Por Fernando Vicente Prieto, desde San Pablo. Desde ayer y hasta el próximo lunes, se realizará en San Pablo la I Asamblea de la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA. Más de 160 delegadas y delegados, provenientes de 22 países, participan en el encuentro.
Luego de un largo proceso de confluencia a través de debates y prácticas en común, entre el 16 y el 20 de mayo tendrá lugar la asamblea fundacional de los Movimientos Sociales hacia el ALBA, que reúne a organizaciones populares de América Latina y el Caribe a partir del camino trazado por las luchas contra el neoliberalismo de los ‘90 y más recientemente, por la construcción del socialismo del siglo XXI, impulsado por la Revolución Bolivariana.
La Asamblea se lleva a cabo en la sede de la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF), fundada por el Movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra de Brasil (MST) y ubicada en Guararema, en el Estado de San Pablo, a unos 70 kilómetros de la capital estadual. Hasta allí llegaron delegaciones de prácticamente todo el continente.
Manuel Bertoldi, integrante de la Secretaría operativa de la Articulación, informó en la actividad de apertura que, además de los locales, se encuentran presentes movimientos de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Curazao, Cuba, Haití, República Dominicana, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, México y Canadá.
Como estaba previsto de antemano, la mayor parte de las delegaciones arribaron durante el día jueves a las instalaciones de “la Florestan”, como la conoce la militancia de la Articulación. La primera actividad del día no estaba en el programa, pero fueron pocos quienes se la perdieron: una presentación de la Escuela, a través de un video y una charla en la que Paulo Almeira y Diego Ferrari, integrantes de la Coordinación Política Pedagógica, explicaron los objetivos y la organización de la iniciativa académica del MST, en la que participan otros movimientos aliados.
La ENFF, en funcionamiento desde 2005, es una referencia mundial en cuanto a formación política de las organizaciones. Según explicaron, en estos ocho años participaron en alguno de sus cursos más de 30 mil personas, casi todas integrantes de movimientos populares de América Latina y el Caribe.
Pasadas las cuatro de la tarde se realizó el acto de apertura, presentado por Joel Suárez, del Centro Memorial Martin Luther King (CMMLK), de Cuba. El referente del capítulo cubano hizo un recorrido por la historia de las luchas contra el neoliberalismo, destacando las rebeliones populares ocurridas en varios países desde el Caracazo y la figura de Hugo Chávez en las últimas dos décadas. Visiblemente emocionado, propuso llamar a la Asamblea con el nombre de “ese amigo, hermano y compañero que fue el Comandante”, lo que fue acompañado de pie por los presentes, al grito de “Chávez vive, la lucha sigue”, mientras se desplegaba un cartel con su figura y se entonaba la histórica canción de Alí Primera, “Los que mueren por la vida”.
A Suárez le siguieron Nalú Farias, de la Marcha Mundial de Mujeres y Joao Pedro Stedile, del MST, ambos representantes del capítulo brasileño. Farias dio la bienvenida a las delegaciones y destacó el valor simbólico de realizar la asamblea en la Escuela Florestan Fernandes, recordando que “en junio de 2008, en un seminario realizado aquí mismo iniciamos la construcción de la articulación hacia el ALBA”.
“Lo hicimos desde la conciencia de avanzar en otra organización, para avanzar en la integración de los pueblos desde abajo y desde la izquierda: desde nuestras luchas, desde nuestros principios, desde nuestra lucha antiimperialista, anticolonialista, feminista, desde nuestra lucha por el Buen Vivir, por el socialismo” agregó. “Somos conscientes de nuestros desafíos pero también reconocemos nuestros crecimientos y nuestros avances”.
Stedile realizó una síntesis del proceso que atravesaron los movimientos en torno al proyecto del ALBA, destacando los avances de la primera década de este siglo XXI. En su relato, recordó que en 2007, en Tintorero, “Chávez lanzó que el proyecto ALBA tenía que tener su pata social”, destacando varias anécdotas sobre el vínculo entre el líder bolivariano y los movimientos sociales. El referente de los Sin Tierra manifestó que el proyecto de las organizaciones populares tiene distancia con el de los gobiernos neodesarrollistas, por un lado y con el de las ONGs, por el otro. “Sólo los pueblos organizados y en movilizaciones de masas podremos avanzar en procesos alternativos al imperio” expresó.
Por último, Manuel Bertoldi repasó la metodología acordada entre la Secretaría Operativa y los capítulos nacionales, convocando a las delegaciones a trabajar duro hasta el 20 de mayo, para avanzar en un plan de trabajo que potencie la articulación.
En los próximos cuatro días, las delegaciones debatirán sobre los desafíos que asumen los movimientos populares en la construcción de un proyecto de integración popular. Entre otros temas, se abordará una caracterización de la situación política en la región, tanto en relación a los gobiernos de cada país como a las luchas contra la militarización, la criminalización de la protesta social y las agresiones del imperio. También se debatirán las batallas que los movimientos libran contra las transnacionales, las privatizaciones y la desnacionalización; y por la defensa de los derechos de la Madre Tierra y de los pueblos de América a desarrollar modelos de soberanía popular y Buen Vivir.