Se conmemoran 50 años del levantamiento de maricas, travestis, latinas y afrodescendientes de Stonewall, en Estados Unidos. En Argentina se realizará la cuarta marcha nacional contra los travesticidios y transfemicidios. Organizarse para resistir, una forma de supervivencia para las personas LGBTTIQ+.
Por Redacción Marcha / Foto:
Las calles son nuestras, de las travas, de las mujeres trans, de les no binaries, de quienes saltan las fronteras de lo normativo, lo patriarcal, lo que se impuso como normalidad no deseada en cuerpos- territorios arbitrarios y que es resistida por las disidencias y el orgullo; pero también por la organización para la construcción de un poder popular y feminista combativo. Porque sin las travas no hay feminismo.
2019 empezó con violencia para las personas LGBTI+ en Argentina. Desde la Agencia Presentes informaron -hasta el 10 de junio- al menos 10 ataques de odio y dos travesticidios. Además, las organizaciones travestis y trans que recolectan datos aseguran que en los primeros 40 días del año hubo al menos catorce travesticidios sociales. Es decir, travestis y trans que murieron víctimas de causas evitables, producto de la exclusión social y la falta de acceso a derechos básicos como la salud (muchas fallecen de enfermedades que se pueden tratar), la educación, el trabajo o la vivienda.
Laly Heredia fue asesinada en febrero en el Camino de Cintura, conurbano bonaerense, y Gala Perea fue asesinada en mayo por su pareja, Víctor Martínez en Famaillá, Tucumán. Además, en enero de este año falleció Antonella Di Marzo tras tres meses de coma por las consecuencias en su salud de un ataque de odio en General Güemes, provincia de Salta. Ellas forman parte de las que ya no están y por las que hay que salir a las calles a luchar. Por justicia feminista pero también por la garantía de vida digna.
¿Qué se conmemora el 28 de junio?
Stonewall Inn era uno de los bares gays y de drag queens más concurridos de Greenwich Village, un barrio neoyorkino que albergaba en sus calles a multiplicidades de grupos sociales marginalizados por la política represiva de control social que propulsaba el conservadurismo estatal. Gays, lesbianas, travestis, además de minorías racializadas y excluidas frecuentaban este espacio, refugiándose en el encuentro de aquel bar que se convertiría en años posteriores en el símbolo de nuestra resistencia, en un lugar de encuentro.
La noche del 28 de junio de 1969, una razzia policial disfrazada de control habitual se internó en Stonewall Inn para “poner orden” a este lugar frecuentado por “indocumentados” (trans, inmigrantes latinxs, afrodescendientes), sin licencia ni habilitación para la venta de alcohol. Como luego se conocería, este hecho respondía a los intereses del llamado “Escuadrón de Moral Pública”, escandalizado, como la opinión pública altamente homolesbotransodiante de la época, con lo que Stonewall representaba.
Ante el abuso de la detención, el arresto, la confiscación, la violencia física y verbal, así como la prepotencia de los efectivos policiales, muchas/os clientes que escaparon de la redada, vecinas/os y transeúntes comenzaron a reunirse en la puerta del lugar. Lentamente, el conjunto comenzó a arengar contra la policía, arrojando monedas que simbolizaban las coimas exigidas tantas veces por aquélla, burlándose de su accionar. A medida que la multitud crecía, la policía perdía el control.
Fue así que el avance de una manifestación espontánea que supo aunar las luchas de más de 4 mil personas esa misma noche, logró, en algo más que una hora, hacer retroceder hasta atrincherarse a las fuerzas policiales dentro del local de Stonewall Inn. Esta escena de la policía arrinconada pasó a la historia como el día en que la policía neoyorquina (estandarte de la masculinidad hegemónica estadounidense) fuera humillada públicamente por travestis y maricas. El día que la policía huyó de las maricas, travestis, latinas y afrodescendientes.*
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¡Furia trava!
Fue en 2016 que se realizó la Primera Marcha Nacional contra los Travesticidios, un grito de furia ante la injusticia de que, aun en el país del Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género, las travas y las mujeres trans aun no acceden a los derechos básicos y son violentadas por la discriminación social o la desidia estatal en cada ámbito de sus vidas. Fue uno de los hechos políticos del año, el emerger ante la sociedad y el resurgir dentro de los feminismos de una de las voces político- colectivas más potentes.
Por eso la marcha contra los travesticidios y transfemicidios siguió realizándose y mañana, desde las 17 se realizará la cuarta manifestación. Irá desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación reclamando: “reconocemos de la pluralidad de naciones de nuestra colectiva, gritamos basta de travesticidios y transfemicidios; denunciamos el accionar de las fuerzas represivas del Estado capitalista y la opresión del patriarcado; exigimos condiciones dignas de trabajo y educación, cumplimiento efectivo del cupo laboral Travesti-trans; reivindicamos nuestro derecho a ser y nuestras decisiones sobre nuestrxs cuerpxs; reivindicamos nuestra lucha histórica y el legado de Diana Sacayan y Lohana Berkins”.
Es como cuenta Florencia Guimaraes recordando a la Comandanta de las Mariposas: “Hacía ya muchos años Lohana nos venía diciendo: ´locas, nuestras muertes que son evitables tienen nombre, son travesticidios´. Y cuando hablaba de travesticidios lo hacía entendiendo que se trataba no solo de los crímenes de odio por identidad de género sino por todas las violencias y exclusiones que atravesamos las travestis y trans, la expulsión de nuestros hogares, de las escuelas, la falta de acceso a la salud, a la vivienda, a la justicia y al trabajo; haciendo hincapié en la prostitución como medio de subsistencia para casi la totalidad de nuestra comunidad y siendo la raíz de esta, tan temida para nosotras, expectativa de vida de 35 años”.
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A cuatro años de esa primera marcha y después de la histórica sentencia por el travesticidio de Diana Sacayán, es como nos decía Guimaraes en una nota anterior: “hemos instalado que el 28 de junio se sale a las calles a decir basta de travesticidios y trasfemicidios”. “Es importantísima y necesaria la participación de todes en esta marcha, pero sobre todo la de las compañeras travestis y mujeres trans que son quienes deben apropiarse de esta lucha, de la lucha por este genocidio que se aplica a las que rompemos con las normas establecidas por el sistema heteronormativo, binario y patriarcal”.
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*extracto de la nota “A 46 años del levantamiento de Stonewall” de Sandra Aguilar