Por Camila Parodi/ Foto por Nadia Sur
En el marco del histórico y medíatico acontecimiento “Ni una menos”, en el que todos/as tienen algo para decir, el feminismo popular continúa haciéndose presente desde sus prácticas concretas. En esta última entrega, Marcha dialogó con el Espacio de Mujeres del Frente Popular Dario Santillán, quienes luego de participar del mismo continúan afirmando: “Ni una menos, el estado, la iglesia y la justicia son responsables”.
Pasada la multitudinaria convocatoria del 3 de junio que encontró a diversos sectores de la sociedad argentina bajo la misma consigna: “Ni Una Menos” muchas sensaciones e interpretaciones se fueron encontrando. Entre tanto desconcierto, el feminismo popular nos sigue tirando una pista, coherente con sus discursos y prácticas, continuará propiciando espacios donde las mujeres organizadas conocen y arrebatan sus derechos. Que desde su práxis pone en evidencia el accionar hipócrita y cómplice de quienes hoy se desgarran las vestiduras por una violencia patriarcal que los movimientos de mujeres históricamente han denunciado.
Y es justamente en la denuncia y en la lucha contra la violencia institucional que se forma el Espacio de Mujeres del Frente Popular Darío Santillán, que surge en el año 2003 en una asamblea con olor a goma quemada en el Puente Pueyrredón ante el pedido de justicia para Darío Santillán y Maximiliano Kosteki todos los 26 (*). A partir de allí las mujeres continuaban y reproducían la experiencia de organización en los territorios desde donde seguir construyendo poder popular a partir de talleres de formación y reflexión sobre las violencias hacia las mujeres. Otro aporte del feminismo popular para seguir comprendiendo qué decimos y hacemos las mujeres organizadas al grito de ´Ni una menos´.
-¿Qué es para ustedes el feminismo popular?
El feminismo popular es latinoamericano, producto de los procesos de luchas de las organizaciones populares a lo largo de la historia. Nos sentimos herederas y somos parte de las luchas de las más oprimidas, de las de abajo. Es un feminismo que nace y se construye todos los días en los barrios, en los lugares de trabajo y de estudio. En las calles y en la lucha contra el capitalismo, el patriarcado y el colonialismo. Es el que lucha en defensa de nuestros cuerpos y de nuestros territorios.
-¿Y a través de qué practicas construyen y abonan a ese feminismo?
Nuestras prácticas se inscriben en la educación popular, es decir, levantando las voces y los cuerpos de las de abajo, de las oprimidas, en las prácticas y en las teorías de las mismas. Por eso para nosotras la formación es un pilar fundamental para efectivizar que las mujeres conquistemos nuestra autonomía económica y de los cuerpos. Es un feminismo que se genera a través de la voz colectiva, tomando real conciencia de que no estamos solas, sino que nos organizamos y por eso somos parte de la Campaña Nacional Contra las Violencias Hacia las Mujeres y de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Esas prácticas no tienen límites de países y por eso nos hermanamos en las luchas, en las formaciones, en las reivindicaciones con nuestras hermanas latinoamericanas.
-En relación a la convocatoria ´Ni Una Menos´ realizada por amplios sectores de la sociedad, ¿cuál les parece es el valor simbólico y/o pragmático de la misma?
El valor simbólico es por el que desde siempre los feminismos venimos dando la pelea: visibilización de las opresiones que sufrimos las mujeres, conquistas de leyes que nos protejan pero sobre todo, organizarnos para señalar a los responsables de las violencias hacia las mujeres, que incluyen al femicidio. Seguimos gritando como Virginia Bolten, quien fue la editora de la Voz de la Mujer, anarcofeminista: “…Hemos decidido levantar nuestra voz en el concierto social y exigir, exigir decimos, nuestra parte de los placeres del banquete de la vida.”
– ¿Cuál consideran que fue (y es) el aporte del feminismo organizado para que hoy esta temática este en agenda y 200 mil personas se movilicen por ella?
Sin el feminismo organizado y en lucha, sin los Encuentros Nacionales de Mujeres, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, Seguro y Gratuito, la Campaña Nacional Contra las Violencias Hacia las Mujeres, sin las mujeres que nos organizamos contra la trata y la explotación sexual escrachando a proxenetas, a femicidas, sin la acción directa que ejercemos denunciando a las instituciones patriarcales que revictimizan a las víctimas, sería imposible pensar que una convocatoria como la del Ni Una Menos haya tenido tal repercusión. Las leyes que se han promulgado son producto de las luchas de años de las mujeres por tener igual salario que los varones, por derribar estereotipos que nos asignaron un lugar únicamente en la vida doméstica. Sin las mujeres organizadas tampoco las trans y travestis tendrían hoy más derechos. Y es el feminismo organizado que seguirá colocando en la agenda los abusos de las instituciones patriarcales contra las mujeres, niñas y niños reclamando la defensa del derecho a la diversidad y disidencias sexuales.
-Esta concentración surgió por lo que falta en materia de violencia machista muy a grandes rasgos pero, ¿qué falta?
Falta que los Estados garanticen el efectivo cumplimiento de las leyes conquistadas. Que haya presupuesto para que las mujeres violentadas puedan separarse del violento que las oprime. Falta que la fuerza de la ley caiga sobre los varones y de las conductas patriarcales de las que las mujeres somos víctimas y no victimarias. Falta la separación de la iglesia del Estado, que nuestros cuerpos no sean tomados como mercancías para violarlos, colonizarlos, formatearlos para satisfacción de los varones. Falta que la sociedad comprenda que la heterosexualidad no es una obligación condenando a las lesbianas o asesinando travestis. Falta que las instituciones dejen de revicitimizarnos. Falta seguir desnaturalizando la violencia machista y que los varones patriarcales dejen de sentirnos de su propiedad. Falta la gran deuda de la democracia: aborto libre y gratuito en el hospital.
-Los diversos movimientos y colectivos de mujeres del campo popular han decidido participar de la convocatoria ´Ni una menos´, ¿cómo fue su participación?
Nos propusimos la unidad de todas las mujeres que hace años nos venimos organizando para conseguir nuestros derechos. Movimientos sociales, partidos, organizaciones feministas, colectivas varias, unificamos nuestra columna encabezándola con la consigna: ´El Estado, la Iglesia y la Justicia son responsables´. Y seguiremos luchando por las que no están, por nosotras y por las que vienen.
(*) Se recuerda cada 26 como un día de lucha y memoria colectiva del campo popular, ya que fue un 26 de junio en el año 2002 día en que son asesinados a sangre fría Dario Santillan y Maximiliano Kosteki en la resistencia a la represión en la ex estación Avellaneda (que actualmente lleva sus nombres) a manos de la Policía Bonaerense, que respondió a las directivas del Presidente de aquel entonces, Eduardo Duhalde.