Por Noor Jiménez Abraham*
“El 50% de los rescates de todo el país se produce en la provincia de Buenos Aires que también es el principal lugar destino de las víctimas”.
La licenciada Viviana Caminos es la directora del Programa de Rescate y Acompañamiento a Víctimas de la provincia de Buenos Aires y también la presidenta de la ONG Ratt Argentina (Red Alto al Tráfico y la Trata); a poco de que se realice el cambio de autoridades en la provincia, expresó: “quiero agradecer a la provincia de Buenos Aires que haya pensado, como nunca se hace, en que una integrante de una organización social esté a cargo de un programa de rescate a víctimas de trata, eso me parece muy importante”.
Reclutamiento y vulnerabilidad
La provincia de Buenos Aires es una zona de explotación tanto sexual como laboral con tráfico dentro del propio territorio. Algunas víctimas provienen del conurbano y son reclutadas en poblaciones con mucha vulnerabilidad para terminar en talleres, campos o granjas en la vastedad de la provincia en zonas como Balcarce, Mar del Plata, Olavarría, Bahía Blanca, el Gran Buenos Aires, o ser destinadas al comercio sexual; en general las víctimas son personas jóvenes, en una franja que va de los 18 a los 40 años,
Bajo la ley de trata de personas del 2008 y su modificación en el 2012 más las normativas específicas locales, en lo que tiene que ver con trata laboral, las víctimas proceden de países como Bolivia, Paraguay, Perú y del norte argentino: de las provincias de Santiago del Estero, Jujuy y Salta; en los casos de trata sexual las mujeres son traídas desde Paraguay y República Dominicana en su mayoría, algunas de Colombia y otras también del norte del país.
En cuanto al perfil de las víctimas de trata sexual en la provincia de Buenos Aires, se corresponde con el de una mujer sin pareja o familia, con hijos a cargo, sin trabajo, sin casa, algunas de ellas dependientes de adicciones o vulneradas por abuso sexual infantil. En lo que se refiere a la explotación sexual, las víctimas provienen en general de barrios del conurbano bonaerense (La Matanza, Moreno, Quilmes, José C. Paz, San Miguel, entre otros). La mayor parte de los reclutadores son argentinos.
Explotación y trata
Si bien toda víctima de trata de personas es explotada, se llega a esa situación a través del engaño, la fuerza o la coacción. “El tema laboral es relativamente nuevo y muy importante; por mucho tiempo hubo mayor concentración de interés en el tema sexual”, dijo Caminos. El perfil de la víctima de trata laboral es un hombre o una mujer de origen extranjero (el 80%) a quienes se explota en talleres textiles, granjas o campos y además en el servicio doméstico, en el caso de las mujeres.
Los explotadores laborales también son de otros países en un 80%, “si pensamos, por ejemplo, en un taller textil, probablemente los dueños mismos fueron explotados, luego se pusieron un tallercito y trajeron a compatriotas a trabajar a la Argentina en condiciones similares a su país de origen”, manifiestò Caminos, quien agregó que estas personas “trabajan en un extenso horario de 7 a 21, con apenas algún receso para comer, con sueldos que rondan los 7 pesos la hora”.
A través de los allanamientos se hace evidente la forma en que viven las personas explotadas, que están en situación de esclavitud, ya que duermen amontonadas, con un baño para compartir entre 20 y se alimentan a partir de una comida que no pueden elegir porque se las provee el dueño del taller o del campo. Las condiciones son también de extrema inseguridad, con cables de electricidad sueltos y sin matafuegos en lugares donde hay muchas telas.
La licenciada Viviana Caminos expresó que “la gente viene a la Argentina casi sabiendo las condiciones, que son muy similares a sus países de origen”, a lo que agregó que “siempre la Argentina se caracterizó por ser un país abierto al mundo y que está muy bien que así sea”. Según sus manifestaciones tiene que haber controles en los países de origen, sobre todo en las fronteras, “porque ellos saben las rutas para llegar hasta nuestro país”.
La Oficina de Rescate de la provincia de Buenos Aires funciona desde diciembre de 2013; en la actualidad, cuando la oficina nacional toma los casos y hace la primera asistencia, inmediatamente después se procede a la transferencia a los puntos focales, o sea a las provincias, que tienen que hacerse cargo de la asistencia posterior. Los allanamientos son llevados a cabo tanto por los programas nacionales como por los de la provincia de Buenos Aires que en estos casos trabaja con fiscales especializados en delitos conexos a la trata, quienes están en funciones a partir de que la procuración de la provincia dispusiera que hubiese un fiscal en cada departamento judicial para que se investigara la explotación. Así, a través de los delitos conexos a la trata como la pornografía infantil, la mendicidad, la explotación sexual y laboral, en muchos casos, se llega a descubrir la comisión del delito de trata de personas.
Nación y provincia
Viviana Caminos manifestó que “si es que el rescate lo hacemos en la provincia, analizamos lo que se necesita en ese momento: puede ser un refugio o tal vez asistencia psicológica, muchas víctimas rescatadas nos son derivadas desde la Nación para la asistencia, en esos casos se hace un diagnóstico de la vulnerabilidad de la víctima para saber dónde tenemos que intervenir y luego articulamos con los municipios”.
Con respecto a las denuncias, la directora de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a Víctimas de la provincia de Buenos Aires manifestó que son la forma de llegar a los allanamientos y que a veces son realizadas por los propios vecinos, “algunas personas se comprometen con apellido, nombre y número de documento”. Las denuncias se pueden realizar por llamado telefónico –en forma anónima o no- al número 145 (línea gratuita nacional), también, sin costo monetario, al número provincial 0800-666-4403. En todos los casos, son atendidas los 365 días del año y las 24 horas del día.
“En las provincias del sur de la Argentina donde hay mucha trata sexual y laboral, en general la problemática no es muy visible porque no es un tema que les afecte directamente dado que las víctimas no suelen ser de allí y no hay tantas denuncias como en la provincia de Buenos Aires donde estamos muy sensibilizados, o como sucede en el norte del país, ya que las víctimas pueden ser propias de esos lugares”, expresó Caminos.
Además de la ley nacional, la provincia de Buenos Aires cuenta con normativa específica que por su carácter legislativo deberá continuar impulsándose más allá del cambio de administración, especialmente en lo que se refiere a los aspectos que todavía restan por ponerse en marcha. Estas leyes son la 14.453, por la cual se crea la Oficina Provincial de Lucha contra la Trata para la concreción de políticas públicas efectivas (que aún no comenzó a funcionar y que deberá estar integrada por distintas áreas de trabajo interdisciplinario, como ministerios, el Poder Legislativo provincial, la Procuración, la Defensoría del Pueblo, direcciones, secretarías y las Ongs); también se crea el Observatorio de Trata de Personas; y la ley 14.473 que establece el Sistema de Refugios –ya hay dos en la provincia y se está por abrir el tercero.
Desde el espacio de la sociedad civil, la ONG Ratt Argentina realizará su VII Congreso anual entre el 4 y 5 de diciembre en Ciudad de Buenos Aires, como espacio de intercambio de las experiencias de trabajo en cada foro provincial del país y para la proyección de las actividades del año próximo, con participación de sectores de la sociedad civil y del estado, y abierta al público, bajo el lema “a 7 años de la ley, qué se hizo, qué falta”.
*Doctora en Ciencias de la Comunicación Social