Por Camila Parodi desde Venezuela.
Una multitudinaria marcha en la ciudad de Caracas conmemoró el aniversario de la primera insurrección comandada por Hugo Chávez en el año 1992. Frente al actual avance de la derecha y bloqueo económico, el pueblo bolivariano volvió a salir a las calles para defender las conquistas logradas y a acompañar a su presidente, Nicolás Maduro, en el camino del socialismo.
A 24 años del levantamiento cívico-militar rebelde, el pueblo bolivariano de Venezuela volvió a pintar las calles de rojo revolución. Reafirmando en ese andar la vigencia del proceso revolucionario nacido aquel 4 de febrero de 1992. Este, tuvo el objetivo de torcer la política de punto final y muerte establecida por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, que había comenzado en 1988, luego de la gran insurrección popular del 27 de febrero conocida como el “Caracazo”. Ese 4 de febrero hizo su primer aparición pública Hugo Chávez Frías quien, luego de haber sido detenido tras el fracaso de la Operación Zamora, asumió la responsabilidad militar del hecho y llamó a la reflexión anticipando que “por ahora” el objetivo no había sido cumplido dando pie, de esta forma, a la construcción de un imaginario revolucionario que, hasta ese momento, se creía imposible. Ese sueño se consolidó una realidad palpable en el año 1998 con el triunfo de Chávez.
El 4 de febrero, como todos los años, se estableció como un día de movilización y memoria, el “Día de la Dignidad Nacional”. Sin embargo, si bien se trata de una fecha emblemática en la memoria colectiva de Nuestramerica, este año cuenta con una particularidad no menor: el avance de la derecha en la región. Hace tan solo dos meses, durante las elecciones parlamentarias el 6 de diciembre, la derecha venezolana consolidó el bloque mayoritario de diputados en la Asamblea Nacional. Paradójicamente, este sector representado por grupos antiderechos, golpistas y oligarcas logró su triunfo a través de consignas que se enunciaban a favor del “cambio y de la paz” ante el contexto hostil de ajuste y crisis que sus propios aliados propiciaron. Cualquier similitud con las elecciones argentinas tras el triunfo de Mauricio Macri, no son puras coincidencias.
En un mes de legislación, la oposición ahora mayoritaria avanzó e instaló rápidamente una política de freno ante los avances del ejecutivo que camina el socialismo. Como es el caso de la negación del “Decreto de Emergencia Económica” impulsado por el presidente Nicolás Maduro durante los primeros días de enero así como la presentación del “Proyecto de Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad a Beneficiarios de la Gran Misión Vivienda Venezolana” la cual entregó más de un millón de viviendas a la ciudadanía venezolana.
En este marco, la marcha oficial se concentró en el repudio a los reiterados accionares llevados a cabo esta derecha que imagina poder tirar a borda 17 años de revolución popular. Por eso, miles de personas se convocaron desde temprano en las inmediaciones de CanTv en la avenida Libertador para comenzar la mística de lo que sería una extensa marcha hasta el Palacio de Miraflores. Allí funcionarios y trabajadores de los ministerios del Poder Popular, sindicatos, miembros del partido PSUV y fuerzas armadas como así también cooperativas, movimientos sociales, comunas y comunidades indígenas, se convocaron a una actividad unificada bajo la consigna “4F Día de Rebelión y Dignidad”. Con el objetivo de afirmar el compromiso con la revolución popular y a Nicolás Maduro como representante de la misma.
Hacia el mediodía el sol se hizo sentir, sin embargo la fiesta se sostuvo desde el final hasta el inicio de la marcha. Antes de comenzar, Aristóbulo Istúriz, actual Vicepresidente Ejecutivo de la República y Diosdado Cabello Diputado de la Asamblea Nacional -quien acompañó a Chávez en la acción militar del 4 de febrero- compartieron sus palabras de apertura a la gran movilización. Reafirmando allí su compromiso con la revolución y con el pueblo presente en las calles. En diálogo con los medios presentes, Istúriz definió al 4F como el “Día de la Dignidad, el día cívico militar, de la reivindicación de nuestro pueblo, es el día que nació la revolución bolivariana”. A continuación, la interminable marcha comenzó su recorrido entre cantos y bailes que supieron sostener la mística chavista del amor y la alegría revolucionaria.
La convocatoria oficial no fue la única, otras actividades fueron realizadas en paralelo a la misma. Como fue el caso de los campamentos de Pioneros y Pioneras y organizaciones sociales que realizaron su concentración en el Parque Central. Desarrollando posteriormente, en conjunto con representantes de distintas comunas y ministerios, una articulación política alrededor de la autogestión. Encontrando así como punto de encuentro entre todas las expresiones, la necesidad colectiva de enfrentar la crisis instalada y la construcción de alternativas a la misma como se vienen realizando en distintas comunas del país.
Maduro: El 4F el pueblo eligió a su líder
Al llegar al Palacio artistas, ministros y militares esperaban a las y los manifestantes en el escenario montado en la calle contra la Casa de Gobierno, para que el presidente Nicolás Maduro compartiera unas palabras de cierre. Alrededor de las 13 hs. el mandatario comenzó su discurso dedicando un minuto de silencio a las y los caídos aquel 4 de febrero de 1992. A continuación, caracterizó al 4F como el “día de renacimiento que dio inicio a lo que luego fue la primer revolución del siglo XX y XXI en Venezuela”.
Recordando aquel acontecimiento expresó que “este día se inició con el legado de Chávez que lleva 24 años y se sostiene gracias a ustedes” anunció al pueblo allí presente. “Aquí han salidos las mujeres y los jóvenes que han ratificado su compromiso con esta patria, seguimos en rebelión por la independencia”, y celebrando la diversidad y unidad representada en los diversos colectivos, señaló la importancia de la unión cívico militar, “unidos y unidas tendremos la fuerza para enfrentar esta tormenta que tenemos por delante” exclamó.
Ante el actual contexto y frente a la sensación de desesperanza y derrota, el mandatario se propuso continuar organizando la defensiva y ofensiva de la revolución, allí preguntó: “El pueblo va a permitir que la oligarquía, que ganó la Asamblea Nacional por la confusión de un sector de nuestro pueblo, tome el poder político en Miraflores?”, “¡no!” exclamaron las y los manifestantes presentes. Ante la respuesta instantánea continuó, “para eso es que nos estamos preparando, para no permitirlo ni por una vía ni por la otra, ni por las buenas ni por las malas” ya que según el gobernante, “el pueblo no debe ni puede permitir que la oligarquía trueque este camino hermoso de revolución” por ello convocó a la defensa de la constitución.
En esa línea, el mandatario comunicó “a quienes mantienen actitud de guerras, guerra tendrán. No puede haber medias tintas. A la oligarquía le duele que cada persona tenga su casa propia, ya que la única ley que han propuesto es para quitarle la Gran Misión Vivienda de Venezuela, en un mes y no la voy a aprobar. Me declaró en rebelión” y pidió allí a la ciudadanía que no permitan el avance de dichas políticas por lo que las calles deben ser ocupadas por ella.
El presidente, a su vez, reconoció la situación que el país atraviesa “no nos llamemos al engaño” y exhortó a sus ministros a que caminen las calles con el pueblo venezolano. Allí, luego de comunicar la situación actual de ajuste y despidos masivos que realizó en menos de un mes el actual presidente de Argentina, Mauricio Macri, por lo que aseguró que aun así ante la actual crisis en Venezuela “al pueblo no le va a faltar su trabajo, ni remuneración ni pensión” sin tener que recurrir al Fondo Monetario Internacional.