Por Agustín Bontempo. 31 años de la vuelta a la Democracia. Posibilidades y desafíos en un sistema donde la libertad y el derecho son regla. Osvaldo Bayer y Nora Cortiñas nos ayudan a realizar un balance y a pensar el futuro.
Pasaron más de 31 años desde que el ex Presidente Raúl Alfonsín ganó las elecciones presidenciales luego de la nefasta Dictadura Militar (1976-1983). Corría un 30 de octubre y con el 52% de votos a favor, un gobierno radical encabezaba la tan necesaria vuelta a la democracia.
En diálogo con Marcha, Nora Cortiñas, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora e incansable luchadora por los Derechos Humanos, afirmó, “El mejor estado para un pueblo es la democracia. Más allá de los problemas es la mejor manera para vivir en libertad”.
No hay punto de comparación. Un Estado de facto, de perseguidos, de presos políticos, exiliados, desapariciones y muertos. La contracara es la participación masiva de una población con ansias de libertad, pero que debía -y aun debe- afrontar la tan inculcada cultura del miedo, la individualidad y la desconfianza, en un contexto político y económico que encabezó el neoliberalismo y se extendió con todas sus fuerzas al menos por 20 años.
Un balance positivo
Uno de los logros centrales es el lugar que la justicia y gran parte de la política ocupó frente a la cúpula militar, aunque no cabe duda que hay un largo recorrido por hacer. En este sentido, Cortiñas comentó, “Tuvimos muchos logros como los juicios a los genocidas. Hace 31 años esto parecía imposible. Y lo hemos alcanzado gracias a la movilización popular”. Los años del kirchnerismo han sido más incisivos que aquellos oscuros de la Obediencia Debida y Punto Final, de la falta de coraje del alfonsinismo y de las leyes de impunidad del menemismo.
Una línea similar es la esbozada por Osvaldo Bayer. También en diálogo con Marcha expresó, “Lo positivo es que se hayan enjuiciado a las cúpulas militares”. Sin embargo, el histórico luchador libertario aseguró que “Falta mucho por hacer. Mientras haya villas miserias no hay verdadera democracia. Si hay niños en la calle, no hay verdadera democracia. La democracia es mucho más que votar”. Este último punto ha caracterizado a Bayer. La democracia es mucho más que votar, sin duda. Participar, comprometerse, no esperar que los problemas vengan resueltos de arriba. Podríamos agregar que de cara al futuro, lo importante es luchar por una democracia realmente participativa.
Norita destacó el hecho de que “Hoy podemos tener funcionando la memoria” y que hubo “Adelantos en la parte social que se debe a un Estado Democrático. De todas formas, tener logros es lo menos que esperamos de la democracia”.
Estos son, sin dudas, dos puntos centrales. Tener presente lo ocurrido pero no como una casualidad, sino por causas económicas y políticas que hacen a nuestro contexto. Estudiando críticamente aquellos años para que Nunca Más se repitan. Asimismo, saber que la democracia nos puede dotar de herramientas para estos fines pero que, como mencionaba Bayer, tienen que ser muchas más que el voto popular.
Una lucha por delante
Osvaldo Bayer se lamenta ante las injusticias que sufre el pueblo. “Y fijate lo que dice nuestro himno. ‘Ved en trono a la noble igualdad. Libertad, libertad, libertad’. Y vivimos en una sociedad que es muy violenta. Los abusos policiales pasan como hechos de inseguridad”.
Nora Cortiñas, que a lo largo de su vida combativa se ha caracterizado por luchar por todos los Derechos Humanos de ayer y de hoy, aseguró que “Tenemos un estancamiento. Hay persecución a los pueblos originarios, se criminaliza la pobreza y la protesta, se reprime a los trabajadores”. Y agregó que otras de las deudas de la democracia es con la vivienda de los más necesitados. Particularmente en los últimos años, destaca medidas que acompañaron a los sectores populares o sirvieron para fortalecer el sistema, pero afirma que “No hubo un plan de vivienda para los más humildes. Hubo algunos planes como el PRO.CRE.AR. Pero no alcanza a los más pobres” y destacó que “Todo se logra trabajando y movilizándose. Los logros alcanzados fueron gracias a la movilización popular”.
Estas declaraciones se sustentan en datos concretos en relación a la incapacidad de alcanzar la vivienda propia y digna por vastos sectores en la Argentina, así como también los cientos de villas y asentamientos que hay en todo el país. Pero Norita va más allá de las complejidades que genera el kirchnerismo, que ha avanzado en algunas cosas pero retrocedido en otras. Según la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, en la Ciudad de Buenos Aires el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, “ha intentado destruir todo. Tenemos lo ocurrido en el Indoamericano donde pudo hacer viviendas, los espacios por la memoria”.
Una da las cosas que más preocupa, es la justicia contra el pueblo. “No puede ser que se encarcelen a manifestantes populares y gente como Sobisch esté libre”. Recordemos que el ex-gobernador de Neuquén está considerado como uno de los principales responsables políticos del asesinato del docente y militante Carlos Fuentealba.
Un llamado a la organización
No cabe la menor duda que analizar lo que han sido estos 31 años de democracia es un acto de suma complejidad. La posibilidad de exigir ante las injusticias también es una actividad que sería mucho más riesgosa en los años de la Dictadura. Además podemos pensar en la gravedad de las deudas y violaciones cometidos por los gobiernos elegidos mediante el voto popular. Los 30 mil desaparecidos y los miles de muertos en la dictadura exceden por mucho a los casos ocurridos en democracia. Pero acaso, ¿la desaparición de Julio López no es más grave si vivimos en “libertad”? El caso de Luciano Arruga, las víctimas de gatillo fácil, la persecución a los pueblos originarios, la expoliación de nuestros recursos naturales en manos de las multinacionales, la precarización laboral. ¿Cómo pueden saldarse estas deudas si ya estamos en democracia?
“Falta mucho por ordenar en este sistema democrático. Y claro, especialmente las diferencias sociales. La actitud de la democracia debe ser alcanzar la libertad”, sentenció Osvaldo Bayer.
“Queremos que en la Argentina vivamos con plenos derechos todos y todas”, exclamó Nora Norita Cortiñas.
Tenemos que poder identificar a esta democracia como un avance sustancial con relación a los años sombríos de la Dictadura. Pero el llamado a la democracia participativa es una deuda que el pueblo tiene consigo mismo. Porque algunas deudas jamás serán resueltas por los gobiernos de turno, sean liberales o progresistas, conservadores o populistas, porque a veces el límite es el que impone el capitalismo. Por eso recogemos nuevamente la frase de Bayer: “La democracia es mucho más que votar”.