Por Mesa de Organizaciones por Verdad y Justicia para Cecilia Basaldúa desde Cruz del Eje, Córdoba* / Foto: Enfantt Terrible para Prensa Comunitaria Córdoba
Se realizó la tercera jornada en el juicio en el que el poder judicial define si está del lado de la verdad o del lado de la impunidad en el proceso en que se juzga si Lucas Bustos es responsable por los delitos de abuso sexual y femicidio de Cecilia Basaldúa en abril de 2020 en Capilla del Monte. Fue la última por la tarde ya que desde el jueves 5 de mayo las audiencias serán a doble turno para escuchar los más de 50 testimonios que restan.
Esta vez se escuchó a seis testigxs, entre quienes se encontraban los efectivos policiales Hernán Vivas y Carlos Albariños; Walter Luna, arrendatario del campo donde apareció sin vida Cecilia; Victor Jaime, vecino de Walter Cruz; Federico Manzano Torres y De La Puerta, contacto previo de Cecilia; y Adrián Aldecoa, primo de Cecilia que vive en Villa Carlos Paz.
Algunos de los momentos cruciales de jornada, además de las contradicciones en los relatos de los efectivos policiales, fue cuando la inoperancia policial quedó en evidencia, una constante que se repitió en la segunda audiencia, tuvieron lugar cuando Luna afirmó que no había posibilidades de que el cuerpo de Cecilia hubiera permanecido varios días a la intemperie en ese lugar y cuando Manzano denunció que la búsqueda la hicieron asumiendo que Cecilia “se había perdido porque estaba drogada”.
La jornada prosiguió con el testimonio de Hernán Vivas, efectivo policial que trabajaba en el cuartel de Bomberos de Calamuchita. El policía declaró no conocer al imputado Lucas Bustos e hizo mención de que en varias oportunidades participó del operativo de búsqueda de Cecilia. Dijo que instruía a los efectivos encargados de la búsqueda para que hicieran “un trabajo de conciencia, aplicando técnicas para que los lugares queden bien rastrillados”. Vivas estuvo a cargo del equipo que tuvo la primera aproximación a Cecilia. Comentó que entre las 3 o 4 de la tarde fueron hacia la zona del campo de Walter Luna y que allí encontraron a un joven de 15 años aproximadamente, aterrado, porque “aparentemente había un cuerpo”. Walter Luna y su hijastro los guiaron hasta el lugar del hallazgo del cuerpo por un camino optativo debido a que se aproximaba la noche. Era un lugar de difícil acceso y atravesaron el monte como podían con sus herramientas (machete) hasta llegar al río, donde no había señal de teléfono móvil.
El policía declaró que cuando llegaron al lugar donde se encontraba el cuerpo se guardó la mayor distancia posible hasta que se pudiera reconocer. Se precintó el lugar y, en vano, procedió a buscar señal de celular. Vivas manifestó que no vió el cuerpo con exactitud, solo una silueta; estima haber estado a unos 60 metros. “Recibimos directivas de no aproximarnos hasta que llegue personal judicial”. Se armó un operativo y fueron la fiscal Jorgelina Gómez y policía judicial. Vivas aseguró que no habían buscado por esa zona con anterioridad, que se había buscado en zonas aledañas al cerro Uritorco y el Hotel Principado. Dos efectivos policiales permanecieron trabajando con oficiales de la policía judicial durante dos horas. Vivas agregó que al día siguiente, con el objetivo de ver si se encontraba alguna pertenencia, se hizo un recorrido desde el Hotel Principado -según un testimonio, ese fue el último lugar dónde se vió a Cecilia con vida- hasta el lugar dónde se halló el cuerpo.
El discurso del efectivo Hernán Vivas fue contradictorio en relación a su declaración en la fiscalía del día 3 de diciembre del 2020. En el actual testimonio dijo que los primeros en llegar al lugar donde se hallaba ubicado el cuerpo de Cecilia fueron los efectivos de la departamental de Investigaciones de Punilla; mientras que en la audiencia anterior declaró que fueron ellos mismos. Ante esto, el testigo expresó que “no recuerda”. Y la segunda contradicción fue que hizo mención de que tardaron dos horas aproximadamente en llegar a la zona del cuerpo, cuando en la declaración de la fiscalía anterior dió cuenta de que el recorrido llevó entre veinte y treinta minutos.
“Estoy 100% seguro de que esa semana (la anterior al 25) no había nada”
El segundo testimonio fue el de Walter Luna, comerciante y trabajador rural. Declaró conocer hace años a la familia Bustos. De acuerdo a su declaración, el sábado 25 de abril alrededor de las tres menos cuarto de la tarde, envió a su hijastro a buscar a una yegua y a su cría. Al llegar a la casa del campo lo ven como tildado. “Le pregunto si encontró la yegua y al ratito me respondió: ‘no, encontré un cuerpo. Me parece que es el de la chica que están buscando”.
Luna recuerda que dio aviso y llegaron policías, bomberos e infantería. “Yo les dije que cortemos por el campo de Jaime, 1000 metros hay más o menos a la cueva de los perros. Habremos ido 10 personas. No conocía a ninguno. Vinieron todos de fuera”. Algo clave en el testimonio de Luna es que cuatro días antes habían estado en el mismo lugar buscando a la yegua y asegura no haber visto el cuerpo: “Estoy 100% seguro de que esa semana no había nada”.
