Por Daniel Lucero* /
Del 13 al 15 de agosto se realizó en Córdoba el V Encuentro Latinoamericano de Varones Antipatriarcales, en el que participaron 400 varones de Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Brasil, El Salvador y República Dominicana.
Se dio el primero de los Encuentros de carácter latinoamericano, mas no el último. El sábado cientos de varones llegaron a alojarse a la Escuela Superior Manuel Belgrano de la ciudad de Córdoba donde pasarían 3 días compartiendo talleres, comidas, debates, afectaciones y convivencia.
Las jornadas arrancaron con una serie de talleres que se extendieron hasta el domingo, en los cuales se trataron temas antipatriarcales con temáticas de: teatro, danza, VIH, relaciones vinculares, sexualidad, corporalidades, micromachismos, masculinidades hegemónicas, violencia machista en las organizaciones, deseo sexual, entre otros.
Esta serie de talleres fue dado por talleristas u organizaciones políticas de varias latitudes con la idea de problematizar socialmente temáticas que interpelen directamente a los varones como sujetos políticos, organizados, sexoafectados y donde el debate y las conclusiones fueron más que fructíferas. Estuvieron acompañados luego por debates plenarios.
Talleres y reflexiones, ideas y vueltas necesarios
Con el objetivo de enriquecer los talleres, desde el Colectivo de Varones Antipatriarcales de Córdoba (quienes organizaron el encuentro), se realizó un panel con 5 participantes, quienes abordaron diferentes temáticas: Claudia Iriarte, de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, quien habló del trabajo de las socorristas en la provincia; Maite Rodrigou Nocetti, docente de Filosofía de la Universidad Nacional de Córdoba, quien debatió sobre la opresión machista; Fabi Tron, integrante de la Editorial Bocavulvaria, quien se internalizó en la temática lésbica y disidente; Blanca Mendoza, integrante de AMMAR Córdoba, quien debatió sobre el paradigma del trabajo sexual; y Fernando Rodríguez, de Hombres Trans Argentinos, quien compartió sus vivencias y saberes sobre la realidad social, legal y médica de los hombres trans.
El panel no estuvo exento de idas y vueltas, de reflexiones de lxs panelistas y la audiencia, reflexiones colectivas y polémicas. Alguna de las más interesantes surgieron cuando tras la exposición de la Licenciada Maite Rodrigou Nocetti, varios varones de la audiencia le preguntaron “si los varones no eran oprimidos por el patriarcado” tal como lo había afirmado, contextualizadamente dentro de su exposición. En su respuesta y en su exposición el énfasis estaba en no correr el eje cuando se habla de la violencia de género y patriarcado, ya que los medios masivos de comunicación y del Estado suelen preguntar sobre la violencia que reciben los varones de las mujeres o de los mismos varones y allí es cuando se termina equiparando la violencia ejercida hacia la mujer con la ejercida hacia el hombre, y claramente no son lo mismo ya que en una hay una relación de opresión sistémica. También señalaba que “la violencia hacia las mujeres es recortada y se la pone como violencia hacia la mujer, o en el peor de los casos como violencia interpersonal”.
Otro de los debates que dio lugar a algunas polémicas fue la exposición de Blanca Mendoza de AMMAR, sobre “la diferencia entre explotación sexual y trabajo sexual” y pedía “mayor solidaridad del ámbito feminista con la causa de ellas” o mismo con las “trabajadoras sexuales” asesinadas ya que AMMAR siempre está apoyando el resto de las demás causas feministas. En este caso hizo también una analogía entre la prohibición e ilegalidad del aborto con el trabajo sexual, “en ambos casos no se respeta la decisión autónoma de la mujer sobre su propio cuerpo”.
La exposición de Fernando Rodríguez fue necesaria y acertada, en el Encuentro había varios varones trans y hasta varones que no se consideraban varones y otros en procesos de autopercepción a mujer trans, por eso la exposicón de “La Fabi” (Fabi Tron) sobre la identidad lesbiana fue quizás la más clarificadora para el público heterosexual, “las lesbianas no nos concebimos mujeres, tampoco varones”.
