Por Sebastián Orrego desde Uruguay
Con una masiva movilización por el centro de Montevideo, culminó el paro de 24 horas convocado por las y los estudiantes terciarios y universitarios a nivel nacional el miércoles pasado. Como reivindicación principal, solicitaron que el gobierno otorgue como mínimo un 6% del Producto Bruto Interno a la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y a la Universidad de la República (UDELAR).
La lucha se da en momentos en que el gobierno se prepara para anunciar el presupuesto quinquenal que le corresponderá a cada ministerio. En las anteriores oportunidades (2005 y 2010), el reclamo no fue escuchado por el Ejecutivo.
El paro contó con el apoyo y adhesión de funcionarios de la educación (AFFUR), de los docentes universitarios nucleados en ADUR, como así también de la Asociación de Docentes de Secundaria en Montevideo (ADES).
Al paro se le sumó la nutrida marcha por la capital uruguaya, que partió desde la explanada de la Universidad y pasó por el Ministerio de Economía y Finanzas. Los manifestantes denunciaron la situación al ritmo de cantos adaptados, como esta versión de la conocida cumbia: “Le encontré la solución, al problema del presupuesto, le sacamos a los milicos y le damos a los maestros”. No faltaron tampoco las canciones de color latinoamericanista, denunciando las prácticas que alimentan el imperialismo y la privatización de la educación en nuestro Cono Sur.
Desde el escenario montado frente a la Presidencia de la Nación, en la Plaza Independencia, hablaron los representantes de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), los estudiantes del Instituto de Profesores de Artigas (IPA), la Asociación de Estudiantes de Educación Social, y finalizaron representantes de algunos liceos. Además de reforzar la petición del 6% para el presupuesto educativo, los reclamos giraron en torno a:
– La superpoblación de los salones en muchas carreras de la universidad, que lleva al estudiantado a tomar clases sentados en el piso debido a la escasez en la oferta de cursos y a los límites que imponen los cupos existentes en algunos.
– Los precarios salarios docentes: denunciaron que un docente nuevo en actividad no llega hoy al salario mínimo.
– El sistema de becas es un nodo común en el cual tanto estudiantes universitarios como de formación docente entienden que no se corresponden con los padrones de estudiantes, en el caso del IPA las becas no llegan ni a cubrir el 1% del estudiantado.
– La situación edilicia (sobre todo en liceos) es inadmisible, en innumerable cantidad de casos donde una simple lluvia puede repercutir en el dictado de clases o directamente en el desmoronamiento de la infraestructura. Los estudiantes plantearon como “insalubre” el hecho de que las autoridades le resten importancia a esta situación.
Los gremios de estudiantes no sólo reclaman una suba en la partida presupuestaria, sino que además proponen de donde debería salir: aseguran que el dinero no falta y que las exoneraciones de las que gozan las zonas francas, el capital impositivo y la producción sojera llegarían a garantizar la suma solicitada para la educación pública. Ese dichoso y no caprichoso 6%. También se planteó la oposición con respecto a subsidiar la educación privada por medio de exoneraciones impositivas.
En un momento donde la unidad y la combatividad de los movimientos estudiantiles y sindicales comienza a incrementarse, ejerciendo una fuerte presión a los primeros lineamientos político-económicos que dará el Ministerio de Economía y Finanzas del exvicepresidente Danilo Astori, quien “le viene esquivando al bulto”. Por su parte, el Poder Ejecutivo y en particular desde el Ministerio de Educación y Cultura han expresado que tienen en cuenta el reclamo, pero aún no han dado la confirmación de que se otorgará el 6%.
La preocupación aumenta con el correr de los días, ya que el plazo para que el electo Ejecutivo presente los presupuestos asignados a los organismos públicos vence en agosto, cuando se cumplan los seis meses de gestión. La Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) ya anunció próximas medidas para fines de junio. ADES tampoco descarta realizar paros regionales frente a un Tabaré Vazquez que polemizó diciendo que si es necesario para cumplir las 200 jornadas de clase se decretará la esencialidad.
Las discusiones más estructurales que enfrentan hoy en posiciones al gobierno y a los gremios giran en torno a la defensa de la educación pública ante la privatización y mercantilización. La medida de lucha de la semana pasada expresó en el grito de miles de jóvenes que la “educación del pueblo no se vende!”. Ahora el ministro de Economía tiene la palabra.