Por Mario Hernandez
El gobierno se enfrenta no solo al contagioso canto contra el presidente, que ya excedió las fronteras futbolísticas; sino también al paro docente y de estatales, a los que se le suman la defensa de los planes sociales por parte de los movimiento populares.
El secretario general del sindicato de árbitros (Sadra), Guillermo Marconi, aseguró el martes pasado que evalúan “suspender los partidos cuando los hinchas insulten al Presidente”. Hoy los referís están habilitados para frenar los encuentros cuando aparezcan agresiones o actos de discriminación contra las comunidades de Bolivia y Paraguay.
Lo mismo sucede cuando cantan contra la comunidad judía. Al comienzo Cambiemos supuso que estaban únicamente ligados al fútbol. Pero las voces de las multitudes se expandieron. Primero fueron los repudios en los estadios de River y San Lorenzo. Luego la figura del Presidente fue vituperada en dos recitales: el de Dancing Mood en el Centro Cultural Konex y en el de Los Guasones. Por una interrupción momentánea en la Línea D de subterráneos, un grupo de pasajeros embistió contra Macri en la estación Callao. Se volvieron a repetir en los estadios de Independiente, Chacarita, Gimnasia y Huracán. En este último caso por un corte de luz bastante prolongado. También en Lanús, Unión y en un estadio del ascenso, el del Club Mitre, de Santiago del Estero, del Nacional B.
Entonces, el Gobierno tomó la decisión de habilitar la discusión parlamentaria por la legalización del aborto que provoca millares de muertes evitables. Pero el cálculo político no empaña lo esencial: diputados y senadores finalmente afrontarán una discusión largamente demorada a pesar de la exigencia de la calle. Como seguramente será la del próximo 8 de Marzo, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que tuvo su origen en un hecho de 1857, cuando cientos de mujeres de una fábrica textil de Nueva York marcharon contra los bajos salarios. La jornada terminó con 120 muertas por la brutal represión policial.
5 y 6 de marzo: paro nacional de estatales y docentes
La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) paró lunes y martes en reclamo de la reapertura de la paritaria nacional –que el Gobierno derogó por decreto– y de negociaciones sin techo salarial.
Además, hicieron una movilización al Congreso nacional y harán un nuevo cese de actividades el jueves 8 en adhesión al Paro Internacional de Mujeres.
Si bien pocos distritos ya comenzaron las clases, son 21 provincias donde el inicio del ciclo lectivo estaba programado para el lunes 5.
El Gobierno que conduce María Eugenia Vidal salió a la ofensiva y adelantó que descontará el presentismo a los docentes que se sumen a la huelga.
En la Ciudad de Buenos Aires, en los últimos 7 años la partida para educación ha caído un 8,9 % según el informe elaborado por docentes de la zona sur de la Asamblea Unificada del Distrito 21°, que abarca las escuelas ubicadas en los barrios de Villa Lugano y Villa Riachuelo.
Esta zona es la que precisamente más se vio afectada con la falta de vacantes (12.000). A esto hay que sumar el anuncio de hace una semana atrás, donde el gobierno porteño anunció el cierre de 13 sedes del Plan FinEs dejando a 80 docentes sin trabajo y alrededor de 500 estudiantes que no podrán terminar sus estudios secundarios.
“En cada lugar donde haya despidos, hay luchas que van a multiplicarse”, aseguró el titular de ATE Nacional, Hugo “Cachorro” Godoy, al anunciar un nuevo paro de 48 horas de los trabajadores estatales de todo el país.
La medida de fuerza será el 5 y 6 de marzo, y coincidirá con la huelga que convocó la Ctera a nivel nacional.
Ante los medios y rodeado de otros dirigentes nacionales, provinciales y sectoriales, Godoy explicó: “Los trabajadores en general, y los trabajadores estatales en particular, estamos atravesando los momentos más tremendos de nuestras vidas, nos está pasando lo peor. Ya son más de 3.000 los despedidos y despedidas del Estado Nacional. El Gobierno Nacional no ha dado una sola muestra de intención de generar un espacio de discusión para resolver estos problemas. Están cerrando fábricas, como en FANAZUL, terminando emprendimientos productivos, como la mina y la usina de Río Turbio, transfiriendo funciones del Estado al ámbito privado, como sucede en SENASA y en INTI”.
En la misma línea, el secretario general de ATE reclamó la reapertura de paritarias, expresó el rechazo al “techo del 15 % de aumento que pretende imponer el Gobierno” y pidió “la reincorporación de todos los trabajadores y trabajadoras despedidos” en el sector público.
De esta manera, los dos gremios mayoritarios de cada una de las CTA, Autónoma y de los Trabajadores, protagonizarán jornadas de lucha que se prevén masivas.
Los trabajadores de Río Turbio, que siguen apostados en la boca de la mina 5 de manera pacífica, denunciaron que el Gobierno nacional ordenó movilizar un escuadrón de 125 gendarmes asentados en Bariloche.
Contra los movimientos sociales: Planes sociales por programas de empleo
El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación anunció el desmantelamiento de los últimos programas de empleo que le quedaban sin desfinanciar. El Programa “Argentina Trabaja” y el Programa “Ellas Hacen”.
El Gobierno de Mauricio Macri desde hace dos años ha avanzado en la descooperativización de los programas eliminando el requisito de organización cooperativa al beneficiario del programa de empleo, anulando y suprimiendo matrículas de Cooperativas de trabajo, e impidiendo a las mismas acceder a la obra pública.
El Gobierno de Mauricio Macri ha vuelto a implementar los planes sociales en la Argentina. Ha creado y masificado un plan social que no tiene contraprestación alguna por parte del beneficiario, que no exige su registración en el monotributo, ni requisito de capacitación alguna a quien lo perciba.
“Los Movimientos Populares en la Argentina no queremos planes sociales. Pretendemos conservar la capacidad creativa de planificar la organización colectiva del trabajo de las compañeras y compañeros que han quedado excluidos del modelo económico que profundiza el Gobierno de los patrones”, señalan en una declaración el Frente Barrial CTA, la CNCT (Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo) y el Frente por el Trabajo y la Dignidad Milagro Sala.