Tres candidatas de pueblos indígenas de Paraguay luchan por un escaño en el Congreso para defender el acceso a la tierra, los derechos de las mujeres y niñas y sostener la lucha ambiental.
Por Concepción Oviedo
El próximo 30 de abril se celebran las elecciones nacionales en Paraguay y las listas de los partidos están ocupadas principalmente por hombres blancos. En el país de 7 millones de habitantes hay al menos 122 mil personas indígenas, quienes pertenecen a 19 pueblos, distribuidos en más de 600 comunidades. Este año, las candidaturas indígenas representan un 0,2% del total de todo el país, según datos del Tribunal Superior de Justicia Electoral(TSJE). Nueve candidates de pueblos originarios aspiran llegar a Parlamento y 10 a las concejalías gubernamentales. Sólo tres son mujeres.
El gobernante Partido Colorado, con el exministro Santiago Peña como candidato, y la opositora Concertación Nacional, con el también exministro Efraín Alegre como postulante, aparecen como las dos fuerzas en condiciones de quedarse con el triunfo. Existen otros 10 aspirantes al Palacio de López y el país elegirá, además, 45 senadores, 80 diputados y 17 gobernadores, entre otros cargos.
Ángela Salas es del pueblo Ava Guaraní y se candidatea como senadora del Partido Convergencia Nacional del Frente Guasú. Ana Romero es guaraní y es candidata a diputada por el partido de la Alianza Encuentro Nacional, y Tania Vera, ava guaraní, candidata a diputada por el Partido Juventud.
Líderes en sus comunidades
Las tres candidatas comparten una trayectoria luchando por los derechos de las mujeres indígenas y las juventudes en sus comunidades. Conocen muy bien las necesidades de sus compañerxs.
Ángela Sales es oriunda de la comunidad Nueva Esperanza del Distrito de Curuguaty (Departamento de Canindeyu, al este del país). Es coordinadora de la Asociación Kuña Guarani Aty y forma parte de la ANIVID (Articulación Nacional Indígena). Sales es licenciada y docente en Lengua Guaraní. Además tiene maestrías en lengua y en Asuntos Públicos y Gobernabilidad. Es técnica superior en Comunicación para el Desarrollo. Actualmente está cursando un doctorado en Derecho Público y Gobernabilidad.
Ana Romero es una lideresa juvenil del pueblo Guaraní, oriunda del departamento de Boquerón. Actualmente reside en Mariano Roque Alonso, una ciudad situada en el Departamento Central. Es madre y tiene una trayectoria de lucha en organizaciones de base en la lucha por los derechos de los pueblos indígenas principalmente pero también cercana a las luchas populares. Forma parte de la ANIVID y es presidenta de la Unión Juvenil Indígena del Paraguay y recientemente licenciada en Relaciones Internacionales.
Tania Vera es del pueblo Avá Guaraní, oriunda de Canindeyú, es docente y estudiante de Derecho. Forma parte de la Red de Promotores Jurídicos de la CONAPI(Coordinación Nacional de Pastoral Indígena).
Acceso a la tierra como prioridad
“En estos 30 años, en ningún momento en los periodos de elecciones se ha priorizado la agenda de los pueblos indígenas, sobre todo sobre la tenencia y seguridad de las tierras. En estas elecciones estamos representados por mí y por otras compañeras y compañeros indígenas. Sólo esperamos llegar a hacer historia y por sobre todo ir instalando soluciones a largo plazo”, dice Ana.
Ángela añade más puntos a tener en cuenta, “La discriminación de las instituciones estatales por ejemplo. La ausencia de un sistema de protección social integral. En cuanto a restitución territorial no hay casi nada, solamente las políticas se basan e implementan hacia un modelo privatizado, y no hay avances, no hay posibilidad de avance para la restitución de tierras indígenas. En este momento aumentaron las comunidades atacadas por el agronegocio. Hay invasión, despojos, desalojos en diferentes sentidos y ámbitos”.
