Ahmed Ben Bella junto a Ernesto "Che" Guevara en Argel (1964)
Este jueves 12 de abril falleció Ahmed Ben Bella, fundador del Frente de Liberación Nacional y primer presidente de Argelia luego de su independencia de Francia en 1962.
Hijo de padres campesinos, Ahmed Ben Bella nació en 1916 en Maghniyah al oeste de Argelia. Fue el primer presidente electo de su país tras 132 años de ocupación francesa. Fundador y dirigente del Frente de Liberación Nacional (FLN), principal fuerza independentista en el proceso de liberación de su patria. Ben Bella sin dudas representa la lucha de un pueblo al cual su independencia del colonialismo francés le costo alrededor de un millón y medio de vidas.
Luego de su participación en el ejército de Francia durante la Segunda Guerra Mundial y tras ser condecorado por el Presidente de aquel país, vuelve a Argelia en 1945 asumarse a las fuerzas que luchaban contra la presencia colonialista en territorio africano. En 1954 participa de la fundación del FLN, organización que desarrollará la lucha contra los franceses hasta conseguir la independencia argelina.
En medio de un mundo regido por la lógica de la guerra fría, por el reparto del mundo entre Estados Unidos y la Unión Soviética, Argelia consigue su independencia a comienzos de la década del 60’. Eran tiempos de la Revolución Cubana, de los países no alineados y donde una de las figuras más importantes para el nacionalismo árabe, Nasser, estaba en pleno apogeo en Egipto. Luego de años de lucha, en 1962 se establecen los Acuerdos de Evian que consagran la independencia de Argelia y Ben Bella es liberado de prisión donde se encontraba desde 1956.
Durante sus años en la cárcel su prestigio fue en aumento. Fue así como su regreso a Argelia lo ubicó como uno de los principales personajes del nacionalismo árabe del siglo XX y un héroe nacional. En 1963, y no sin pasar por varias disputas políticas y militares, fue electo como el primer presidente de Argelia.
Si bien su gobierno fue corto (de 1963 a junio de 1965) dejo una impronta fuerte en la joven nación. Su gobierno llevó a cabo una serie de políticas sociales importantes como la gratuidad del sistema de salud y la enseñanza primaria obligatoria. Con el intento de construir un país moderno y socialista, sus primeras medidas constaron de nacionalizaciones en importantes sectores de la economía y expropiaciones de tierras, principalmente a los franceses. Sin embargo, pronto se encontró frente a los límites propios de los países subdesarrollados y un país particularmente devastado por la guerra de independencia.
En términos de relaciones internacionales, se puede ubicar a la Argelia de aquellos años en el campo de los países no alineados, condición que le permitió estrechar relaciones con Cuba, China, la Unión Soviética y Yugoslavia sin romper lazos con Francia y Estados Unidos. Al mismo tiempo, su intentó de construir un país socialista se llevó a cabo sin copiar las formulas soviéticas y haciendo eje en la idea de “autogestión”.
Sin embargo, las disputas internas dentro del FLN, y los pocos logros en materia económica, llevaron a que el coronel Hoari Bumedien, integrante de su gobierno y compañero, lo destituyera. Ben Bella fue encerrado 14 años y luego exiliado volviendo a Argelia en 1990 tras el fin del modelo de partido único (instaurado por él) y la victoria del Frente Islámico de Salvación.
Los últimos años de su vida lo encontraron con posiciones pacifistas frente a los diversos conflictos pero siempre en defensa de la autonomía de los pueblos frente a sus agresores. Sobre la etapa actual, opinaba: “Estamos viviendo una época de profunda crisis que no es sólo económica sino también cultural y civilizacional (sic). En los países del sur los agricultores son asesinados, se acelera la desertificación, la desaparición de los bosques tropicales, el hambre que mata cada año a 50 millones de personas (…) casi 40%, de la población mundial no tiene acceso a los servicios médicos, el 30% no tiene agua potable mientras la mitad de nuestros científicos están abocados a la tecnología de la producción de armamento. Este es el mundo en el que vivimos. No hay duda de que estamos sentados sobre una bomba de tiempo”.
Ahmed Ben Bella falleció a los 95 años en Argel. Casi cincuenta años atrás se había convertido en una figura emblemática a nivel mundial tras conducir un movimiento que liberó una de las colonias más preciadas por el estado francés comandado por el General De Gaulle.
El actual presidente de Argelia y ministro de Deportes durante el mandato de Ben Bella, Abdelaziz Buteflika, decretó 8 días de luto nacional para homenajear a “uno de los más eminentes dirigentes del Estado argelino moderno y uno de los sabios dirigentes africanos”. Además agregó: “el nombre de Ben Bella permanecerá estrechamente ligado a la historia del Movimiento Nacional, de la gloriosa guerra de liberación y de la edificación del estado argelino moderno”.