En cuanto a la exposición de Claudia Iriarte hubo una reflexión que es importante sociabilizar y tiene que ver con el “trauma post-aborto”, como una herramienta más del patriarcado que se reproduce comúnmente en los espacios de salud hegemónicos, que cala hondo en la sociedad a través de un mecanismo de control más antiguo: el miedo. Si bien puede ser que una interrupción voluntaria del embarazo provoque sensaciones de dolor, angustia, etc., también es cierto que el mayor porcentaje de quienes se sometieron a una interrupción, lo que les produjo fue una sensación de alivio.
En relación al aborto se pudo ver como denominador común en los 3 días muchos varones verdes, o sea, con el pañuelito verde de la Campaña y es que no faltó oportunidad de pedirlo, en el día domingo se realizó una marcha de 20 cuadras pasando por varias iglesias, la Plaza Colón, edificios de la Policia para terminar en la Plaza de la Intendencia, para exigir con cánticos este derecho y pedir la liberación de “Belén”. Tampoco faltó la comunicación vía WhatssApp entre las organizaciones políticas donde nos enterábamos de la detención de Feliciana Bilat tras defenderse del ataque del abusador de su hija absuelto por la justicia.
En la plaza al finalizar la marcha nos esperaban Soledad Cuello, hermana de Yamila Cuello, joven desaparecida en Córdoba desde hace 4 años, y Maru Acosta, hermana de Paola Acosta, joven asesinada por su ex pareja en 2014, quienes relataban en carne propia los hechos más aberrantes del patriarcado en tierras cordobesas.
No faltó lugar para el encuentro, el contacto físico que permitía que los varones se toquen sus cuerpos, se abracen, se afecten sin el peso de las miradas patriarcales acusadoras detrás. Varios concurrentes tomaron el micrófono la noche del domingo para actuar, cantar, poetizar y luego bailar. Sin embargo, a modo de conclusión del día lunes, había un acuerdo general en que estas instancias faltaron y que eran quizás las más importantes.
Varones, ¡a ceder!
Con la pregunta “¿cuál es el rol del varón en la lucha feminista?” se debatió intensamente sin llegar quizás a una sola conclusión pero sí a varías. Una de las más importantes fue la que expresaba uno de los carteles en la marcha “Varones a Ceder” entendiendo que nuestros privilegios nos permiten, lamentablemente, tener una escucha de varones que no se han planteado el antipatriarcado y que desde ahí podemos aportar para apoyar a las compañeras.
También, compañeros de Agite Rebelión y del Frente Popular Dario Santillán, que participaron por primera vez como Frente en el encuentro y que estarán a cargo junto a otras organizaciones más de preparar el próximo, preguntaban en plenaria sí bastaba solamente con ser “antipatriarcales”. ¿Qué pasa con el capitalismo?, ¿y con el colonialismo? Un tinte que sí tomó el Encuentro fue latinoamericano donde los compañeros de Chile tiraron una propuesta que tuvo eco: hacer el próximo encuentro en Chile.
Una reflexión demás importante fue la de las maricas y disidentes sexuales donde pedían a los compañeros heterosexuales que dejaran sus privilegios de lado a la hora de armar el encuentro y llevarlo a cabo ya que “al fin y al cabo las maricas les armamos el encuentro para que lo disfruten heterosexuales que no aportan y terminan siendo privilegiados no solo de las mujeres sino de nosotras”.
El aporte de la disidencia para la deconstrucción de la masculinidad hegemónica es fundamental y se vio en el encuentro donde la frase de Lohana Berkins aparecía tanto en carteles como también para aquellos que poco o nada la conocían “en este mundo de gusanos capitalistas hay que tener coraje para ser mariposa”.
*integrante de la colectiva de géneros y disidencias sexuales Agite Rebelión