Ellas además ponen sobre la mesa una realidad que afecta a cada vez más comunidades y familias indígenas: la pobreza extrema. Cuentan que la mayoría de las comunidades no accede servicios básicos, tampoco acceden a educación, oportunidad de mercado, trabajo, sufren la inseguridad alimentaria y la falta de agua. A esto se suman la falta de políticas de protección y atención a la niñez y la adolescencia, como a las mujeres indígenas.
Desafíos y aprendizajes de la política partidaria
Coinciden en que es un desafío candidatearse. Han observado por años cómo las candidaturas reflejan las demandas y necesidades de los 19 pueblos indígenas. Encontes lo consideran como un reto pero también un compromiso con sus luchas junto a sus compañeras y compañeros de organizaciones de base.
“Decidí candidatearme porque estamos en una organización indígena que se llama ANIVID. Ahí con compañeros y compañeras decidimos iniciar un Movimiento Político de los Pueblos Indígenas, en especial de las mujeres. No pudimos concretarlo por falta de recursos económicos y sólo pudimos llegar hasta la mitad de los trámites. El objetivo era tener un movimiento netamente indígena para poder participar mejor y tener una independencia de los partidos tradicionales. Ya que no se dio ese objetivo, tratamos de empezar con el partido que más se nos adecua, el Frente Guasú, que es partido del señor Fernando Lugo”, dice Ángela.
Recordó además que dentro del Frente Guasú les dieron dos espacios en la lista, una para mujer y otra para hombre. Entonces consultó con sus compañeras de la Asociación Kuña Guaraní Aty y con el apoyo de ellas tomó el espacio. “Ellas me dieron fuerzas, me dieron las palabras de aliento para animarme y candidatarme”, afirma.
Cambiar el Congreso
Por su parte, Ana expresa que se candidatea porque cree necesario reformar el Congreso, lugar donde la mayoría de las veces o todas las veces se toman decisiones donde no se toman en cuenta a las personas indígenas ni campesinas.
“Son como 70 años de lo mismo. Yo me sumo como persona, como indígena, como activista, como lideresa, como madre y por todas las identidades existentes. Aportar con experiencia y profesionalismo, no sólo por el bienestar de mi gente sino de cualquier identidad que día a día empodera, acompaña y colabora con otros por oportunidades de mejorar las condiciones de vida que todos merecemos esa vida digna en este Paraguay que habitamos”, señala.
Mientras que Tania, candidata a diputada por el Departamento de Canindeyú, expresa que su objetivo es que haya una opción diferente a los partidos tradicionales. «Como joven mujer e indígena del pueblo Ava Guarani confío en mi capacidad, por eso decidí participar como candidata en estas elecciones, para que exista una opción de cambio y dar voz a los pueblos indígenas de Canindeyu».
Los desafíos con los que se encuentran en la campaña son varios. Uno de ellos es contar con los recursos económicos, la estructura de los partidos tradicionales que tienen un fanatismo muy marcado, como el derechista Partido Colorado.
“Tenemos la conciencia de que muchos ciudadanos indígenas y no indígenas que no quieren apostar a un candidato indigena y he aquí el pensamiento discriminativo que sigue vigente. Aunque se quiera disfrazar de falso apoyo, a la hora de la verdad es otra y esperamos hacer historia en las elecciones”, cuenta Ana.
Propuestas desde los territorios
Ana y Ángela forman parte de la ANIVID, que el 12 de octubre pasado presentó al Estado paraguayo 34 puntos con un plan que pueda responder a las demandas de los pueblos indígenas.
En esta entrevista confirmaron una vez más que hasta la fecha los gobernantes actuales no dieron continuidad al diálogo, a pesar de que cumplieron con priorizar 10 puntos a solicitud de los entes estatales.
“Mi propuesta de gestión en el senado sería que el Congreso tenga la voz del pueblo, la voz de las mujeres indígenas y sería nuestra propuesta impulsar la aplicación del Plan Nacional de Pueblos Indígenas. Es un documento que fue reconocido por resolución del Presidente de la República, pero hasta hoy día no se desarrolla, ni tiene presupuesto. El Plan Nacional fue una recomendación de la ONU para Paraguay, por pedido de los pueblos indígenas”, dice la candidata a senadora.
