Maricá cuenta con una renta universal básica, una moneda propia y un protocolo de intervención en el marco de la pandemia que redujo notablemente los contagios por COVID 19. Una gestión local de gobierno que no sólo se opone a la establecida por el gobierno nacional sino que, también, nos demuestra que otras democracias son posibles.
Por Camila Parodi
Hacia finales del 2020 el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se dirigió a su población con un consejo: “Tenemos que dejar de ser un país de maricas”. En ese momento, su discurso tuvo mucha repercusión no sólo por su contenido homo-odiante, sino también por la acusación hacia las personas que adoptan medidas de cuidados frente a la pandemia por COVID 19 que, particularmente en el Brasil, ha sido muy violenta en términos sanitarios como económicos y sociales. Paradójicamente, la ciudad de Maricá, en Estado de Río de Janeiro, no ha dejado de cuidar a su población. Por el contrario, han acentuado las políticas sociales y económicas que atienden a las personas más afectadas por la crisis.
Maricá tiene una larga trayectoria de izquierda. Ha sido gobernada por el Partido de los Trabajadores (PT) desde el año 2009, en el marco del segundo gobierno de Luiz Inácio “Lula” Da Silva. Su actual alcalde, Fabiano Horta, fue elegido en su segundo mandato con el 88% de los votos. Un claro ejemplo de que la gestión implementada es elegida por su población.
“Si no fuese por el gobierno municipal y la asistencia social que estamos recibiendo, sería muy difícil para nosotros sobrellevar la pandemia” reflexiona una de las pobladoras, nacida y criada en Maricá, Gleiceane da Costa. Y sobre las políticas implementadas por el gobierno local nos dice “ha ayudado a mucha gente, si no fuese por este beneficio, el pueblo de Maricá tendría muchas dificultades”.
Se trata de una ciudad que evidencia, día a día, qué otra forma de democracia y gestión política es posible. Al enterarnos de su existencia comenzamos a dialogar con colegas de medios populares brasileros hasta dar con Luis Fernando, Periodista del Gobierno de Maricá. Trabajamos más de un mes intercambiando preguntas, audios, traducciones y fotos para la creación de esta nota. De forma que sin su amabilidad y compromiso con este proyecto político no hubiera sido posible. En ese marco, Marcha dialogó con Igor Sardinha, Secretario de Desarrollo Económico; Diego Zeidan, Teniente de Alcalde y ex-secretario de Economía Solidaria y Simone Costa, Ministra de Salud.
Covid y Socialismo
Tras el conocimiento de yacimientos de petróleo en su costa, la ciudad de Maricá aprovechó sus regalías para mejorar la distribución de la renta a través de la implementación de una moneda propia que tiene por objetivo la reducción de la pobreza y la desigualdad. “En el año 2013 la Ciudad de Maricá empezó con el proceso de construcción de un programa municipal de Renta Básica con la popularidad de usar una moneda social local para el pago de los beneficios: La moneda Mumbuca” explica el Secretario de Desarrollo Económico, Igor Sardinha. Pero, cuál es el objetivo de circular una moneda propia y en qué se beneficia la ciudad: “Hacer estos pagos con una moneda local logra la circulación por la ciudad desde el primero hasta el último centavo de estos recursos, creando empleo y renta” afirma Sardinha. “Actualmente -relata- 42.501 personas, que sería el 26% de la población, reciben este beneficio por mes”. Este número se debe, en parte, a la actual situación atravesada por la Pandemia de COVID 19 donde gran parte de la población se vio afectada en lo laboral, sanitario y económico. Por ese motivo, explica el secretario “con el comienzo de la pandemia hicimos un reajuste de emergencia haciendo que los valores salten de 130 a 300 mumbucas (equivalente con el real)”.
Pero este incentivo no sólo actúa sobre la población beneficiaría sino que, a su vez, “más de 9000 comerciantes y proveedores de servicios de la ciudad están aptos para recibir por los productos y servicios su pago en moneda mumbuca” sostiene Sardinha. Cabe aclarar, que todo el proceso de uso de esta moneda se realiza de forma electrónica tal como lo explica el Secretario de Desarrollo Económico “a través de aplicaciones de teléfonos celulares o en a través de los equipos de tarjeta tradicionales. Es un programa que promueve el desarrollo económico local a través de los millones de reales inyectados mensualmente en la economía”.
Actualmente en Maricá vive un aproximado de 160 mil personas y no existen personas que cuestionen o se quejen de la situación económica de su ciudad. A través de las regalías por petróleo a unos 150 millones de reales al año se reinvierte en atención médica, educación, programas sociales, entre otros. Pero no sólo eso, también ahorran parte de ese dinero en un fondo especial que podría ser utilizado una vez que las reservas se agoten o mismo si el precio del petróleo baja. Al momento, la ciudad ha ahorrado casi 500 millones de reales (89 millones de dólares) en su fondo de emergencia.
