Por Emiliano Azubel. River logró un trabajoso y emotivo triunfo 2-1 ante Boca Unidos con un gol de Rogelio Funes Mori en el cierre del partido, que lo deja tres puntos por arriba de Instituto, con sólo seis por jugar.
Cuando parecía que el partido se moría en un empate y los gritos empezaban a caer más fuerte desde las colmadas tribunas del estadio Monumental, River sacó fuerzas y logró un agónico triunfo por 2 a 1 ante Boca Unidos.
Sufrió durante los 90 minutos. Transpiró y con coraje luchó cada pelota. Tuvo errores en defensa y en ataque. Quedó muy expuesto en cada avance del equipo correntino, que desperdició muchas chances y luego las lamentó. Todo ese combo fue River y casi que englobó lo que vivió durante toda la temporada en la B Nacional. El gritó de Rogelio Gabriel Funes Mori a los 42 minutos de la etapa final le dio un alivio a los hinchas millonarios y elevó la esperanza de volver a Primera.
A sólo dos fechas para el final, el equipo de Matías Almeyda quedó como único líder del torneo (a la espera del partido de hoy de Central), pero lo más importante es que le sacó tres puntos de ventaja a Instituto, que ocupa el primer lugar en Promoción. El sábado que viene, River visitará a Patronato en el estadio de Colón, en Santa Fe, y un triunfo lo dejaría a las puertas del ascenso.
En la primera parte, de principio a fin, el conjunto local se mostró muy impreciso, con innumerables errores y, por momentos, fue superado por Boca Unidos. El equipo de Darío Ortiz se replegó de mitad de cancha hacia atrás y buscó salir rápido de contra.
Y, a medida que se fue animando, desnudó falencias en el fondo local. Así, a los 37 minutos de la primera etapa, el equipo correntino tuvo una chance muy clara, con una pelota que Gonzalo Ríos le bajó a Visconti, quien definió por arriba. Luego, Núñez volvió a desperdiciar una inmejorable oportunidad para irse al descanso en ventaja, pero elevó su remate luego de enganchar adentro del área.
Ya en la segunda mitad, River salió más decidido, aunque con las mismas falencias en el manejo de la pelota. Así, exhibió los nervios de estar en un etapa cúlmine y definitiva. Ponzio mostró todo su coraje al mantenerse en la cancha con un visible problema de hemorroides que lo dejó con sangre en su pantalón. “Sangró mucho y es para valorar, porque otros jugadores dejan la cancha por otras cosas menores. Igual, no voy a decir dónde le sangró”, explicó Matías Almeyda entre risas en medio de la conferencia de prensa.
Vega tapó una pelota clave con su pierna en un mano a mano ante Danelón tras una contra de Boca Unidos y el panorama para el local se complicaba. Almeyda decidió sacar a Cavenaghi y Villalba. Entraron Funes Mori y Ocampos. En la primera pelota que tocó el juvenil volante marcó el primer gol con un fuerte remate que Sessa vio pasar de largo.
La alegría duró poco por el empate de Fredrich, que definió con un zurdazo esquinado ante la salida de Vega, tras una desconcentración de los defensores de River.
Sin embargo, y cuando parecía que el Monumental se venía abajo y los nervios dominaban a todos los jugadores, llegó el desahogo con Funes Mori a tres minutos del final, para darle el triunfo, la alegría y la esperanza a River. Con sufrimiento, con coraje, con errores y aciertos, el millonario festejó y se acerca al objetivo de regresar a la máxima categoría del fútbol argentino.