Por Nehuen Allegretti* desde Venezuela
Los días 15, 16 y 17 de julio se realizó el segundo encuentro del Movimiento Nacional de Formación Nuestramericana Hugo Chávez (MNFHCh). Comuneras y comuneros de diez estados venezolanos analizaron la compleja coyuntura que atraviesa el país y debatieron las estrategias del chavismo popular.
Las y los participantes llegaron desde distintas regiones del país, como de Amazonas y Bolívar, dos de los estados más alejados, lo que implicó un gran esfuerzo para arrimarse hasta la Casita del Poder Popular de Caraballeda, estado Vargas. Lo del esfuerzo no es declamativo. El encuentro asumía la autogestión como forma y espíritu de construcción, en un contexto en el que la mayoría de las familias venezolanas sufren la guerra económica y gastan buena parte de sus ingresos en alimentos. El viajar cientos de kilómetros o pagar un pasaje es un esfuerzo significativo.
El encuentro sirvió como espacio formativo para la reflexión-acción del MNFHCh como parte del chavismo popular, del chavismo de base. Se discutieron temas urgentes de la coyuntura venezolana como las respuestas populares a la guerra económica, la coordinación productiva, la articulación política y las estrategias de visibilización de las experiencias impulsadas desde las bases. Se elaboraron diagnósticos por regiones y propuestas concretas para avanzar desde lo territorial, en un momento en el que, como señaló el ex ministro de las Comunas Reinaldo Iturriza, “la gente cada vez espera menos de lo que pueda hacer el Estado burgués”.
“El chavismo acá en Venezuela, a pesar de la guerra económica, ha despertado mayor conciencia. Hemos despertado la parte de la solidaridad, el intercambio. A pesar de esa embestida de la derecha nos estamos fortaleciendo desde las organizaciones de base del poder popular, las comunas, los comuneros. Se ha fortalecido ese amor y ese compromiso en la defensa de la revolución bolivariana”, expresó Mónica, promotora de Fundacomunal de Miranda.
Rosana, de Carabobo, quien intenta articular la producción comunal con la empresa cooperativa de pasteurización de la que es encargada, planteó que “la lección de esta crisis es que tenemos que volver a nuestras raíces, porque olvidamos lo que es de nuestra tierra”. Su propuesta es envasar granos autóctonos de semillas campesinas que el mercado capitalista dejó históricamente de lado.
El encuentro reunió a comuneros y comuneras, grupos de comunicación popular, servidores públicos, integrantes de Consejos Socialistas de Trabajadores y militantes de organizaciones políticas de unos diez estados del país. También a intelectuales y miembros de las brigadas internacionalistas Darío Santillán y Che Guevara de Argentina.
El espacio es parte del acumulado político que ha construido el movimiento desde los primeros “Talleres de Formación de Teoría Política Latinoamericana José Carlos Mariátegui” en 2013. Esos talleres fueron, en su momento, iniciativas del Ministerio de Poder Popular para las Comunas, trabajadas en conjunto con las brigadas del Frente Popular Darío Santillán-Corriente Nacional, el Movimiento Sin Tierra en Venezuela y el Colectivo Juana la Avanzadora. En los talleres se formaron más de 500 militantes.
Gerardo Rojas, referente de la Comuna Ataroa del estado Lara, reflexionó durante su exposición sobre la necesidad de la autonomía y la autocrítica: “Estamos transitando el peor momento de la revolución bolivariana. Estamos atravesando la crisis más importante en términos de la revolución. Nosotros, como sujeto chavista popular, no tenemos que justificar los errores ni el marco del proyecto estratégico que está desdibujado. Tenemos el deber histórico, se lo debemos al Comandante, al proceso y a nuestras propias acciones, de construir una línea discursiva desde la posibilidad de reconstruir, reflotar y mantener el proyecto estratégico. Hay que tener una crítica fuerte, vertical, desde el campo popular de los errores propios que no son pocos”.
Rojas también evaluó que “lamentablemente pocos países en este mundo se pueden jactar del acumulado popular que existe en la revolución bolivariana. Nosotros que somos parte de ese acumulado popular no nos reconocemos como parte de eso, sino que nos vemos como una extensión de políticas públicas, en muchos casos”.
Además destacó la importancia de este tipo de encuentros: “Hace falta reconocimiento de militantes del campo popular, que nos juntemos, visibilicemos; sin importar dónde estás militando, que se sienta parte de un entramado superior que vaya más allá del tema de responder a la crisis con un paliativo puntual. Para muchos es muy fácil decir Chávez vive. El tema discursivo, salir para las cámaras, en términos institucionales, en las contradicciones que estamos viviendo. Y es muy fácil que esa línea de acción se conviertan en slogans en boca de muchos. Pero aquí, sin dudas, Chávez vive”.
Esta instancia es una más de las que se suceden a lo largo y ancho de Venezuela, donde se buscan aunar esfuerzos en el sostenimiento y en la profundización de la revolución bolivariana. El horizonte es articular al chavismo popular, el chavismo que defiende el legado del Comandante, los lineamientos del “Golpe de Timón” y el Plan de la Patria.
Según Mónica, “este tipo de encuentro son sumamente importantes, ya que nos permite conocer otras experiencias, experiencias de comuneros, experiencias en el tema de la formación y eso nos ayuda a fijarnos metas para seguir trabajando en cada uno de los municipios, en cada uno de los estados, acompañando lo que tiene que ver con la formación constante, con el desarrollo económico; y nos nutre y nos permite avanzar en la revolución, en un objetivo que tenemos que es volver irreversible la revolución bolivariana”.
* Colaborador de la Brigada del Frente Popular Darío Santillán-Corriente Nacional en Venezuela