Por Sofia Ordynans
La Joven Guarrior es una orquesta, una familia, compuesta por 14 músicos y actores versátiles que rotan roles, e instrumentos. Abordando temáticas que van desde el amor y la tradición, hasta la política y la historia, la ironía y el humor funcionan como recursos permanentes que cohesionan un relato compacto e irreverente, pero también profundo y sensible. Desde su creación en 2007 editaron tres discos, trabajando actualmente en la finalización del cuarto. Alquimistas de los formatos, y los géneros, surfearon fórmulas que fueron desde el acústico más despojado, hasta el despliegue escénico con el cual sienten que sintetizan su trayectoria hoy: “Perros de la Belleza”, con dirección de Juan Parodi.
En esta entrevista, Lautaro Pane y Juan Isola, dialogaron con Marcha acerca de cómo funciona ese mundo fusionado que es La Joven Guarrior.
– ¿Cómo es el proceso de ensamble de todos los elementos escénicos que utilizan en vivo?
L: Sucedió de una forma que nunca nos hubiéramos imaginado que podría llegar a ser, porque si bien es de una complejidad terrible, es increíble como Parodi tiene la facilidad de lograr callarnos a todos que somos niños insoportables, somos muchos, y es un quilombo. La presencia de Juan vino a ordenarnos y además la manera de proponerlo que tiene es muy amable. Estamos predispuestos a laburar con él, y realmente las ideas que tiene son aciertos indiscutibles. El tipo viene y te dice “bueno, ahora vos vas a entrar por el costado, vas a tener una sirena de ambulancia en la mano, y vas a caminar muy lento entre los músicos en total oscuridad. Vamos a probarlo”. Y también tenemos la suerte de poder ensayar en el Espacio Sísmico, con la libertad de poder estar horas en una sala grande, algo fundamental que no podríamos realizar en cualquier sala de rock. Entonces, vos entras por un costado con la sirena, el otro aparece con una máscara por otro lado, y ya lo ves escénicamente. Parodi es un tipo que tiene una habilidad y un ojo estético tan afilado que para mí lo que hace es meter golazos visuales. El loco con tres o cuatro cositas que acomoda, de repente te hace una obra pictórica con nosotros que somos los mismos 15 boludos de hace diez años y nos desencaja, porque de repente no podemos creer lo que está pasando, en qué momento sucedió. Fueron tres ensayos. En tres ensayos te diste vuelta; tipos que quizás vienen más de lo musical que de lo teatral están parados en su eje, con presencia, con la cabeza para adelante con cara de “estoy dejándolo todo” y es como un compromiso que la banda le confía de una forma maravillosa.
Mientras conversamos en el Espacio Sísmico, escucho personas yendo y viniendo, armando escenarios, preparando la sala, la cocina, la barra. Y es que el Sísmico es un teatro independiente fundado por Juan Isola y su hermana Sol, hace ya 3 años, en el que trabajan, producen y circulan contenidos culturales, desde obras de teatro, hasta talleres de arte para chicos. La oferta es larga y ancha, siendo un espacio en el que además, gran parte de la banda trabaja para su mantenimiento y funcionamiento.
– ¿Cómo es que se da la confluencia de disciplinas teatrales, musicales, escenográficas a lo largo de su historia?
L: Hay algo muy lindo que dijo el Pastor, que es que en cualquier grupo donde hay más de tres hombres juntos reina la inmadurez, la idiotez, lo lúdico y en alguna forma lo teatral. Si bien gran parte de nuestras canciones tienen un deje de ironía, la poesía del Pastor como la del Perro Viejo (Juan Isola) es especialmente irónica. Eso te instala en un lugar que no siempre es de humor, pero sí histriónico. Cuando el Perro -músico y actor- se une a la banda allá por el 2008, esta cualidad surge naturalmente y hace más dinámicos los shows. Muchas veces cuando vamos a ver un espectáculo nos quedamos con las ganas de que los músicos cuenten un poco más quiénes son, de dónde vienen, qué les pasa o qué pensaron cuando escribieron tal canción. Hoy en día pasa de todo y no podes obviar lo escénico, somos cuerpos dentro de un escenario que estamos expresando algo, y sería una picardía desde nosotros no tener la posibilidad de hacer una referencia escénica teatral.
