Por Miguela La Cruz
El Club Ernesto Che Guevara, surgido desde hace diez años en homenaje al luchador, dejará de competir en la Liga Regional Colón, en Córdoba. Una economía que no da respiro para un club que se la pasa gambeteando al sistema.
Estamos en un escenario en el que el fútbol es puro negocio, no es novedad. Fútbol mercado inundado de valores hegemónicos que no tienen nada que ver con la solidaridad y la empatía. Sin embargo, en Córdoba, existe un club que rompe ese sistema: no cobran cuota ni venden a sus jugadores. También incorporaron el fútbol femenino. Un club que apunta a transmitir valores de integración y participación no sólo para formar futbolistas, sino también ciudadanos con conciencia social. Sin embargo, la crisis hizo que el 21 de junio emitieran un comunicado en el que avisan que se del campeonato anual “por no poder enfrentar los gastos que significa la competición con las divisiones que participan de nuestro Club del Campeonato”.
La revolución es un sueño eterno
Es muy fácil quedarse en palabras que no modifican realidades, pero Mónica Nielsen fundadora del club, comenzó este proyecto hace más de diez años como homenaje al Che, transmitiendo su pensamiento desde la acción: “El club surge como resultado de charlas cotidianas con un compañero, que venía trabajando desde lo deportivo con jóvenes de sectores vulnerables. Mi compañero sufría por la forma que tienen para manejar el fútbol ´los de arriba´, entonces decidí ayudarlo”.
El Che Guevara pelea por un deporte limpio. Se sostiene mediante la autogestión, lo que no resulta sencillo teniendo en cuenta la situación económica del país. No les cobran cuota a los jugadores ni los venden. En el 2018 pudieron solventar el año económico gracias a un jugador suizo que comparte la manera de pensar e hizo una donación: “El sentido de pertenencia para con el club, y el compromiso social son nuestro motor, es lo que nos permite salir adelante”, dice orgullosa Mónica.
El club de Jesús María busca transmitir valores usando el fútbol como herramienta para poder transformar la realidad de muchos pibes y pibas de sectores vulnerables: “Por lo general el sistema los deja afuera, porque aun cuando tienen acceso a la educación, ésta no siempre recupera los valores que traen de la casa ni les enseña a pensar. Todo se trata de reproducir una forma de pensar que pertenece a la clase dominante”. Y el Che Guevara intenta despedazar eso mediante la transferencia de herramientas como la solidaridad, la empatía, la conciencia social y la idea de que puedan ponerse en el lugar del otro, no sólo en el pensar y el decir, sino también en la acción.
Respecto a la forma de trabajo, durante la semana entrenan y los domingos son los campeonatos. Pero lo más importante es el compromiso con el que invitan a chicas y chicos a pensar el fútbol como arma de intervención en la sociedad: “Durante los ejercicios se los insta a ver la relación entre lo que pasa en la cancha con lo que pasa afuera, comparando estilos de juego, posiciones y resultados con la vida cotidiana. Trabajan el fútbol y la vida en simultáneo”.
Nahuel Ibarra, trabajador del club e hijo de uno de los fundadores, forma parte de este hermoso y necesario equipo: “Es un trabajo a todo pulmón y colectivo”. Cuenta del nuevo proyecto que se puso en marcha, ´Gambeateando al sistema´. Él estará a cargo de la cuarta y sexta división como director técnico, junto a Fabricio Chanquía: “Nuestra propuesta apunta a educar futbolísticamente, a usar el fútbol como una herramienta que permita principalmente al jugador/a adquirir valores y estrategias para desenvolverse en otros ámbitos. Por su permeabilidad en todas las clases sociales e ideologías, el fútbol puede ser usado como una herramienta de integración. Nuestra idea es acompañar a los/as jugadores/as desde todos los aspectos que estén a nuestro alcance, para ello tenemos un área social con trabajadoras sociales y una estudiante de trabajo social, área psicológica, área de preparación física, un área educativa con una chica estudiante en Ciencias de la Educación y un área de Comunicación y Prensa con un comunicador social”.
“Para volver a ser mejores”
La revolución no muere en un libro, va mucho más allá, la revolución se hace con cada acto que realizamos en la vida cotidiana: “En lo futbolístico tenemos una idea de juego ofensiva, mirando siempre el arco rival. Ser revolucionarios/as hasta en el juego mismo, jamás especular y no ganar de cualquier manera sino lealmente, ya que el éxito no está en el hecho mismo de ganar de la forma que sea y como se pueda sino que el mayor éxito está en el camino que tomamos y recorremos para llegar a la victoria siempre”, golazo de Nahuel.
Luchamos contra un sistema que constantemente presiona para que seamos individualistas y egoístas por lo que un proyecto como el Che Guevara resulta una rareza tan necesaria para poder contener, apoyar e inspirar a luchar contra todas las estigmatizaciones impuestas.
Este club no sólo es pionero en todo lo ya mencionado sino que también en 2015 tuvo la fuerza necesaria para poder incorporar el fútbol femenino: “No fue fácil porque no contábamos con el respaldo de las instituciones. El fútbol femenino ocupa un lugar importante, ya que muestra la lucha de las mujeres abriéndose paso en esta sociedad machista”, asegura Mónica. Tratan de motivar a las chicas para que luchen por sus derechos, deconstruyendo formas de pensar patriarcales y alzando la voz en conjunto no sólo con sus compañeras de equipo sino también solidarizándose con chicas de otros clubes, entendiendo que la competencia es sólo deportiva y que fuera de eso necesitan estar unidas.
El club para las pibas y los pibes significa tener un lugar al cual se pertenece, un espacio de encuentro, contención y aprendizaje con el otro y la otra. Significa una forma de entender que, a través del fútbol, se puede llegar a muchas personas, transmitiendo y cultivando valores que nos posibiliten la construcción de un mundo más justo.
El comunicado deja en el horizonte la posibilidad del regreso. Porque gambetear a sistema es un ejercicio que realizan todos los días: “Hoy el Club Che Guevara para la pelota y es para volver a ser mejores, mejores como dirigentes y fortalecidos con el pensamiento de nuestro mentor, que es Ernesto Che Guevara”.