Por Ayelén Correa (*) desde Venezuela
En el marco de la crisis económica que atraviesa el proceso de revolución Bolivariana, la Red de Información por el Aborto Seguro (RIAS) de Venezuela celebra sus 10 años de existencia. Segunda parte del panorama.
En Venezuela, mientras el aborto sea ilegal, se desarrolla un gigantesco mercado clandestino (que va desde intervenciones quirúrgicas inseguras hasta la comercialización de cualquier medicamento en manos de redes de narcotráfico).
A diferencia de otros países, donde es más fácil acceder al misoprostol con recetarios médicos en el mercado farmaceútico, el acceso al misoprostol en Venezuela es fundamentalmente a través de un mercado ilegal, administrado por pequeños comerciantes o redes de tráfico de drogas.
En este sentido, RIAS ha notado con alarma la diversificación y peligrosidad de las redes clandestinas de comercialización del misoprostol, con la profundización de la guerra económica y el desabastecimiento de productos farmaceúticos, los valores de la pastilla se están colocando hasta 50 veces más de su costo real.
Es importante recordar que el contexto en el que las mujeres acceden al misoprostol es de mucha zozobra y desinformación, consecuencia de la negación pública a sincerar la realidad sobre el aborto. Los vendedores aprovechan esta situación para ponerle precio especulativamente.
De la misma forma, venden y distribuyen engañosamente medicamentos que no son los adecuados para un procedimiento de aborto con pastillas,suponiendo riesgos a la salud de las mujeres yobligánolas a recurrir nuevamente al mercado clandestino en búsqueda del medicamento correcto para lograr la interrupción del embarazo.
Aunado a esto, la población venezolana se enfrenta a otro flagelo: la multiplicidad de informaciones sobre el uso del misoprostol. Los vendedores clandestinos de pastillas, que tienen como único objetivo vender cada vez más pastillas a valores cada vez costos más elevados, se dedican a informar de manera errónea cómo debe tomarse.
El negocio del aborto en clínicas clandestinas tampoco es garantía de un aborto seguro, pues suele resultar en una gran estafa para las mujeres. Las ganancias que el negocio del aborto genera constituyen una importante sumaen los países donde el aborto es restringido. En el caso de Venezuela, un aborto realizado en una clínica oscila entre 80 y 200 mil bolívares.
Una guerra en contra de las mujeres
La llamada Guerra Económica que vive Venezuela y la Revolución Bolivarianase sustenta en el desabastecimiento y acaparamiento de bienes de primera necesidad, el contrabando masivo de alimentos, medicinas y combustible a otros países, la manipulación financiera y la especulación inducida, entre los factores más relevantes.
Posee un impacto diferencial en las mujeres, que a largo plazo puede implicar grandes niveles de desigualdad, como el aumento en la tasa de natalidad, que se materializa cotidianamente en la dificultad para obtener cualquier método anticonceptivo, ya que los preservativos han sufrido aumentos desproporcionados y las pastillas anticonceptivas han desaparecido de las farmacias, producto de la Guerra y el cerco impuesto por las empresas farmaceúticas.
En Abril de 2016, desde RIAS informamos que debido a un aumento importante de las llamadas (de 12 a 100 diarias en un año) lanzaríamos dos nuevas líneas de atención y allí declaramos: “los convocamos a todos y a todas, medios de comunicación alternativos y oficiales, colectivos, instituciones, centros educativos, consejos comunales, comunas, familias convencionales y no convencionales, a asumir una tarea que es colectiva: convertir la educación para la salud sexual y reproductiva en una verdadera herramienta de liberación que nos permita a todos y todas decidir con libertar sobre nuestros cuerpos. Que esta tarea atraviese el estado, rompiendo con las trabas que impiden que nos pronunciemos en favor del derecho a decidir.”
RIAS manifestado que la legalización del aborto seguro es un logro sólo posible en el contexto del proceso revolucionario que vive Venezuela, más aún luego de las declaraciones del Presidente de la República donde invita a debatir el tema del aborto.
En ese marco, expresamos que “en este momento de definiciones de la Revolución, consideramos necesario sentar posición por la profundización de la revolución cultural, asumiendo el peso real de nuestra lucha: para eso apostamos por reivindicaciones concretas como la liberación del derecho a decidir sobre los cuerpos de la mujer“.
(*) Ayelén Correa es integrante de la La Red de Información por el Aborto Seguro (RIAS) de Venezuela.
Nota relacionada: En Venezuela, la lucha por el derecho al aborto (I)