Colombia

Ya son más de 50 años de lo que fuese la fundación del Frente Unido del Pueblo, plataforma dirigida y organizada por el sacerdote y guerrillero Camilo Torres Restrepo, escenario de convergencia que irrumpió en el panorama político frente nacionalista de la agitada década de los sesenta en Colombia. Experiencia que al sol de hoy trae algunas discusiones y propuestas que se asemejan y posiblemente puedan potenciar la nueva apuesta política de las Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), nuevo nombre con el que se presentara una de las insurgencias más antiguas del hemisferio occidental y con la cual el gobierno colombiano llegó a un acuerdo de paz el 24 de noviembre de 2016 en el Teatro Colón de la ciudad de Bogotá.

“Con el propósito de concretar acciones y dinámicas humanitarias, el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional [-ELN-], han acordado desarrollar un Cese al fuego, bilateral y temporal que reduzca la intensidad del conflicto armado”, según declaran en el Acuerdo de la tercera ronda de negociaciones entre ambas partes, que concluyó esta mañana en la capital de Ecuador.

“No parecen guerrilleros”, se pudo escuchar, entre los murmullos y charlas de pasillo, después de la rueda de prensa organizada por la Federación Internacional de Prensa de los Pueblos (FIPU) en Quito, Ecuador. El comentario pretendía ser un elogio; iba acompañado de valoraciones a la informalidad, la sencillez y el trato de igual a igual que los jefes de la Delegación del ELN mantuvieron con los comunicadores y periodistas con quienes compartieron dos jornadas completas de trabajo.

Está circulando una “captura de pantalla” de lo que parece ser un publicación de un académico colombiano. Este escrito se enfoca en preguntas y reflexiones suscitadas por la publicación. Resulta irrelevante su autor y debe comprenderse como un aporte a la discusión general sobre la “odiología” e “ideología” del poder, y no como un ataque personal o afrenta contra su supuesto autor, pudiendo referirse analógicamente a cualquiera de nuestras sociedades latinoamericanas.

7.132 armas de la guerrilla de las FARC-EP fueron entregadas a la misión de la ONU. Con esto, cumplen su palabra y la sociedad colombiana espera que el Gobierno haga lo mismo: que entregue tierras, democratice el sistema político e implemente sin trucos los acuerdos de La Habana.

Entrevista con Renán Vega Cantor, Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2007, historiador y profesor de la Universidad Pedagógica Nacional en Bogotá (Colombia). En esta ocasión aborda un balance de la lucha docente donde la movilización del magisterio ha sido protagónica. Igualmente opina sobre los recientes hechos ocurridos en Bogotá, donde varias mujeres murieron tras la explosión de un artefacto explosivo en un centro comercial.

El analista y referente de la Mesa Social para la Paz en Colombia, Juan Houghton, plantea que el gobierno de Juan Manuel Santos ha optado por su plan B: “dinamitar el proceso con el ELN e irrespetar los acuerdos con las FARC”, y que busca una apuesta electoral victoriosa con sectores que “le exigen hacerle conejo a los acuerdos”, dejando atrás la pretendida coalición con los que estaban por la Paz.