Mientras se prolonga la cuarentena con el propósito de cuidar la salud, el extractivismo no se toma descanso. Si lo importante es la salud, ¿por qué nos siguen envenenado?
Por Vivian Palmbaum / Foto Pablo Piovano
Las asambleas ambientales de todo el país siguen llamando la atención sobre las disposiciones del gobierno que, aun en cuarentena, continúan favoreciendo al modelo de producción extractivo, como la minería y las desforestaciones masivas.
“Si lo importante es la salud, no nos envenenen”, afirman desde las distintas asambleas del país. Este llamado de atención surge frente a la disposición firmada dentro del Mercosur por el canciller Felipe Solá que reduce los aranceles para la importación de insumos para agrotóxicos.
Se trata de una rebaja del 2% en los aranceles para la importación de los compuestos monoisopropilamina y sus sales y la dimetilamina. Ambos se usan en grandes cantidades para la producción de agrotóxicos. Los medios vinculados al agronegocio destacan la medida. Desde las asambleas, retrucan que “quienes se benefician son las empresas que nos enferman”. En Argentina se rocían, por año, 500 millones de litros de agrotóxicos.
El favor de Felipe Solá al agronegocio es de larga data, cuando en el año 1996 autorizó a Monsanto a que comenzara a operar en el país. Su protagonismo actual en el área ha llevado a la mesa de enlace a un pedido de entrevista con el Ministro de Relaciones Exteriores en lugar del Ministro de Agricultura.
“Actividades esenciales”
Al mismo tiempo que se extiende la cuarentena con el objetivo de proteger la salud de la población se favorecen actividades que envenenan, contaminan nuestros suelos y los cursos de agua.
El 2 de abril se publicó en el Boletín Oficial la ampliación de actividades esenciales. La Decisión Administrativa 450/2020 incluye dentro de éstas a las fumigaciones y actividades vinculadas con la producción, distribución y comercialización forestal y minera.
El rechazo a estas disposiciones no se hizo esperar y las asambleas ambientales y colectivos del todo el país elevaron su voz de alarma. Denuncian también que, a pesar de la cuarentena, continuó el desmonte. Así lo revela Greenpeace, que afirma que entre el 15 de marzo y el 30 de abril se desmontaron 9.361 hectáreas, lo que equivale a una pérdida de unas 200 hectáreas de bosques diarias. Las provincias más afectadas son Santiago del Estero, con más de 4000 hectáreas desmontadas, Formosa con más de 1700, Salta también con 1700 hectáreas desmontadas y Chaco, con más de 1400 hectáreas. La principal causa de los desmontes es el avance de la frontera agropecuaria para ganadería y plantaciones de soja.
Las actividades mineras también fueron consideradas esenciales, por lo que esa industria continuó sin parar. Esto implica el envenenamiento de la tierra, de los cursos de agua y la malversación del recurso hídrico.
Juan Cabandié, a cargo de la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, afirmó hace pocos días ante la comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de la Cámara de Diputados que “el agua vale más que el oro”, reconociendo la contaminación producida por la megaminería y avalándola, al igual que el fracking, como males necesarios.
Un proyecto nacional
En Chubut, una provincia en donde sus habitantes decidieron decirle “No a la minería”, el gobernador Arcioni, mientras los poderes judicial y legislativo duermen, avanza con acuerdos ilegales. El gobierno, que incumple con el pago a docentes, trabajadores y trabajadoras de la salud y empleados públicos, contrató un conocido lobista minero que favoreció el preacuerdo anunciado por la empresa Yemana Gold para la extracción de oro con la participación del grupo IRSA. Esto contraría la consulta popular de 2003 donde el 82% de la comunidad rechazó el Proyecto Cordón Esquel, hoy rebautizado Suyai.
En Salta, la empresa canadiense Barrick Gold anunció que explotará un proyecto minero que lleva por nombre El Quevar, orientado en un 70% a la explotación de plata, plomo y zinc.
Pocos días antes de que se dispusiera la cuarentena, el Secretario de Minería de la Nación, Alberto Hensel, asistió a la Feria Minera de Toronto en Canadá, critican desde la Asamblea “Jáchal No Se Toca”. La cuarentena obligatoria en todo el territorio de la República Argentina no fue un obstáculo para que las minas de oro de Veladero y Gualcamayo, en San Juan, sigan funcionando.
La Madre Tierra
En el último Día de la Tierra, el 22 de abril, Navdanya International, Naturaleza de Derechos y la Fundación Salud de la Madre Tierra – HOMEF, junto con 500 otras organizaciones y redes de 50 países, lanzaron un Comunicado Planetario titulado “Haciendo la paz con la Tierra”.
En el comunicado advierten que “esta pandemia no es un desastre natural, al igual que la crisis de la extinción de especies y los extremos climáticos no son desastres naturales”. Para estas organizaciones, las enfermedades emergentes son causadas por actividades humanas porque la tierra es una red de vida interconectada.
Hacen un llamado a la acción global con un imperativo: “Debemos pasar de la economía de la codicia y el crecimiento ilimitado, de la competencia y la violencia, que nos han empujado a una crisis existencial, y pasar a una ‘Economía del Cuidado’: para la Tierra, para las personas y para todas las especies vivas”.