“La primera preocupación fue con las y los más pobres, y exactamente por eso el primer paso fue duplicar los valores de la Renta Básica” responde el Secretario de Desarrollo Económico ante la pregunta de las acciones implementadas por su gobierno en el marco de la pandemia. A continuación, explica que crearon el Programa de Apoyo al Empleo (PAE), con el objetivo de proteger a la gran parte de “trabajadores y trabajadoras informales que, exactamente por eso, no tienen ningún tipo de protección. Acá en Maricá hay 20.532 trabajadores/as informales registrados en el programa y recibiendo un sueldo mínimo mensual en moneda mumbuca. También, consciente de la necesidad de proteger los trabajos formales existentes en la ciudad, creemos que fue bueno crear el Programa de Apoyo al Empleo (PAE), que autoriza al gobierno de la ciudad a subvenciona la nómina de sueldos de las empresas radicadas en la ciudad pagando un sueldo mínimo por trabajador/a de la empresa inscrita en el programa con el mismo compromiso de no despedir” responde Sardinha. Su aclaración es notoria, eligen proteger a las y los trabajadores en el marco de la pandemia pero no sólo eso, lo hacen dentro de una estructura nacional que en la actualidad permite la reducción de salarios hasta el 70%.
“Finalmente -agrega el Secretario- empezamos el programa “Fomenta Maricá” que brinda líneas de crédito para emergencias para el sector productivo de la ciudad. Créditos de hasta 40 mil reales, con cero intereses, un año de gracia y 36 meses de amortización”. Este conjunto de medidas le permite a la ciudad de Maricá obtener cifras muy positivas en la economía incluso en este momento tan convulso, y en ese contexto aclara “tuvimos más empresas abiertas durante el año 2020 que en 2019 y menos empresas cerraron en el mismo período”.
En lo que corresponde a la gestión de la pandemia, Maricá también implementó acciones para destacarse. Recientemente, su alcalde se organizó junto a otras ciudades para comprar por su cuenta unas 500.000 dosis de la vacuna Sputnik V de doble dosis de Rusia, ya que Bolsonaro se opuso a su compra. Esta cantidad es suficiente para inocular a las 162 mil personas que viven en Maricá y también a los pueblos vecinos.
Por su parte, la Ministra de Salud, Simone Costa, nos cuenta que la ciudad de Maricá “estableció alianzas entre las secretarías de la Seguridad, Comunicación, Educación, Desarrollo, etc, para realizar un plan de acción conjunto para combatir la pandemia, decretando el Estado de Calamidad y algunos otros decretos, como suspensión de clases, de protección social y distanciamiento social, el uso de una mascarilla y la necesidad de limpieza de las manos para prevenir la propagación del virus”. Desde el minuto uno de la pandemia, a pesar de los dichos de su presidente, la primera acción de la Secretaría de Salud de la ciudad fue “evitar el cruce de personas que tenían otra patología, las sospechas de Covid, y los realmente contagiados/as por el virus” afirma su ministra.
En lo que corresponde a la intervención específica de salud, comenta que “en lugar de que personas sospechosas fueran a las unidades, creamos carpas en los cuatro distritos (evitando también los viajes largos), para que fueran diagnosticadas y medicadas, lo que requiere aislamiento en casa para aquellos/as que estuviesen con síntomas leves. Aquellos/as que necesitaban hospitalización ya eran enviados/as directamente a una unidad en una sala específica de Covid, o al Hospital Municipal Ernesto Che Guevara, nuestra segunda gran acción en el año pasado”.
El 1º de mayo de 2020 se inauguró el Hospital Municipal Ernesto Che Guevara que, inicialmente sería un hospital general. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, se remodeló para atender específicamente pacientes con Covid. Explica Costa que el hospital abrió con 50 camas, y hoy ya cuenta con 118 en los Centro de Cuidados Intensivos y Semi-intensivos y recibiendo pacientes de manera regulada provenientes de tres unidades de la Red de Urgencias y Emergencias de la ciudad con atención las 24 horas. “Fuimos la única ciudad del Estado que en tan poco tiempo montó una estructura enorme, con cerca de mil empleados/as y que sigue siendo un legado para la población” sostiene la Secretaria. A su vez, Maricá, a través de la Secretaría de Salud, inauguró el Laboratorio Central Dr. Francisco Rimolo Neto, en el centro de la ciudad para realizar hisopados gratuitos (PCR), cuyos resultados son más precisos para la atención de Covid-19, diagnóstico reenviado de las unidades municipales de salud. Al respecto sostiene la Secretaria: “Con mayor número de pruebas, mayor seguimiento de los contagiados/as y, por tanto, mejores tomas de decisiones respecto a los decretos que inciden en la vida cotidiana de la población del municipio, además del menor número de contagiados/as por el aislamiento de las y los infectados”.
