Por Nicolás Rizzo. Un día como hoy pero hace cien años nacía Julio Cortázar, unos de los máximos exponentes de la literatura. Marcha lo recuerda con una de sus obras destacadas, Rayuela.
¿Encontraría a la Maga? Con esta pregunta comenzaba una novela que marcaría un antes y un después en la carrera de Julio Cortázar, novela que si me lo permiten, comenzó a gestarse desde aquel primer relato publicado, que luego aparecería en Bestiario. Por supuesto hablamos de Casa tomada. Si bien Julio consideraba a Johnny Carter como antecedente directo de Horacio Oliveira, uno puede ver la filosofía de Rayuela en cada uno de los relatos previos a la publicación de la novela. Pero, ¿por qué Rayuela es el zenit de la literatura cortazariana? Veamos.
Rayuela cuenta con 155 capítulos en total. Con solo haber leído 56 capítulos, habremos concluido con la historia principal por llamarlo de alguna manera. Lo interesante se genera en el momento en el que queremos leer la totalidad del libro. Para esto, nos encontramos con una tabla de dirección. Esta tabla marca un recorrido en la novela hecha por el autor. Esto significa: la novela se puede leer como mínimo, de tres maneras diferentes. La primera es precisamente leyéndola de principio a fin. Este método no es el recomendable según las palabras del propio autor. La segunda es leyendo la novela como nosotros queramos. Finalmente la tercera es utilizando el recorrido sugerido por Cortázar. Este recorrido nos hace comenzar el libro en el capítulo 73, para luego pasar al 1 y luego al 2 y luego al 116 y así sucesivamente. Con esto lo que se busca es que la lectura no sea algo meramente formal, estática y pasiva, sino todo lo contrario, es decir, algo lúdico y participativo que nos haga pensar de otra manera y romper con los esquemas tradicionales. Hago énfasis en esta idea, ya que a lo largo del libro iremos viendo una “exigencia” por parte del autor para que el lector también participe.
Esta tabla de dirección también trajo consigo una polémica, ya que muchos pseudo intelectuales le criticaban a Cortázar esta ruptura que se buscaba generar con el salteo de capítulos. Muchos alegaban que cualquier libro podía ser leído en cualquier orden, pero que al fin y al cabo, Rayuela planteaba un orden dentro de ese supuesto desorden.
La novela se encuentra divida en 3 partes: Del lado de allá, parte que transcurre en París; Del lado de acá, parte que transcurre en Buenos Aires; y De otros lados, parte supuestamente prescindible del libro, que incluye misceláneas que pueden pasar desde recortes de diarios hasta por relatos complementarios con las otras partes de la novela, hasta finalmente llegar a las Morellianas.
Es interesante destacar como detalle que Rayuela sitúa al lector del libro en Buenos Aires. ¿Que quiero decir? Si miramos los nombres de las partes, Cortázar, llama como “Del lado de acá” a la parte que transcurre en Buenos Aires y “Del lado de allá” a la parte que transcurre en París. En diferentes entrevistas el autor explica que estos nombres no fueron puestos azarosamente y que buscaba intencionalmente generar esta ubicación de espacio en el lector.
Con respecto a los capítulos y sus personajes, la novela es sumamente rica. Al abrir este libro nos encontraremos con Horacio Oliveira, un bohemio porteño con constante crisis existenciales y metafísicas. Oliveira es un sujeto que se encuentra en la búsqueda de lo absoluto. Búsqueda que lo llevará a lo largo de la novela a través de diferentes situaciones, absurdas y mundanas. Junto con Oliveira se encuentra Lucía, mejor conocida como la Maga.
