Por Sofía Athanassopoulos* desde Caracas
Aunque la disputa entre Venezuela y lo que hoy es la República Cooperativa de Guyana existe hace más de 100 años, el reclamo del Estado venezolano sobre el territorio conocido como el Esequibo, ubicado al oeste del país y que comprende 159.542 kilómetros cuadrados, es un tema que permanece sin resolver y que se reactivó con fuerza desde el 20 de mayo pasado. Ese día, David Granger, el nuevo presidente de Guyana -al que Nicolás Maduro calificó como el Álvaro Uribe de la derecha guyanesa- anunció el hallazgo de un yacimiento de petróleo en esa zona en reclamación, cuya exploración fue cedida a la empresa estadounidense ExxonMobil.
El presidente del Parlamento de ese país, Raphael Trotman, aseguró que la reserva de petróleo estimada que se halló supera los 700 millones de barriles y que su valor en el mercado, a precios actuales, ronda los 40 mil millones de dólares, 12 veces el Producto Interno Bruto de Guyana.
Comenzó entonces un cruce diplomático que se ha ido intensificando. El 3 de julio, durante la cumbre de la Caricom (Comunidad del Caribe), el presidente de Guyana dijo que Venezuela es como “un mono sobre su espalda” y una “carga insoportable de una reclamación opresiva y desagradable sobre nuestra tierra y nuestras aguas”. El mandatario venezolano respondió advirtiendo que la intención de Granger es “mantener una agenda provocadora auspiciada por la ExxonMobil para dividir al Caribe”.
Maduro se presentó ante la Asamblea Nacional para explicar la lucha histórica que el país ha dado por la recuperación del territorio Esequibo y anuncó la creación de una comisión de alto nivel para revisar las relaciones diplomáticas. En ese sentido, ordenó la disminución de funcionarios en la embajada venezolana en Guyana y envió una carta al secretario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki Moon, en la que se solicita la designación del buen oficiante para tratar esta disputa.
La historia del reclamo
El Esequibo está incluido como territorio venezolano desde la primera constitución del país en 1811 y en la actual carta magna se establece en el artículo 10: “El territorio y demás espacios geográficos de la República son los que correspondían a la Capitanía General de Venezuela antes de la transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, con las modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad”. La Capitanía General de Venezuela incluía los territorios de la antigua Provincia de Guayana, que ocupaban la región Esequiba.
En 1814, Gran Bretaña, por medio de un gobierno de facto, obtuvo de Holanda lo que luego se llamó Guayana Británica, territorio que limitaba con Venezuela en el río Esequibo y comenzó una escalada expansionista del imperio británico hacia este territorio con levantamiento de mapas de parte de la Corona que Venezuela protestó enérgicamente.
Por este conflicto, el gobierno de Estados Unidos presionó diplomáticamente para que las partes aceptaran un arbitraje, cuyo tribunal se reunió en París y emitió un laudo en 1899 sin representación venezolana. Dicho tribunal otorgó cerca del 94% por ciento del territorio en disputa a los británicos. Años después, Venezuela denunció que esa decisión estuvo sesgada por un acuerdo entre Rusia y el Reino Unido, por lo que hasta hoy lo considera inválido.
Ya en el Siglo XX, el 12 de noviembre de 1962, el canciller venezolano Marcos Falcón Briceño expuso ante la Comisión de Política Especial de la Asamblea General de la ONU para denunciar el Laudo Arbitral de París como nulo y, en 1966, cuando Guyana estaba a punto de recibir su independencia, ambos países firmaron el Acuerdo de Ginebra, en el que se acordó crear una comisión mixta para dar solución al conflicto.
Venezuela reconoció al nuevo país reservándose sus derechos de soberanía sobre la Guayana Esequiba, como lo prueban los documentos históricos. En 1970, a cuatro años de la firma del Acuerdo de Ginebra y sin llegar a resultado alguno, el gobierno de Venezuela decide firmar el Protocolo de Puerto España, el cual congeló las discusiones por 12 años, hasta 1982, cuando el país opta por no renovar ese tratado y continuar con el Acuerdo de Ginebra a través del secretario de Naciones Unidas.
Fuego cruzado
El 15 de julio, el Parlamento venezolano aprobó un acuerdo en apoyo a las gestiones de Maduro para la defensa de la soberanía en la Guayana Esequiba. Al día siguiente, el presidente afirmó: “Vamos a las instancias que corresponden a exponer la nueva situación, la lamentable provocación del nuevo gobierno de Guyana y cómo pretende enturbiar la vida interna del Caribe y de Suramérica, y cómo Venezuela ha revitalizado su denuncia, el despojo histórico que nos hizo el imperio británico de toda la Guayana Esequiba, que como todo el mundo sabe siempre fue de Venezuela”.
