En el segundo día del golpe en el Estado Plurinacional de Bolivia, un intento fallido de convocatoria a la Asamblea Legislativa terminó con la senadora Jeanine Áñez autoproclamándose máxima autoridad. Ante una asamblea vacía y con dos militares entregando la banda presidencial, el golpe toma otro rostro: el de una mujer antiderechos.
Por Iván Barrera / Foto: AFP
Los primeros dos días del Golpe en el Estado Plurinacional de Bolivia dibujaron un escenario que despeja toda duda respecto al accionar coordinado que terminó con la expulsión de los mandatarios Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera. A un circo mediático que incluyó la quema de la Whipala, la instalación de biblia en el Palacio de Gobierno, policías recortando sus insignias, a Jose Luis Camacho presentándose heróico y una serie de titulares dictados a la prensa hegemónica internacional, le siguió la persecución, la represión, los asesinatos, el estado de sitio, las listas negras, la censura total a la prensa y el miedo como factor preponderante y aleccionador para todo seguidor o seguidora del gobierno de Evo Morales Ayma.
Luego de que las fuerzas armadas tomarán el poder al producirse el Golpe de Estado, en el día de ayer se convocó una parte minoritaria de la Asamblea Legislativa con el objetivo de institucionalizar las renuncias de Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera y, de ese modo, continuar con la sucesión de autoridades. La Asamblea “legisló” sin quórum, con menos de un tercio de la Cámara presente. En un acto totalmente viciado de legalidad se aceptaron las renuncias y se dictaminó que Jeanine Áñez, senadora por el Movimiento Demócrata Social, sea la nueva mandataria del Estado Plurinacional. Quienes continuaban en la línea sucesora originalmente eran la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, y el Presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, que presentaron su renuncia al producirse el Golpe.
Áñez es senadora desde 2010 y no solo entró al palacio de gobierno al grito “la biblia vuelve”, sino que tras haber recibido la banda tricolor de parte de un integrante de las fuerzas armadas, cambió su bio en Twitter. Paso ¿previo? para ser saludada por otro autoproclamado, el legislador derechista venezolano, Juan Guaidó, quien afirmó: “Desde el Gobierno legítimo de Venezuela reconocemos a Jeanine Áñez como Presidenta interina de Bolivia, en su misión de guiar una transición constitucional hacia una elección presidencial”. Una repetición que no es comedia sino sólo tragedia para la región más desigual del mundo y que necesita de las democracias como una herramienta más para la liberación de los pueblos. Áñez es antiderechos, está en contra del aborto y realizó, desde su cuenta, expresiones de odio racista.
El surgimiento de la Guaidó boliviana trajo gran algarabía a Jose Luis Camacho, que en su cuenta de Twitter sentenció: “Quiero expresar mis más sinceras felicitaciones a Jeanine, nueva presidenta del Estado Plurinacional de Bolivia. Que Dios le dé sabiduría para tomar decisiones correctas, y con ellas, dar al país la paz que tanto necesita”. Quien no se quedó atrás fue Carlos Mesa, otro de los protagonistas del proceso antidemocrático: “Felicito a la nueva Presidenta Constitucional de Bolivia Jeanine Añez. Nuestro país consolida con su posesión, su vocación democrática y la valentía de una gesta popular legítima, pacífica y heroica”.
Este nombramiento apurado y con vicios de nulidad intenta ampararse en una sentencia constitucional del 2001, cuando aún estaba vigente la constitución de la República de Bolivia de 1967, que sentencia que en caso de haber renunciado el presidente, la sucesión constitucional es inmediata y no es requisito el quórum. Sin embargo, ese fallo pierde vigencia al entrar en vigencia la constitución de 2009, que establece el incio del Estado Plurinacional de Bolivia y que reemplaza en su totalidad a su antecesora.
El diputado Rubén Chambi, anunció ayer por la tarde que el día miércoles a las 16:00 hs -hora de La Paz-, legisladores y legisladoras del MAS, conformando dos tercios de la asamblea legislativa, darán quórum a la misma con el objetivo de rechazar la renuncia de los mandatarios tras el Golpe de Estado. “Se ha determinado por unanimidad realizar la sesión y rechazar la carta de renuncia del presidente para que vuelva y asuma todas las funciones del Estado Plurinacional para llevar adelante nuestro proceso de cambio”.
Respecto a la autoproclamación de Jeanine Añez, el diputado disparó: “Lo que han realizado no tiene ninguna jurisdicción ni competencia. No se preocupen por lo que está pasando, es un show mediático nada más”.
Si bien el retorno del presidente Evo Morales Ayma se vislumbra como muy distante ante la situación de violencia que vive Bolivia a partir del amedrentamiento de civiles, policías y militares, la estrategia del MAS es no institucionalizar el golpe de estado y derribar toda duda respecto al carácter antidemocrático y autoritario del mismo. Desde la oposición se sigue instalando la idea de que el mandatario presentó su renuncia a partir del supuesto fraude electoral y que se debe seguir la línea sucesoria para legalizar su autoridad.