Fotos por Natalia Saá, Vero Canino y Andrés Alvarez / Texto por Marcha
El futuro llegó hace rato, reza una conocida canción. Esta frase tiene justo asidero en el contexto actual de la Capital Federal. Jóvenes, hombres y mujeres, alumnos y alumnas, con el apoyo de docentes, personal no docente y comunidad en general, se agolpan en apoyo y defensa a la educación pública. Es así que ya son 14 los colegios tomado en la ciudad. Porque el presupuesto por PBI se ajusta, mientras el gasto en publicidad asciende a millones de pesos diarios.
Nuevamente se desata el conflicto, el mismo que acarrea indiferencia por parte del Gobierno de la Ciudad. Esta vez a la toma de escuelas, se le suman son los cortes de las avenidas principales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Son esos y esas mismas adolescentes que nos dan una muestra de que los derechos hay que tomarlos y no mendigarlos.
Como si fuese un problema menor. Como si no fuese necesario que los colegios tengan ventanas, gas o techo. Total se puede estudiar sin edificios. Como si no fuesen necesarias tantas orientaciones. ¿En Arte? Total no hacen falta tantos artistas. Y los medios, grandes medios de comunicación, siempre informado fieles a su estilo, estigmatizando la causa y desvirtuando hacia algún subtema. Total son adolescentes, rebeldes sin causa.
Sabemos que todo esto se podría haber evitado, sabemos que la educación es primordial en cualquier sociedad y que debe ser pluralista. Sabemos que la educación es el futuro. Y porque sabemos esto, es que valoramos el ejemplo de aquellos y aquellas, jovenes, que quieren una educación de calidad. Ahora y para las próximas generaciones. Educación pública y con participación, incluso política, para el conjunto de la comunidad.
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