Por Carolina Faber.
Desde el lunes más de 200 familias agricultoras y campesinas que producen verduras y flores están realizando una toma de tierras pacífica en la zona de Campana y Luján. Nucleadas en la Unión de Trabajadores de la Tierra, elevan propuestas y reclaman por tierras para trabajar y seguir produciendo los alimentos que todos y todas consumimos diariamente.
Las y los productores hortícolas y florícolas están inmersos en una realidad acuciante: no son dueños de la tierra en la que trabajan y viven, no poseen maquinaria para la producción, viven en casillas precarias y por su producción se les paga monedas, cuando al consumidor le llega con un aumento de hasta el 1000% en ocasiones. Hecho que podemos observar cada vez que compramos nuestros alimentos de todos los días. Mauro es quintero de la zona de Abasto y alquila un pedazo de tierra donde produce junto con su familia. Y nos cuenta: “Hoy estamos acá ocupando las tierras que nos prometieron para que se sepa que las necesitamos para trabajar y pedimos para seguir produciendo una solución por parte del Estado de una problemática que nos afecta a todos”.
No son dueños ni dueñas de la tierra que trabajan con sus manos todos los días. Algunos trabajan como peones (tanteros), otros trabajan a porcentaje cobrando según lo que producen (alrededor de un 30% de la ganancia de la quinta) y poniendo sólo la mano de obra. Otros son medianeros o medieros, es decir, que aportan alrededor del 50% de los insumos (plaguicidas, semillas transgénicas, fertilizantes etc.) junto al dueño de la tierra. Y también están los arrendatarios, que son quienes tienen la capacidad de alquilar las quintas, que van desde las 2 hectáreas hasta las 9 o 10 ha por núcleo familiar. Por cada una se cobra entre $2 mil a $4 mil pesos por mes.
Virginia Crispín de Banderitas trabaja con flores en porcentaje y afirma que hoy está acampando por la tierra, ya que se lo habían prometido hace dos años los funcionarios que nunca se concretan. “Tenemos ganas de seguir produciendo nuestros productos: verduras y flores. No tenemos tierra, alquilamos o trabajamos a porcentaje para un patrón. Necesitamos trabajar y tener nuestra tierra propia, en vez de andar pagando un alquiler a un tercero, podemos pagar una cuota de nuestra tierra”, afirma Virginia. Como tantas y tantos productores, trabaja a “30% de $1000 que se lleva el patrón” y $200 o $300 es para su familia. También cuenta que los que alquilan están pagando entre $2500 o $3000 la hectárea, sumándole las semillas y los insumos necesarios para la producción que son en dólar. “Todos los argentinos consumen nuestras verduras y flores, tienen que saber que nos pagan muy poco a los que producimos y que esos productos se cobran muy caros. Tiene que haber una igualdad de precios”, dice Virginia convencida.
Pero quinteros y quinteras no se quedaron de brazos cruzados: se organizaron y maduraron muchas reivindicaciones. Hace ya dos años elaboraron una propuesta de política pública que apunta a resolver la problemática del sector, al mismo tiempo que abarataría los alimentos para el pueblo, mediante la creación de colonias agrícolas con acceso colectivo a la tierra mediante créditos blandos. El proyecto se llama “Colonia Agrícola Integral de Abastecimiento Urbano” (CAIAU) y consiste en el acceso a créditos y facilidades para comprar la tierra.
Este proyecto fue presentado públicamente en ferias, actividades en plazas tanto en La Plata como en Plaza de Mayo, y hasta donaron 6000 kg de verduras frente al Ministerio de Agricultura a distintos comedores en octubre del pasado año.
Hace un año, luego de reclamar por la implementación de la CAIAU acampando al costado de la autopista Bs.As.-La Plata, han llegado a un acuerdo con el Gobierno Nacional mediante el Ministerio de Agricultura en el que proponían ceder en comodato tierras del Estado para producir. En este acuerdo participaron por parte del Ministerio de Agricultura el jefe de gabinete del ministro Héctor Espina, el abogado del ministerio, José Guede; el Secretario de Coordinación Político Institucional, Javier Rodríguez; el Secretario de Agricultura Familiar, Emilio Pérsico, la asesora del Ministerio de Desarrollo, Marcela Vessvessian, y posteriormente el Secretario de Organización y Comunicación Comunitaria, Rodrigo Martín Rodríguez.
Rosalía Pellegrini, integrante de la UTT, dentro del Frente Popular Darío Santillán, afirma que esta lucha por la tierra no concierne sólo a las familias organizadas en la Unión, sino que se busca un cambio en las políticas públicas con respecto a este sector olvidado. “El problema de la falta de tierras para trabajar es de más de 5000 familias del Cinturón hortícola platense que producen nuestros alimentos, los que consumimos todos los días y que no son dueños de la tierra que trabajan. Si bien con el proyecto de Colonia Agrícola hemos tenido una respuesta positiva por parte del Estado, no hay soluciones concretas hoy por hoy. Es por eso que decidimos realizar dos tomas de tierras simultáneas en Campana y Jáuregui en Luján”.
En Campana debieron levantar la toma debido a que más de 300 vecinos se acercaron al lugar amenazando con armas y contratando sus propias topadoras para desalojarlos, la policía arengaba estos hechos poniendo en riesgo a las familias y a los niños y niñas que estaban presentes. Aunque la toma se haya levantado, se firmó un acuerdo para la entrega de otras tierras en esa misma localidad.
En ese contexto, hace un año les había prometido que serían cedidas en comodato las tierras, pero todavía no se concretó nada, jugando así con las esperanzas e ilusiones de más de 200 familias que esperan una pronta resolución por parte del Estado, quebrado de este modo sus compromisos y engañado una vez más al pueblo trabajador.
Es por eso que la organización ha decidido avanzar sobre las tierras que les fueran prometidas, con el objetivo de poder implementar la primer Colonia Agrícola Integral de Abastecimiento Urbano en la Argentina. De este modo, se avanza sobre tierra ociosa, que en muchos casos termina siendo un negocio para alquilar tierra del Estado y sembrar soja, como se está realizando en diferentes tierras del Ministerio de Desarrollo Social.
“En Luján ya hemos instalado la colonia agrícola, ya estamos trabajando la tierra realizando una parcela de producción agroecológica. Estamos en negociación con el Ministerio de Agricultura, con el jefe de gabinete y con el Ministerio de Desarrollo Social, esperando que nos brinden una respuesta. Lo que tenemos en claro es que de acá no nos vamos, vamos a instalar la Primer Colonia Agrícola en 50 años”, afirma Rosalía.