Por Camila Parodi y Noelia Leiva. Miles de mujeres se congregaron ayer en Congreso para reclamar el fin del avasallamiento patriarcal. Lo mismo sucedió en tres escraches previos. Basta de femicidios, de desigualdades y de que decidan sobre nuestros cuerpos.
Una caravana interminable de mujeres copó en la tarde de ayer el centro porteño en defensa de sus derechos, la jornada siguiente de cuando en el mundo se celebra el Día de las Mujeres. Aunque las vidrieras de las avenidas más concurridas las ofrecían cenas con descuento y bombones para celebrar, las cerca de cuatro cuadras de personas que se convocaron reclamaron el fin de los estereotipos: ni sumisa, ni devota, ni hétero o madre por obligación; mujer libre de ser lo que decida.
La fila de agrupaciones y autoconvocadas ocupaba cuatro cuadras. Partió desde Congreso algo antes de las 19 para finalizar en Avenida de Mayo, y cantar entre la Casa Rosada y la Catedral “¡si el Papa fuera mujer/ el aborto sería ley!”. Como en cada encuentro, hubo grafitis, afiches y canciones, englobados en dos grandes colectivos, con puntos en común: La Campaña Nacional contra las Violencias y la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
“¿De qué es la marcha?”, le preguntaba un señor de traje y corbata a un mozo de un tradicional café sobre la avenida de Mayo. Los carteles con las consignas fueron contundentes, pero a veces no se quiere ver. Mientras tantas y tantos se aglutinaban, pocos medios comerciales -casi ninguno- le daban cobertura.
Durante la actividad principal, pulularon los pañuelos verdes, característicos de la colectiva que pide aborto ya. En la ola de banderas de colores se leía Mumalá, Pan y Rosas, Pañuelos en Rebeldía, Frente Popular Darío Santillán, Movimiento Popular La Dignidad, Patria Grande, Desde el Fuego, entre otras organizaciones. También, agrupaciones gremiales como ATE y CTA. “¡Alerta, alerta/alerta que caminan/mujeres feministas/ por América Latina!”, se escuchaba fuerte.
Nuestros derechos sí están en la agenda
La jornada tuvo varios ejes de lucha. La Campaña Nacional Por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito concentró en las puertas del Ministerio de Salud de la Nación horas antes de la marcha central para exigir el debate. A días del inicio de sesiones parlamentarias y de cambios en los ministerios, donde la discusión por el aborto legal volvió a ponerse sobre la mesa, los mismos obstáculos y opiniones anti derechos se hicieron presentes.
Esta situación fue desencadena particularmente a raíz de los comentarios emitidos por el nuevo ministro de Salud, Daniel Gollán, quién manifestó que en este año desde su cartera propiciará, en relación al aborto, un “debate maduro”. Inmediatamente en contraposición ante este posicionamiento “novedoso”, el nuevo y viejo Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, expresó que el debate por el derecho al aborto no está en la “agenda de gobierno”.
En ese marco, movimientos sociales y feministas nucleados en la Campaña por el Derecho al Aborto manifestaron que el aborto es parte de la agenda pública y se encuentra en los debates de la sociedad. Para ello, desde las 16 banderas y pañuelos verdes coparon la avenida 9 de Julio donde con cantos y pintadas se volvió a recordar a los funcionarios la consigna de la campaña “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
Las más de doscientas personas de diversas organizaciones y movimientos dieron cuenta la fuerza de la Campaña como núcleo de una lucha común que atraviesa a los distintos sectores de la sociedad. Con una simple consigna pintada a lo largo de la avenida, “Aborto Legal Ya”, demostraron que hay motivos que los encuentran para seguir luchando juntos y juntas. Luego de la actividad, cortaron Moreno hasta llegar al Congreso.
En Argentina se realizan unos 500 mil al año en la clandestinidad, por lo que sólo quienes tienen la posibilidad de pagar una clínica privada que alimenta el mercado negro de la salud tiene chances de recibir atención médica. Para que no haya más muertes, todos los abortos deben hacerse en el hospital.
Mujeres en la calle, más escraches
Desde pasadas las 16 también hubo una concentración delante del Ministerio de Justicia, justo el mismo día que el CELS había emitido un comunicado en el que recordaba que “los derechos de las mujeres son derechos humanos”. Por eso, varias militantes se acercaron a ese organismo de gobierno, para insistir en que los y las agentes judiciales contemplen ese punto como base para sus dictámenes. En especial, lo esperan para Reina Maraz y Yanina González, ambas víctimas de violencia de género que podrían pasar años en la cárcel si el velo machista de la mujer de venda no repasa las circunstancias en las que se dieron los hechos que se juzgan.
En el Ministerio de Seguridad, el paradigma de base coincidió. Allí, dejaron en las paredes la denuncia sobre el gendarme que violó a una niña en Monte Chingolo, con la complicidad de otros dos, según se investiga. Denunciaron que, nuevamente, un varón usó su situación de privilegio para pretender adoctrinar a chicas para que ‘entiendan’ que son objetos apropiados por otros.
Además, mientras la Policía y los tribunales defienden a femicidas y abusadores, las políticas de “seguridad” no contemplan en que hay personas que mueren a causa del avasallamiento del poder del macho. La Campaña contra las Violencias hacia las Mujeres fue protagonista en ambas movidas reivindicativas.
Si el catolicismo asegura que “Dios es uno y trino”, desde el feminismo el movimiento de mujeres le respondió con la misma consigna; porque hubo un canto que fue uno y tres a la vez, en cada uno de los escraches simultáneos de la jornada: “¡Basta de patriarcado!”