Hoy se celebra el Día Mundial del Agua para llamar la atención sobre el cuidado de un recurso indispensable para la vida. Este año se realizan movilizaciones en todo el país por la emergencia climática para presionar a las autoridades a impulsar medidas de protección de la vida.
Por Vivian Palmbaum | Foto: No a la mina
El agua es un recurso no renovable. El agua es el recurso natural más importante, no hay posibilidad de vida sin agua. Por eso el acceso al agua es reconocido como un derecho humano. También lo han entendido las corporaciones y los fondos especulativos, por eso cotiza en bolsa. El dominio de este recurso implica poder controlar la vida.
Este año, en el Día Mundial del Agua, se realizarán movilizaciones en todo el país para despertar consciencia, para darle visibilidad a la emergencia climática. Frente al Congreso Nacional se realizarán distintas actividades, incluida una sentada y un verdurazo y luego la Marcha Plurinacional por el Agua con destino a Plaza de Mayo bajo la consigna “Ante la depredación ambiental, movilización popular”. Diferentes organizaciones sociales, territoriales, culturales, trabajadores de la tierra y otras se unen frente a la emergencia que se siente en cada territorio.
Desde la Marcha, en un comunicado bastante crítico, afirmaron que “este documento se inició durante el gobierno de la Alianza Cambiemos y se actualiza hoy, a más de un año de iniciado el del Frente de Todos. Durante este tiempo hubo más continuidades que cambios en temas ambientales y se profundizó el extractivismo”.
En los distintos territorios se multiplican asambleas que se organizan para la protección y defensa de las problemáticas derivadas del modelo de producción extractivista que impuso el neoliberalismo que se desentiende de la vida.
Aún no se apaga el calor de las llamas que brotaron de la codicia, la negligencia y el abandono que arrasaron la Comarca Andina, produciendo el peor incendio que se recuerde en la zona. La catástrofe, sin embargo, puso en evidencia los lazos sociales que son el fuego que sostiene, y que viene resistiendo la instalación del proyecto de megaminería.
La vida está en disputa, porque sin agua no hay posibilidad de sobrevivir. Pero solo con el agua no alcanza, porque si está envenenada tampoco vale. Apenas hace unos días se detectó glifosato y otros contaminantes en el agua de cuatro escuelas rurales en Mar del Plata. La situación se repite en 15 escuelas rurales de Tandil y en las escuelas de todas las zonas rurales del país. Las derivas de los agrotóxicos se hacen presentes silenciosamente, así lo atestiguan la proliferación de enfermedades. Sin embargo, los Estados se desentienden de las consecuencias de este modelo depredador que impulsan en nombre del espejismo del desarrollo.
Humedales amenazados por las mineras, pueblos originarios que pelean por una gota de agua, lagunas que se drenan para convertirse en tierra agroganadera, agua con cianuro, lagos, ríos y napas contaminadas. Incendios, contaminación, inundaciones, privatización, minería, fracking, cianuro, enfermedades son algunas de las palabras que contiene el agua.
Desde la Marcha Plurinacional este 22 de marzo le dicen NO al modelo capitalista extractivista y afirman: “Caminamos por el agua, para defender la vida y los derechos, el respeto a la cultura y la cosmovisión biocéntrica de los pueblos indígenas y para hacernos escuchar a nivel nacional e internacional”.