El pasado 12 de diciembre, el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) firmaron el acuerdo del primer ciclo: agenda, institucionalización del proceso, acciones y dinámicas humanitarias, prisioneras políticas y prisioneros políticos y pedagogía y comunicaciones. A diferencia del proceso de paz de La Habana (2016), que partió del lema “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, en este proceso de paz se implementarán los acuerdos parciales por ciclo.
El segundo ciclo de diálogos será durante el primer trimestre de 2023 en México, país que fue sede de los diálogos de paz con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar en 1992.
Por Danna Urdaneta
1- Antecedentes del diálogo de paz
Los expresidentes Juan Manuel Santos e Iván Duque decidieron mantener el proceso de paz con el ELN en medio de los combates. Sin embargo, cuando el grupo guerrillero tomó responsabilidad por el atentado con carro bomba contra la Escuela General de Policías Francisco de Paula Santander, en el sur de Bogotá, el expresidente Duque decidió romper con los diálogos argumentando que la guerrilla no tenía voluntad de paz.
Inmediatamente, el gobierno de Duque, activó las órdenes de captura de Interpol contra la delegación de diálogos del ELN en Cuba, país garante; desconoció los protocolos internacionales de ruptura del proceso firmados por el Estado colombiano y, como consecuencia, Cuba fue incluida en la Lista de Países Patrocinadores del Terrorismo del Departamento de Estado de los Estados Unidos al decidir no entregar a la delegación a Iván Duque. Gustavo Petro y Francia Márquez llegaron al poder y en la primera semana el nuevo canciller, Álvaro Leyva Durán, viajó a la isla con una delegación de alto nivel para retomar las relaciones y reconocer su invaluable labor por la paz de Colombia.
2- Relaciones diplomáticas Colombia-Venezuela
Gustavo Petro como presidente electo retomó la comunicación con el gobierno venezolano desde el 22 de junio de 2022. El 29 de agosto el embajador Armando Benedetti fue recibido por el alto gobierno venezolano en Caracas. De este modo el 12 de septiembre el presidente colombiano solicitó a Venezuela ser garante en el proceso de paz con el ELN y el presidente Nicolás Maduro aceptó al día siguiente. El ELN emite comunicado “Retorno de la delegación, victoria ante la perfidia” el 2 de octubre cuando llegan a Caracas. En dos días emiten un comunicado conjunto con el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, donde anuncian que retomarán los diálogos en noviembre. El primero de ese mes Petro visitó por primera vez Caracas y firmó una declaración conjunta con Maduro en el Palacio de Miraflores. Estos pasos hechos por las partes en conflicto junto a países garantes hicieron posible el actual proceso de paz.
3- Reinicio de los diálogos de paz
El 21 de noviembre con la Declaración de Waraira Repano la delegación del gobierno colombiano encabezada por Otty Patiño, excombatiente de la guerrilla del M-19, y el ELN con la jefatura de Pablo Beltrán, segundo al mando de esta guerrilla, inician el primer ciclo de diálogos de paz en el Hotel Humboldt del Parque Nacional Waraira Repano del estado La Guaira en la República Bolivariana de Venezuela. Estos diálogos de paz se retomaron con la presencia de Cuba, Noruega y Venezuela como países garantes y los gestores de paz del ELN Violeta Arango Ramírez, Jairo Arrigis Guenis y Juan Carlos Cuellar.
4 – Expansión del ELN y combate contra el paramilitarismo
Este 9 de diciembre la Defensoría del Pueblo de Colombia emitió un mapa de riesgos sobre la presencia del ELN en Colombia a partir del proceso de paz. Detalló que tiene presencia, tránsito e intermitencia en 212 municipios y 22 departamentos del país. Este panorama sirve como uno de los puntos de partida para alimentar un balance sobre el estado actual del conflicto.
Al menos en el departamento de Chocó el ELN está en combate frontal contra las AGC y en Arauca contra los ya demostrados paramilitares del Décimo Frente, Frente 28 y Frente 45 que realizan operaciones encubiertas bajo las insignias de las antiguas FARC-EP en la frontera colombo-venezolana. En otros 20 departamentos el ELN se encuentra en fase de expansión y consolidación, según la institución.
5 – Ataques al proceso de paz.
Violeta Arango Ramírez es una socióloga colombiana de la Universidad Nacional de Colombia víctima del montaje judicial conocido como caso Andino por un atentado con explosivos que dejó a 3 mujeres masacradas y otras 9 heridas. De este falso positivo judicial hubo 4 mujeres y 6 hombres capturados, hoy todos libres por absolución, vencimiento de términos y una por cooperación con la Fiscalía.
La familia Arango Ramírez fue hostigada, amenazada por la Policía y sufrió un intento de secuestro por paramilitares. Violeta resguardó su vida en las filas del ELN y fue capturada el 3 de junio durante la Operación Medusa en el sur del departamento de Bolívar. En Violeta Arango Ramírez y el odio contrainsurgente en Colombia está el relato de su trabajo académico, comunitario, las torturas del Ejército colombiano durante su captura y la violencia de género y epistémica de los medios de comunicación y la invasión paramilitar de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) en la región desde el 4 de febrero de 2021.