– ¿Cómo surge la idea de elaborar espectáculos que no se atan estrictamente al lanzamiento de un disco?
L: Nos dimos cuenta que la Guarrior muchas veces termina siendo más aceptada en los escenarios que en los reproductores, sea por lo escénico o por la puesta. Hay algo que nosotros contamos en el escenario que en el disco no lo contamos porque no es el lugar, y menos en el que estamos trabajando ahora. Los otros discos los hicimos en estudios de amigos con buenos equipos pero en casas, y ahora estamos en un estudio de verdad. Integramos al sonidista Fede Nicolau y a un productor para que busque una sonoridad que nosotros antes no teníamos, ahora que la formación está más pulida. Si bien somos eclécticos y los géneros que abarcamos también, la carrera discográfica nos separa de lo escénico porque ahí tenemos otra forma de transmitir lo que hacemos.
– Y dentro de lo escénico también hay diferencias, dado que no es lo mismo presentarse en el teatro Caras y Caretas que en Uniclub, como han hecho
L: Ni hablar. Esa fue una de las inquietudes a la hora de convocar y que nos convoque Juan Parodi. Queremos trabajar un espectáculo para un teatro que podamos repetir y donde sucedan cosas que no van a pasar en una trasnoche borrachos agitando, y la verdad es que el resultado de PDLB es muy emotivo. Logra momentos de belleza muy emocionante y fuerte, el final es muy conmovedor. Las canciones solas no te llevan a ese lugar, las canciones son de una forma y la puesta que Juan pensó para esto te lleva a otro lado.
– Actualmente están en proceso de grabación del cuarto disco
J: Aparentemente ya lo terminamos, pero yo no soy del área disco. Tenemos “distribución internacional del trabajo”.
– Se manejan de manera independiente y autogestiva, entonces ¿Cómo se organizan?
J: Tenemos una división en la que ahora generalmente nos llamamos “Honorables Comisiones” para que ese honor, porque lo hacemos ad honorem, tenga valor cuando se lo refregas en la cara al otro compañero (risas). Hemos mejorado un montón y ahora tenemos una división de la parte gráfica, audiovisual, de subsidios, de producción específica de cada una de las fechas, la parte de producción general, la de logística y traslados, la mantenimiento y compra de cosas nuevas, el tesorero, y obviamente la parte artística que también se divide, a veces en la de arreglos, otras veces en composición, la de teatro, la de escritura o la de ensayos, la del disco. Pasa que el disco es itinerante porque aparece y se desarma. Si bien hay gente que está pensando en los discos, como puede ser el Pastor, el Cacha o el Ingeniero, que están siempre con todo lo que significa la grabación, yo toco un poco más de oído.
La Joven Guarrior:
Integrantes: El Pastor (Gonzalo Gamallo) – Voz y guitarra / El Perro Viejo (Juan Isola) – Voz / El Gasista (Andrés Fayó) – Guitarra, clarinete, y charango / El Pochoclero (Lucio Margiotta) – Percusión, guitarra, y voz / Ze Pequenho (Lautaro Pane) – Percusión, bajo y voz / El Nuevo (Iván Tkachuk) – Bajo y percusión / El Ingeniero (Hernán Schnaider) – Percusión y bajo / El Empleado del Mes (Manuel Lugea) – Percusión / Junco (Alfredo Gadyi) – Trompeta / El Minero (Bernardo Fay) – Saxo y armónica / El Lider de los Wichis (Jose W. Aguilar) – Quena y flauta / El Delegado (Eduardo Baeza) – Trombón y bajo / El Capitán (Santiago Dinelli) – Voz y performer / El Perro Nuevo (Facundo Livio Mejías) – Performer / El Corresponsal (Jorge Corsi) – Fotografía y performer
Staff Técnico: El Fontanero (Federico Nicolao) – Sonido / Cristian Domini – Luces / Batman (Román Tkachuk) – Stage / El Operador (Gabriel Campana) – Stage Manager
Asistente de Dirección: Gustavo Fernández / Visuales: Iván Fund / Dirección Artística: Juan Parodi