El domingo pasado tuvo lugar el referéndum para terminar de resolver el trámite legislativo sobre la Ley de Urgente Consideración (LUC) promulgada en julio de 2020. ¿Qué dejó el resultado de la consulta popular? Gustavo González, vocero de la Comisión Nacional por el Sí analizó el escenario político.
Por María Eugenia Waldhüter
La normativa, impulsada en el Congreso por el oficialismo y una “coalición multicolor” integrada por partidos de derecha, promueve reformas significativas en educación, trabajo, seguridad y economía, entre otros aspectos. Para la oposición y diferentes sectores del campo popular la legislación pone en riesgo derechos elementales y reduce la presencia del Estado, por este motivo fueron objetados 135 artículos – de los 476 totales que comprende la LUC – mediante un proceso de recolección firmas que logró superar las 700 mil necesarias para llamar a una consulta popular y definir la continuidad o derogación de los artículos en cuestión.
A última hora del domingo 27 de marzo la Corte Electoral de Uruguay dio a conocer los resultados del referéndum y con un 51,17 % de los votos se impuso el No, mientras que el 48,8% restante se manifestó por el Sí a la derogación. A juzgar solo por los números se trata de la posibilidad de implementar el plan presentado en 2020 por el presidente Luis Lacalle Pou y los partidos de la coalición. Sin embargo, para el Frente Amplio y los sectores que integraron la Comisión Nacional por el Sí se trató de un “triunfo político” que dejó en evidencia la polarización social y el inicio de los que puede ser la recomposición del campo popular. Si bien la reforma integral que busca llevar adelante el Partido Nacional y sus aliados fue aprobada, es muy estrecha la diferencia que separa las posiciones entre quienes están a favor y quienes consideran que es un riesgo para los derechos fundamentales o, de otra forma, quienes respaldan la gestión de Lacalle Pou y quienes manifiestan su disconformidad.
Los aspectos más críticos de la LUC
Se modificarán condiciones en materia de seguridad, educación, vivienda y acceso a la tierra, trabajo y economía. La mitad de la población uruguaya consideró que la normativa atenta contra derechos elementales como el derecho a la huelga, según los organismos sindicales se trata de una ley antisindical que restringe la huelga y desconoce la negociación colectiva. En cuanto a seguridad, se duplicarán las penas mínimas y máximas para delitos cometidos por adolescentes, también se aumentarán las condenas por narcotráfico, se crearán nuevos delitos y se modificará el funcionamiento de la Secretaría de Inteligencia y se otorgará el carácter secreto a documentos y acciones del sistema. Otro aspecto sensible de la LUC es la educación, ya que se modifica la Administración Nacional de Educación Pública y los estatutos de formación docente. El acceso a la vivienda se verá afectado por la creación de un nuevo régimen de alquiler que prevé la posibilidad de alquilar sin garantía, cosa que ven con preocupación sectores de la oposición y organizaciones sociales debido a que puede habilitar “desalojos express”. Por último, en materia económica habrá un nuevo sistema de fijación de precios de combustibles fijados por el Poder Ejecutivo, cambios en la Ley de Inclusión Financiera y flexibilización en los controles de lavado de activos.
Gustavo Gozález, presidente de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Viviendas por Ayuda Mutua (FUCVAM) y vocero de la Comisión Nacional por el Sí, se refirió a esta nueva etapa política marcada por un resultado electoral de una sociedad dividida en dos.
¿Cómo interpretar el resultado tan reñido de este referéndum?
Con respecto a cómo interpretar el resultado, estaba dentro de las posibilidades es decir, hubo una polarización el país obviamente que está en dos mitades, una mitad que votó el Sí y una diferencia muy pequeña que votó él No. Por lo tanto, desde el punto de vista jurídico político, digamos, podemos decir que los 135 artículos se van a mantener. Ahora fue un “triunfo a lo Pirro”, desplegaron desde el oficialismo desde hace dos meses a todos los ministros del país saliendo al interior, el Presidente de la República hizo una cadena asumiendo el protagonismo fundamental del No y por el otro lado, cuatro a uno fue la relación de inversión en dinero entre las dos campañas, cuatro a uno a favor del No más los medios masivos de comunicación a su favor.
¿Se puede hablar de un triunfo político para el campo popular?
Yo creo que esto hay que analizarlo como un proceso que ya lleva más de un año y medio en este país desde que asumió el gobierno, lo primero fue la gran conquista de las 800.000 firmas en plena pandemia con un decreto que no permitían aglomeraciones, etcétera y se llegó a esa primera etapa, y en la segunda etapa es el terreno más hostil para las organizaciones sociales y también para un Frente Amplio que venía muy golpeado de las elecciones nacionales. Todo esto atenta a un triunfo del Sí pero, obviamente, que el Presidente de la República por más que ayer dijo que, haría “borrón y cuenta nueva” y que el país seguía y que ellos van a seguir adelante, yo no creo eso porque es un hombre de raza política y obviamente que, por ejemplo, hubo una muy buena votación en algunos departamentos que no esperaban como en Paysandú, que es un departamento del litoral del país donde ganó el Sí, votó muy bien Salto, es decir, los departamentos con grandes aglomeraciones urbanas votaron mayoritariamente en Sí. El fuerte de ellos es el interior del país y además la suma del voto en blanco en el referéndum para el No. Si no hubiera sido por el voto en blanco era un empate total, por lo tanto, nosotros vemos que fue un trabajo extraordinario que permite acumular mucha fuerzas al movimiento popular y dependerá de la inteligencia política que tengamos para poder acumular todo esto que fue el reverdecer de la militancia que estaba totalmente apagada en este país. Entonces, en ese marco va a permitir el rearmado del campo popular.
¿Cuáles son las perspectivas a partir de ahora con relación al tiempo que queda de la gestión de Lacalle Pou hasta 2024?
Las perspectivas del gobierno de La Calle Pou en estos tres años se enmarca dentro de una crisis estructural del capitalismo en general y él como personero del mismo lo va a impulsar a fondo, ya dijo que se vienen otra serie de reformas las cuales van a tener nuevamente la resistencia del Sí, en otro formato pero va a tener esa resistencia, y además la economía va a ir en detrimento lamentablemente de las grandes mayorías. Ya hay una carestía en los elementos básicos de la canasta muy importante, por lo tanto, ¿se puede decir que triunfamos? No, fue un “cabeza cabeza” como dice el tango, y en ese marco y en las condiciones que lo hicimos consideramos que permite tener esperanza en un rearmado del movimiento social y de un freno a esta ofensiva neoliberal.