Este jueves la Asamblea General de las Naciones Unidas votará una resolución que permitirá el cambio de estatus de la delegación palestina de “entidad observadora” a “Estado observador no miembro” del organismo. Un paso más hacia el reconocimiento de Palestina como miembro pleno de la ONU.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) convocó a los países que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a apoyar este jueves su propuesta para que la nación árabe ingrese al organismo como Estado observador no miembro. Este nuevo estatus permitirá a Palestina formar parte de muchas organizaciones y tratados internacionales tales como la Corte Penal Internacional (CPI) o la Cuarta Convención de Ginebra sobre la protección de derechos civiles.
El año pasado el titular de la ANP, Mahmud Abbas, presentó ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la propuesta para que Palestina se convierta miembro pleno del organismo, algo que fue vetado por Estados Unidos, por lo cual no se pudo cumplir. Sin embargo, el reconocimiento como “Estado observador no miembro” no requiere la aceptación del Consejo de Seguridad, sino el respaldo de la Asamblea General, que se da por descontado.
La Asamblea General está formada por los 193 Estados miembros de la ONU, 132 de los cuales han reconocido a Palestina, y la mayoría en una votación necesita de 97 sufragios.
La Asamblea ratifica el derecho palestino a la autodeterminación
Justo antes de la votación para conceder a Palestina el rango de Estado observador de la ONU, una comisión de la Asamblea General ratificó el derecho de ese pueblo a la libre determinación. El nuevo respaldo a esa prerrogativa fue emitido el martes por la Tercera Comisión del máximo órgano de Naciones Unidas con los únicos votos en contra de Estados Unidos, Israel, Canadá, Islas Marshall, Micronesia y Nauru. Un total de 173 de los 193 países miembros de la organización mundial sufragaron a favor del texto, mientras que Honduras, Camerún y Sudán del Sur optaron por la abstención.
El documento reafirma “el derecho del pueblo palestino a la libre determinación, incluido su derecho a un Estado de Palestina independiente”. Asimismo, insta a todos los países y agencias y organizaciones del sistema de la ONU a que “continúen prestando apoyo y asistencia al pueblo palestino para la pronta realización de su derecho a la libre determinación”.
En sus consideraciones, el proyecto destaca la necesidad de respetar y preservar “la unidad, contigüidad e integridad” de todo el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Oriental.
El proyecto de resolución y el contexto actual
El proyecto de resolución que presentará la ANP también expresa “la esperanza de que el Consejo de Seguridad considerará de manera favorable” su candidatura, presentada en septiembre de 2011, para que Palestina sea miembro de pleno derecho en Naciones Unidas.
Además solicita retomar las negociaciones para alcanzar una “solución pacífica” y establecer un Estado palestino “viviendo en paz y en seguridad al lado de Israel sobre la base de las fronteras de antes de 1967” (es decir que el Estado Palestino se establezca en la franja de Gaza y Cisjordania incluyendo Jerusalén Oriental).
La propuesta de Abbas además tiene el respaldo de todas las organizaciones políticas palestinas, incluyendo el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza. Para Hamas, la propuesta que se presentará en Naciones Unidas debe estar basada en una perspectiva y estrategia nacionales, en beneficio del conjunto de los palestinos y no de intereses partidistas.
La propuesta que la ANP presentará en la ONU se efectuará tras los masivos bombardeos de Israel contra la Franja de Gaza, que dejaron como saldo casi 170 palestinos muertos y más de mil heridos. Sin embargo esto no impidió que Israel y Estados Unidos, quiénes se oponen abiertamente a la resolución, realizaran amenazas si esta es aprobada por la Asamblea.
Desde el Departamento de Estado en Washington afirmaron el lunes pasado que “no habrá una respuesta favorable” del Congreso para otorgar los 200 millones de dólares de ayuda prometidos a la ANP si la resolución es aprobada. A su vez, Israel también amenazó con represalias como bloquear los impuestos que el país recauda en nombre de la Autoridad Nacional Palestina, reducir el número de permisos de trabajo para los palestinos e incluso derogar los acuerdos de paz de Oslo de 1993.
En respuesta a estas amenazas el gobierno palestino llamó a que la comunidad mundial “rechace las amenazas israelíes” que intentan bloquear la iniciativa. Al respecto, el representante palestino ante la ONU, Riyad Mansur, declaró que (tal como lo habilitará el nuevo estatus) la ANP se reservaría el derecho de acusar a Israel ante la CPI.
Si Tel Aviv continúa “violando la ley” y no respeta “las resoluciones del Consejo de Seguridad, construyendo ilegalmente colonias” judías en territorios palestinos, “consultaremos con todos nuestros amigos sobre lo que se deba hacer para forzar a Israel a respetar” la legislación internacional, aseguró Mansur. Desde el punto de vista de la CPI, la construcción de colonias de judíos en territorio palestino constituye un crimen de guerra, pese a lo cual el gobierno de ese país sigue apoyando esa política de expansión.