El indígena Paulo Paulino Guajajara fue asesinado por madereros el viernes último (1º) en la región de Bom Jesus das Selvas, en el estado de Maranhão. Paulo, que también era conocido como “Lobo Mau” [Lobo Malo], integraba un grupo de agentes forestales indígenas conocido como “Guardiões da Floresta” [Guardianes de la Selva].
Por Brasil de Fato
Según información de instituciones, el grupo habría sido emboscado dentro de su propio territorio, entre las aldeas Lagoa Comprida y Jenipapo, en el Territorio Indígena Araribóia. Paulo habría sido asesinado con un tiro en el rostro después de una “intensa confrontación”. El cuerpo de Paulino habría permanecido un largo período en el lugar de su muerte por imposibilidad de ser retirado, debido a la situación de violencia contra los indígenas en el área.
Otro guardián, Laércio Guajajara, fue herido y está hospitalizado en situación estable. Uno de los madereros que realizaron la emboscada también habría muerto – el cuerpo sigue desaparecido. La Fundación Nacional del Indio (FUNAI) y la Secretaría de Seguridad Pública de Maranhão enviaron agentes hacia el lugar.
Los guardianes Paulino y Laércio se habían separado de la aldea para buscar agua, cuando fueron cercados por al menos 5 hombres armados, que de entrada dispararon dos tiros contra los indígenas, según el relato de un testigo.
Los Guajajara son uno de los pueblos indígenas más numerosos de Brasil. Viven en la margen oriental de la región amazónica, en el estado de Maranhão, en 11 territorios indígenas.
En nota, la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), afirmó que el caso confirma que “el gobierno Bolsonaro tiene sangre indígena en sus manos, el aumento de la violencia en los territorios indígenas es reflejo directo de su discurso de odio y medidas contra los pueblos indígenas de Brasil”.
“Nuestras tierras están siendo invadidas, nuestros líderes asesinados, atacados y criminalizados y el Estado Brasileño está dejando a los pueblos abandonados a todo tipo de suerte con el desmantelamiento en curso de las políticas ambientales e indigenistas”, continúa el texto.
“No queremos más ser estadística, queremos providencias del Poder Público, de los órganos que están cada vez más socavados exactamente para no proteger a los pueblos que están pagando con su propia vida por hacer el trabajo que es responsabilidad del Estado. ¡Exigimos justicia urgente!”, declaró la lideresa indígena Sonia Guajajara.
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