Su campo, de 49 hectáreas, colinda con el basural y con el campo de Víctor Jaime. Hace diez años que Luna está en el campo. Como no vive ahí, en esa época iba todos los días de 13:20 a 18hs. y luego se iba a su casa de Charbonier. En su testimonio aseguró que no vio pasar a nadie durante esos días y que nunca vio a Bustos en su campo. El 25 de abril, antes de hablar con su hijastro, le sorprendió ver muchas camionetas que iban y venían cerca del basural. Aún, supuestamente, nadie sabía que el cuerpo de Cecilia había sido encontrado.
A continuación compareció Víctor Eduardo Jaime, empleado rural y mecánico y dueño del camping “El Ranchito” en Capilla del Monte y del campo Puesto Viejo, colindante al campo donde fue hallado el cuerpo de Cecilia. Señaló que conoce a Lucas Bustos por ser vecinos y que no conoce el lugar donde apareció. Aunque en la audiencia dijo que nunca había tenido problemas con los Bustos, se le leyó la declaración realizada en Fiscalía en el año 2020, donde da cuenta de haber hecho una exposición policial contra la familia Bustos por el tema de los animales. Jaime reconoció haber escuchado por la radio “Jota”, una radio local de Capilla del Monte, que había aparecido un cuerpo en el basural cuatro días antes de que se diera la noticia. Posteriormente, refiere, esta información se retiró del medio de comunicación y el intendente, Fabricio Díaz, la negó.
“Se hicieron mal las cosas. No la buscaron bien”
Luego de un cuarto intermedio declaró Federico Manzano Torres y de la Puerta, quien conoció a Cecilia cuando tenía alrededor de diez años -ahora tiene 25- en un viaje a Bolivia junto con su mamá y sus hermanas. “Ella vino una vez a Capilla del Monte. Siempre tuvimos contacto”. El testigo relató que en marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia, Cecilia se comunicó con su madre. Manzano dijo que ella estaba bien, que él la quería ver pero nunca se encontraron, sólo se comunicaron por medio de mensajes de WhatsApp.
En relación a la búsqueda, Manzano manifestó su hartazgo por el accionar de la policía: “Desde mi punto de vista se hicieron mal las cosas. No la estaban buscando bien, primero la policía la corrió del camping. Yo la conozco, una sola persona no hizo esto. (Cecilia) era una persona que te daba vuelta, sabía artes marciales”. Afirmó que lo pusieron en una situación muy incómoda: “me allanaron la casa, me llevaron con la camioneta del DUAR [Departamento Unidades de Alto Riesgo], me hicieron buscar. Se comunicaban conmigo a cada rato. Iban todos los días a mi casa. En un momento me llamó un jefe de policía y me dijo: ¿usted Manzano qué opina, que está muerta, que está viva?” Remarcó varias veces lo que él considera errores en la búsqueda: «durante mucho tiempo la policía asumió que ella se había perdido porque se había drogado». El joven también nombró la publicación de Radio Jota sobre el hallazgo del cuerpo referida por Eduardo Jaime.
“Primo, vienen por mí”
El quinto testigo fue Adrián Alberto Aldecoa, primo de Cecilia. Él declaró que la última vez que vio a Cecilia fue durante el año 2012 o 2013. También comentó que se comunicaron durante su estadía en Capilla del Monte. El día 5 de abril ella envió un mensaje diciendo: “Primo, vienen por mí”. Aldecoa le contestó a las horas y ya no recibía los mensajes, “solo tenía una tilde”. El mensaje del primo de Cecilia se marcó leído el día 8 de abril.
El último testigo fue Carlos Alejandro Alvariño, policía de la Jefatura de Protección de personas. En 2020 trabajaba en la División de Paraderos. El oficial declaró que intervinieron, por pedido de la fiscal Paula Kelm, aproximadamente 14 o 15 días después de la desaparición de Cecilia. La fiscal Kelm realizó una reunión por videollamada con los equipos de búsqueda y allí se encontraban: Diego Concha, el jefe de bomberos de Carlos Paz, el MPF e integrantes del poder judicial.
Alvariño testificó que hubo una investigación en la casa de Mario Mainardi, que se comunicaron con la Comisión Nacional de Regulación del Transporte y que revisaron los movimientos bancarios. También hizo mención de que habló con las últimas personas que vieron a Cecilia, como Mario Mainardi y Viviana Juárez, y que le comentaron que el sábado se habían juntado con unos amigos. Los oficiales procedieron a hablar con los vecinos y confirmaron que efectivamente habían visto la carpa armada de Cecilia en el patio de Mainardi.
Alvariño declaró que el día que apareció Cecilia él no se encontraba en Capilla del Monte y que Mainardi le dijo que a Cecilia le había dado un brote sicótico: “Me dijo que estaba re loca. Y que si no hubiera llamado a la familia ni se habrían enterado de que estaba desaparecida”. También manifestó que estuvo en el momento en el que trajeron a los hermanos Bustos a la Comisaría. “Me pidieron la camioneta y fueron y buscaron a dos chicos. Vi cuando llegaron. Los dividieron a los hermanos. No escuché nada. A los 30 minutos salió un personal policial y nos dijo «parece que fueron ellos”. Le recordaron que en su declaración anterior en Fiscalía, había dicho que había sido el comisario Bracamonte quien trajo a los hermanos Bustos. Y no Pagano.
El jueves 5 de mayo se escucharán los testimonios de Wenceslao Falcon ”negro nigga”, propietario de Casa de Piedra; y Viviana “la rasta” Juárez. Aún sigue pendiente el testimonio de León Cruz, hijastro de Walter Luna, quien encontró el cuerpo sin vida de Cecilia porque el joven está estudiando en la localidad de Balcarce.
*conformada por varias organizaciones territoriales, llevan un diario del juicio en: https://justiciaporcecilia.wordpress.com/
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