal, porque nos ha demostrado con hechos concretos y objetivos que es la mayor amenaza para la democracia para las mujeres para las personas LGBTIQ+ y pobres. Por eso, mi voto no es un cheque en blanco; mi voto es crítico, no me he callado ante ninguna declaración o acción que atente contra la vida de las mujeres, de las personas LGBTIQ+ indígenas y pobres en este país.
He condenado y rechazado cada una de las declaraciones y acciones que atenten contra nuestras vidas y nuestros derechos; porque luchar por la igualdad es un acto permanente, y porque nuestra lucha no se termina en las urnas. Si queremos un panorama distinto para el 2026, tenemos que restar procesos, construir organización, militar en partidos políticos para poder gestar cambios, para poder tener propuestas feministas y candidatas feministas en las próximas elecciones. Eso no cae del cielo, se construye, por eso seguiré militando con coraje, alegría y mucho amor.