Se invierte también en capacitaciones para que las y los profesionales estén mejor preparados en la atención y procedimientos de esta enfermedad tan nueva y fatal “además de invertir en equipos de protección personal, detección e investigación epidemiológica y en investigaciones, como el casco de ventilación no invasiva que se está probando con los pacientes hospitalizados/as internados con Covid en el Hospital Che Guevara”. “También -agrega Costa- dejamos la red más integrada entre Atención Primaria y Urgencia y Emergencia, para que los y las pacientes dados de alta pudiesen tener seguimiento fuera del hospital, con profesionales especializados a través del Servicio de Atención Domiciliaria y las dos Unidades de Salud de la Familia”.
Maricá: Salir del closet neoliberal
¿Cómo se toman estas decisiones? Si bien se intenta incentivar a la población en la participación, remarcan que se trata de las tareas más complejas de la gestión. Sin embargo, se mantiene a través de la creación de una agenda conjunta con el gobierno, como explica el Teniente de Alcalde, Diego Zeidan. “Tenemos una casa de consejos, a través de los ayuntamientos hemos reforzado mucho las políticas. Trabajamos mucho con las asociaciones de vecinos/as y grupos de vecinos/as para que podamos tener un trabajo más popular, que involucra a las personas en la gestión pública” afirma. “Nuestras políticas públicas, como la moneda Mumbuca, el rojo -autobús libre de color rojo conocido cariñosamente “Vermelhinho”- y el Passaporte Universitario, son dirigidas a las personas, son instrumentos que se utilizan para atender la demanda de la población para hacer valer sus derechos básicos que son derechos constitucionales en Brasil”.
“Para que podamos ser un gobierno popular y reafirmar derechos, necesitamos estar con la gente de nuestro lado” sostiene el Zeidan, sin embargo, se trata también de un desafío “es difícil lograr que la gente participe, esté interesada en la política, interesada en participar en la vida de la ciudad, en la vida cotidiana, en la toma de decisiones. Pero es algo en lo que estamos trabajando y tratando de que más personas estén con nosotros”. Y afirma: “Es necesario traer a la población a los espacios de decisión y consultas populares”.
Al conocer su experiencia y, desde el comienzo de la entrevista, sostuve que es posible construir nuevas formas de poder y democracia, como lo hizo Maricá dentro del Brasil de Bolsonaro, en medio de una pandemia y en pleno Siglo XXI. Ante esta afirmación me responde el Teniente de Alcalde, Diego Zeidan: “Lo que estamos tratando de hacer aquí en Maricá, además de la discusión de izquierda y derecha, es de hecho construir un nuevo modelo de la sociedad que se preocupe por las personas, para atender las demandas de la mayoría de la población”. “Somos de izquierda -remarca- nos identificamos como un partido y gobierno de izquierda, y defendemos que el Estado necesita garantizar lo mínimo para que la gente viva con dignidad. No podemos tomar como ejemplo el Estado capitalista neoliberal, que está ausente de la vida de las personas y que cree que el mercado regulará y satisfará todas las demandas”.
Para Zeidan, “el mercado tiene fallas en algunas situaciones, tiende al monopolio, la concentración del ingreso y la concentración del capital, y el Estado necesita existir para crear mecanismos que garantizan una vida digna para todos, una vida que no tenga explotación laboral, donde las personas tengan comida en la mesa, acceso a la salud, la educación, la seguridad y cultura general como una forma de ocio, como forma de deporte”. En ese sentido, desde el gobierno de Maricá sostienen que el Estado debe garantizar derechos e igualdad, “ya que el capitalismo tiene fallas y el mercado no puede satisfacer la demanda de gran parte de la población. Entonces, queremos mostrar que es posible un nuevo modelo de Estado, un modelo que en realidad no es nuevo, que ya se usa en China, en Cuba, en algunos países nórdicos, que ni siquiera son socialistas incluso existe un modelo de Estado que promueve el bienestar social” remarca el Teninete de Alcalde.
Finalmente, concluye “debemos asegurarnos de que todos y todas tengan acceso a la salud, la educación, la seguridad, y el derecho a la dignidad. Aquí, en Maricá, demostramos en la práctica que trae beneficios no sólo sociales, sino también económicos”. Después de todo, no es de extrañar que Maricá sea la ciudad con el mayor número de empleos durante la pandemia y asegura: “Así trabajamos en Maricá, demostrando que el Estado tiene que servir a las personas y no a los intereses de los bancos y grandes empresas, sino de los que más lo necesitan, los que están en más dificultades”.