Para ambas el eje central es el acceso a tierra, la problemática central en el Paraguay, donde el 85 % de la tierra está manos del 2 % de la población.
Algunas propuestas de las candidatas:
- Defensa territorial.
- Apoyar todas las iniciativas de la Secretaría Lingüística.
- Impulsar presupuesto para la ley de educación indígenas.
- Implementación del curriculum en lengua propia de acuerdo a la cosmovisión de cada pueblo.
- Impulsar que las instituciones públicas y la sociedad civil organizada trabaje por la Soberanía Alimentaria.
- Fortalecer la agricultura familiar indígenas y campesina.
- Impulsar el reconocimiento de indígenas en contexto urbano para el aseguramiento de tierras.
- Fortalecer la implementación del sistema nacional de salud para los pueblos indígenas y dotar de mayor presupuesto a la dirección de salud indígena.
- Impulsar proyectos para niñas y adolescentes indígenas.
- impulsar una ley integral para mujeres indígenas y campesinas.
“Por ejemplo, que haya presupuesto desagregado desde el Estado, desde el gobierno para que se pueda trabajar bien en varias temáticas, ya sea territorio, salud, educación, jóvenes, niñez, mujeres. Paraguay no tiene presupuesto desagregado. Hay un presupuesto que se estira de aquí para allá, para hacer alguna cosita con las comunidades y los pueblos indígenas. Esa fue siempre una de las cosas que tuve en mi mente antes de candidatearme”, enfatiza Ángela.
Defensoras ambientales
Por su parte, Tania resalta su interés en la protección integral de la niñez y la adolescencia.”Hoy por hoy en Paraguay la falencia es la protección, no estamos pudiendo resolver y van en aumento embarazos a temprana edad. Hay niños en situación de calle. Todos los programas no se realizan como deberían realizarse y por experiencia propia como organización civil hemos hecho bastante, que son pequeñas acciones que se pueden agrandar estando en el Congreso”.
Agrega que quiere trabajar en la política ambiental, teniendo en cuenta que este año se realiza la renegociación de la Hidroeléctrica de Itaipú. “Las crisis climática, la deforestación, la sequía; todas esas cuestiones que también se deben trabajar dentro del Congreso y principalmente para los sectores más afectados, como comunidades chaqueñas y otras más. Por sobre todo hacer cumplir el rol de la cámara de diputados que es velar por el control y la transparencia del gasto público”.
Tania y Angela enfatizaron en la importancia de un proyecto de Ley para la creación de escaños reservados para pueblos indígenas, y de esa forma garantizar lugares en el parlamento para la participación política de indígenas.
Sobre la situación de las niñas y mujeres
Las candidatas Ana y Ángela hablan de que es necesario que las mujeres jóvenes y adultas puedan ser líderes de las comunidades y no solo ser cabeza de hogar, madres, sino también ser representantes, dirigentes políticas en la toma de decisiones.
“Hay mucho que hacer desde las comunidades indigenas. Hay que trabajar desde la base, desde la familia, desde la comunidad e ir avanzando en otros espacios sobre los derechos de las mujeres. Como sabemos, en las comunidades hay mucho machismo, mucha discriminación y eso mismo afecta a las mujeres, en su autoestima. A las mujeres se le ve como objeto, como sirvienta que tiene que estar en su casa cuidando a sus hijos, administrando alimentos para todos, sin poder reunirse, sin poder ir a estudiar, sin poder hacer algún curso. Hay algunos pueblos que ven todavía a las niñas como mujeres y eso es toda una lucha entre nosotros los pueblos indígenas y después en otros espacios hacer respetar los derechos de las niñas especialmente, que sean niñas, que sean adolescentes, que sean jóvenes con derechos”, dice Angela.
“Existen hoy muchas niñas con sueños, esperanzas de ser personas como otras, no simplemente ser madre a los 10 años de edad, cabeza de hogar”, dice Ana.
“Si no llegamos a donde queremos, entonces va a ser una experiencia para seguir construyendo una participación política de los pueblos indígenas”, finaliza Ángela.
*Publicada originalmente en Presentes.