El presidente venezolano enfatizó que el país apostará a la vía diplomática, usando los mecanismos legales y que es el Acuerdo de Ginebra el que debe regir el proceso de resolución del reclamo histórico.
Ya durante la cumbre del Mercosur realizada en Brasil, el mandatario venezolano pidió a Granger que dejara “la provocadera” y se dedicara a gobernar su nación, cuya población sufre actualmente por las inundaciones. Por este motivo, Maduro anunció el envío de ayuda humanitaria para el pueblo de Guyana. “Espero que el presidente Granger se dé cuenta quiénes somos en Mercosur y Unasur y deje de actuar como agente de la Exxon Mobil”, dijo Maduro, y aseguró que Venezuela es el país que más ha ayudado a Guyana en toda su historia.
Sin embargo, el 22 julio el presidente guyanés viajó a Washington para hablar sobre la disputa del Esequibo en el marco de la Conferencia sobre Defensa y Seguridad del Hemisferio. También se reunió con Roberta Jacobson, secretaria adjunta para Latinoamérica del Departamento de Estado, en lo que fue su primera gira oficial desde que asumió el gobierno el 26 de mayo pasado. Allí aseguró que “Guyana en estos momentos está enfrentándose a una amenaza a su supervivencia por parte de un Estado más grande”.
El gobierno estadounidense declaró después que era imperativo que la disputa fronteriza sea resuelta “de manera pacífica” dentro del derecho internacional. Por su parte, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, aseveró que Granger “fue a EEUU a buscar instrucciones en su papel provocador contra Venezuela y la integración latinoamericana y caribeña”.
El coronel retirado Pompeyo Torrealba, quien lleva 30 años estudiando la reclamación de Venezuela sobre el Esequibo, señala que en caso de prosperar el reclamo, a Guyana no le correspondería ni un solo metro de los 159.500 Km² de territorio que fueron usurpados por Gran Bretaña; y enfatizó que Venezuela no está despojando de territorio a Guyana dado que esta nación tiene una documentación legal de 37.000 Km² que fue comprada por el Reino de Inglaterra a Holanda.
Una región rica en recursos naturales
Este territorio en disputa, poco conocido hasta para los propios venezolanos, posee gran cantidad de recursos naturales y minerales como bauxita, manganeso, oro, diamantes, caolín, arenas, arcilla, sílice, mica, cobre, uranio, hierro, manganeso, hematita, cinita, entre otros. El Departamento de Estado de EEUU informó que el servicio geológico identificó un potencial de recursos en la cuenca de Guyana que podrían significar el segundo más importante entre las cuencas petroleras inexploradas del planeta.
Durante su gobierno, Hugo Chávez puso énfasis en los intereses de ambos pueblos. Pero su llegada al poder en 1999 coincidió con el hecho de que Guyana le ofreció a las transnacionales CGX y Exxon Mobil los dos primeros bloques petroleros en la fachada atlántica venezolana: el Pomeroon y Stabroek. Venezuela rechazó estas acciones y las denunció en congresos mundiales de petróleo logrando que se paralizaran.
En el año 2000, Chávez reclamó por la concesión que entregó Guyana a la empresa estadounidense Beal Aerospace Technologies INC para la instalación en la zona en reclamación de una plataforma para el lanzamiento de cohetes espaciales, por lo que la empresa debió suspender los trabajos.
En 2004, Chávez viajó a Georgetown, capital de Guyana, para estrechar lazos y fomentar la integración, manifestando que el Gobierno venezolano no sería un obstáculo para cualquier proyecto a ser conducido en el Esequibo y cuyo propósito fuera beneficiar a los habitantes del área, como proyectos para el acceso al agua potable, construcción de carreteras, programas energéticos y de agricultura.
Tres años después, en 2007, Venezuela incautó equipos de la ExxonMobil en territorio Esequibo y en 2008 rompió todo tipo de relación con la transnacional petrolera. El último capítulo comenzó en abril de 2015, cuando se descubrieron las operaciones petroleras de esta empresa en territorio marítimo en disputa, por lo que Venezuela exigió a la empresa evitar operaciones de exploración o extracción petrolera en estas aguas que están en discusión. La negativa de la empresa y del gobierno guyanés no hizo más que reactivar un conflicto que, por estas horas, alcanza su máxima tensión.
* Periodista venezolana