La Maga es la antítesis de lo que es Oliveira; es una mujer que disfruta las nimiedades de la vida, preocupándose por pocas cosas, pero por nada existencial. Esto genera que Lucía sea un ser ingenuo e ignorante de muchas cosas de las que Horacio Oliveira y los integrantes del Club de la serpiente discuten. Sin embargo, esta ignorancia en ciertos aspectos culturales, son reemplazados por una gran creatividad, esa que la llevó a crear un lenguaje de enamorados que rompía con el cliché del lenguaje de enamorados. A esta nueva lengua Cortázar la llamó Gliglico o mejor conocida como Giglico. Este lenguaje se ve expresado claramente en el capitulo 68. En este capitulo se describe una relación sexual en donde todo y nada esta explicito. ¿Qué quiero decir? Cortázar dice que esta necesidad de invención de una nueva lengua se debió a su timidez de describir una acto sexual a través del lenguaje ya establecido. Este nuevo idioma además, juega mucho con la fonética y lo que nosotros podemos llegar a imaginar.
Cuando Rayuela era un mero borrador, Cortázar tenia otro destino para la Maga. Esta iba a ser una mujer imaginada por Oliveira, es decir, un ser inexistente, una mujer idealizada por él. Mucho tiempo después, decidió que la Maga debía existir para poder enriquecer aun mas la historia. Acompañando en las noches parisinas a Oliveira y La Maga se encontraba El club de la serpiente. Este es un grupo integrado por bohemios de diferentes nacionalidades y profesiones, que se reúnen cada noche en un departamento parisino a tomar vodka, escuchar jazz, fumar tabaco y discutir cuestiones filosóficas de la vida y la cultura. Dentro de este grupo se encuentra Ossip Gregorovious, intelectual que carga constantemente una valija con libros y además pretendiente del amor de la Maga. Ettiene, pintor surrealista parisino. Ronald, pianista de jazz estadounidense. Babs, pareja de Ronald que además se encuentra secretamente enamorada de Oliveira. Perico Romero, de quien no se sabe casi nada, dado que por algun motivo, cumple un rol ínfimo en el grupo. Finalmente también se encuentra Wong, el cual es un fotógrafo chino. Estas tertulias también giran alrededor de un autor el cual es admirado por todos los integrantes del club, este autor es Morelli.
Morelli es un escritor considerado el alter ego de Julio Cortázar. Sus apariciones en la novela se desarrollan mayormente en las Morellianas. Las Morellianas ubicadas en De otros lados de la novela. En estos escritos Morelli / Cortázar transmiten diferentes ideas, desde literarias, hasta filosóficas. Lo interesante de estas Morellianas son la vigencia que tienen no solo en la estructura de Rayuela, sino también en los cuentos de Julio Cortázar. Tranquilamente podríamos leer “Historia de cronopios y de famas” y aplicar lo dicho por Morelli y veremos como concuerda el libro y sus planteo.
Una vez que la novela se traslada a Buenos Aires, nos podemos encontrar con Traveler y Talita. Aquí podemos tomar como primer aspecto interesante, la idea del Doppelganger. Esto es; la idea de un doble de uno mismo. Traveler seria el doble de Oliveira y Talita el de La Maga. Esto si bien de primer momento no se nota, luego de ir desarrollándose la historia, podremos ver que no solo son dobles, sino que también son antagónicos, llevando a la historia de la novela a un desenlace muy particular.
Julio Cortázar era un amante del jazz y esto se ve reflejado en Rayuela. Tomando como idea las canciones que suenan en el libro, se llevo a cabo una recopilación y se lo publico en un disco llamado Jazzuela. Por aquí pasan músico como Louis Amstrong y Duke Elligton entre otros. El disco actualmente es muy complicado de conseguir en formato físico.
A posteriori de la publicación de la novela, se publica la novela 62/ modelo para armar. Novela que toma el numero 62, del capitulo de Rayuela. En este capitulo se describe un proyecto de libro que quería llevar adelante Morelli y el cual planteaba rupturas nunca antes vistas en la literatura. Esto fue tomado por Julio Cortázar y proyectada en este libro que efectivamente rompió con los esquemas tradicionales de la literatura, pero esta ya es otra historia.