Por Carina Bravo*. La semana pasada, trabajadoras/es de prensa de Mendoza marcharon por las calles de la ciudad para visibilizar los despidos y maltratos de parte de empresas mediáticas y servicios públicos. Una red de periodistas con enfoque de género forma parte y está al frente de las protestas.
La Red PAR, que es la articulación de periodistas de Argentina por una comunicación no sexista, advirtió en el documento final de su IX Encuentro Nacional, que se realizó en Mendoza, en octubre 2014, sobre la precarización laboral de periodistas. Esta visibilización de una realidad que las empresas mediáticas intentan esconder es el presente de cada familia mendocina, integrada por periodistas.
Sectores sensibles que pueden ver más allá de sus intereses, expresan su solidaridad y repudian iniciativas espurias y antidemocráticas con las que se atenta la fuente laboral que da sustento a tantas familias de profesionales de prensa, hablamos de despidos y suspensiones por participar en asambleas y realizar huelgas en reclamo de mejores condiciones laborales, persecución ideológica, maltrato constante, acciones que se llevan adelante con la misma ilegitimidad e impunidad, tanto en ámbitos públicos como privados y que da cuenta de cómo se encuentra desprotegido el periodismo, en lo que concierne a los derechos laborales de quienes informan y al derecho a la información y la comunicación de todos/as los/as ciudadanos/as.
El sindicato de Mendoza con personalidad jurídica, es decir, con independencia para tomar decisiones en su región, cuenta con un convenio colectivo de trabajo que data del año 1975 (CCT 17/75). Este convenio, sin asamblea previa, sin consultar a las bases, casi fue modificado por la anterior conducción del sindicato de prensa de Mendoza, en connivencia con las empresas de medios locales, quienes no aceptaban pagar la escala salarial, que allí contempla en su artículo 58, escala que ningún medio mendocino paga, lo que ha desatado una gran cantidad de demandas por partes de los y las trabajadoras de prensa y que hoy se dirime en la justicia.
En ese marco más de 300 trabajadoras y trabajadores de los medios marcharos por las calles de Mendoza, se organizaron y en 2011 la Vice- Ministra de Trabajo de la Nación, Noemí Rial, firmó una resolución que afirma que CCT17/75 está vigente y es exigible. En el 2013 por primera vez en mucho tiempo los y las periodistas eligieron por voto directo una nueva conducción sindical que hoy defiende los salarios y las condiciones laborales por actividad. Las empresas mediáticas de Mendoza iniciaron una embestida contra los poderes políticos y puntualmente contra el poder judicial intentando hacer modificaciones en la cámara laboral, atentando contra los jueces que habían fallado a favor de los reclamos de las y los trabajadores de prensa y devolviendo el favor a los magistrados que fallaban beneficiando a las empresas. El poder político pudo neutralizar algunos de estos intentos y a raíz de esto, la Suprema Corte de Justicia de Mendoza llama a la primera audiencia pública para hablar sobre el salario de la prensa mendocina y el plenario se expidió el 23 de septiembre de 20014, por cuatro votos a dos, ratificado que el salario es el que indica el convenio colectivo de trabajo vigente; sin embargo las empresas se niegan a pagar lo estipulado por ley. En ese contexto el sindicato ha solicitado a la Subsecretaría de trabajo y al Ministerio de Trabajo de la Nación que intime a los medios de comunicación a pagar lo estipulado por ley.
De planes de lucha y reclamos censurados
El caso más resonante por estos días ha sido la sucesión de despidos y suspensiones llevadas a cabo en el Multimedios Uno, ante el reclamo de sus trabajadores/as; explícito ataque a la libertad de expresión, la libertad sindical y el derecho a huelga, con el agravante de no acatar la conciliación obligatoria dictada por la subsecretaría de Trabajo de la Provincia de Mendoza. En ese marco las 8 personas despedidas y las 10 suspendidas, ante una medida precautoria de la cámara Cuarta del Trabajo, pueden regresar a sus puestos, pero durante la semana en que la justicia llegaba a esta determinación, la empresa intimaba a las y los trabajadores despedidos a llegar a algún tipo de arreglo económico, algunas de estas personas, ante el temor y la necesidad accedieron, es decir que perdieron su fuerte laboral y recibieron como pago una pequeña porción de lo que les corresponde por sus años de servicio.
Desde las radios públicas LV8, LV19 y LV4, dependientes de Radio y Televisión Argentina, Sociedad del Estado, las trabajadoras y los trabajadores de prensa también exigen el cumplimiento del pago de la escala salarial y hacen oír su voz a través de un plan de lucha que es censurado por el resto de los medios de comunicación en forma corporativa y por los directivos de esas radios estatales, quienes mediante un comunicado impiden que en esos espacios se hable de temas sindicales y se le informe a la población al respecto.
En el caso de la Universidad Nacional de Cuyo, tras la asunción de las nuevas autoridades electas por voto directo, en el mes de agosto, se decidió no renovar algunos contratos de profesionales de Señal U –el canal de la Universidad- y de Edición UNCUYO –su publicación digital-. Sin ningún tipo de explicación o notificación formal, se procedió a señalar “a dedo”, quiénes continuaban y quiénes no, a sabiendas de que hacia el 2015 la situación nuevamente se tornará inestable e impredecible.
Ascequia TV, el nuevo canal mendocino, dependiente del gobierno de la provincia, en primera instancia, sin explicación alguna, afilió a sus trabajadoras y trabajadores de prensa a otros sindicatos y eso generó la primera lucha para quienes en defensa de sus derechos fueron perseguida/os o despedida/os. Actualmente el gobierno mendocino, pretendiendo incumplir con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ha presentado un proyecto ante la legislatura para permitir el ingreso, como accionistas, a capitales privados.
La violación, por parte de los medios de Mendoza, a las leyes provinciales y nacionales, a los tratados internacionales; se hace manifiesta no sólo a través de lo que comunican muchos de estos medios, sino también hacia sus trabajadores y trabajadoras. La lucha de estas personas es silenciada ya que no se muestra a la sociedad y la población se pierde de conocer estas noticias de quienes día a día llegan a sus hogares contando otros tantos hechos.
La/os silenciada/os hoy siguen luchando.
*Lic. en Comunicación Social. Es periodista de LV8 Radio Libertador, Secretaria de Asuntos Profesionales del Sindicato de Prensa de Mendoza e integrante de la Red PAR –Periodistas de Argentina en Red por una comunicación no sexista-.