Reiniciados los diálogos fue nombrada gestora de paz del ELN en común acuerdo con el gobierno de Colombia. Hasta la fecha los medios de comunicación colombianos e internacionales han atacado su presencia como gestora de paz ante una realidad inminente: el ELN está creciendo, avanzando y consolidándose al mismo tiempo que este proceso de paz tiene las mejores condiciones políticas dadas en la historia de Colombia con el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez.
6 – Composición de las delegaciones y enfoque de género
Delegación del gobierno colombiano: por primera vez en la historia una delegación de paz es paritaria. Esto se dio gracias a la designación de Mabel Lara, María Jimena Duzán, Nigeria Rentería y Adelaida Jiménez el 25 de noviembre en la delegación del gobierno colombiano. También componen esta delegación María José Pizarro, senadora del Pacto Histórico; Rosmary Quintero, presidenta de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi); Dayana Paola Urzola Domico, mujer del pueblo embera-katío, quien fue coordinadora de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y hoy pertenece a la Red de Jóvenes Indígenas de América Latina y el Caribe; Olga Lilia Silva de la Corporación Humanidad Vigente y Isabel Cristina Ozuna Stockl, mayor del Ejército colombiano, quien no es delegada pero es del Equipo de Apoyo y Observadores del Proceso de Paz.
Aparte de Otty Patiño como jefe de la delegación también participa Iván Cepeda Castro, presidente de la Comisión de Paz del Senado de la República de Colombia; Rodrigo Botero de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible; Carlos Rosero del Proceso de Comunidades Negras, Horacio Guerrero, el coronel (r) Álvaro Matallana, el almirante (r) Orlando Romero y recientemente José Félix Lafaurie, presidente de la Federación de Ganaderos de Colombia (Fedegán) y del partido Centro Democrático.
Delegación de diálogos del ELN: participan Silvana Guerrero, maestra de profesión, Isabel Torres, María Consuelo Tapias, quienes retornaron de Cuba el 4 de octubre. La primera semana del proceso de paz se incorporaron Viviana Henao, Cataleya Jiménez y Manuela Márquez. Además, Violeta Arango Ramírez, aunque no es parte de la delegación, fue nombrada gestora de paz. En la jefatura está Pablo Beltrán y, de segundo, Aureliano Carbonell. Luego Bernardo Téllez, Gustavo Martínez, Ricardo Pérez, Eduin Restrepo, Américo Trespalacios, Mauricio Iguarán y Simón Pabón. Nicolás Rodríguez Bautista o Gabino funge como consejero de paz.
7 – Garantes, acompañantes, observadores y apoyo
La visita del canciller Álvaro Leyva Durán a Cuba ratificó su rol de garantes en el proceso de paz. A Noruega y Venezuela se sumaron México el 25 de noviembre y Chile el primero de diciembre. El 9 de noviembre Antonio Guterres, secretario general de la ONU, acepta ser acompañante permanente y designa a Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. El 2 de diciembre la Conferencia Episcopal de Colombia aceptó ser acompañante permanente a través del monseñor Héctor Fabio Henao y a dos más de apoyo: a monseñor a Omar Alberto Sánchez Cubilllos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal; y al monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, arzobispo de Cali.
El equipo de apoyo y observadores del proceso de paz está encabezado por el general del Ejército Hugo Alejandro López Barreto, quien además será el jefe de la subcomisión técnica para el fin del conflicto. Los otros integrantes son la mayor del Ejército Isabel Cristina Ozuna Stockl, el capitán de navío Roberto Bonilla Arias y el teniente coronel de la Fuerza Aérea, Rodrigo Mezu Mina.
8 – Acuerdos del primer ciclo del proceso de paz.
Agenda: se retoma como guía el acuerdo de agenda y ejes firmado en marzo de 2016 y se actualiza de acuerdo al nuevo contexto nacional e internacional. Agenda de 2016: 1. Participación de la sociedad en la construcción de la paz, 2. Democracia para la paz, 3. Transformaciones para la paz, 4. Víctimas, 5. Fin del conflicto armado, 6. Implementación.
Institucionalización: elaboraron una normativa para potenciar el trabajo de la mesa y se adoptan los principios, procedimientos y protocolos básicos para su funcionamiento con reglas para las delegaciones y comunidad internacional.
Acciones y dinámicas humanitarias: acordaron ejecutar un acuerdo parcial de atención de emergencias como un proyecto piloto en enero de 2023 sobre el Bajo Calima (Valle del Cauca) y el Medio San Juan (Chocó). Se informó que desde el pasado 7 de agosto el ELN ha dejado en libertad a 20 personas entre civiles e integrantes de la fuerza pública.
Prisioneras políticas y prisioneros políticos: reconocen la grave situación humanitaria que se vive en las cárceles y acordaron la atención de emergencia humanitaria a un grupo de presos políticos y de guerra del ELN.
Pedagogía y comunicaciones: se acordó un plan de comunicaciones y pedagogía con el propósito de fortalecer y ampliar el apoyo y participación de la sociedad colombiana y la comunidad internacional en el proceso de diálogos.