Por Guido Turdera. La Red Nacional de Medios Alternativos brindó una conferencia de prensa en el hotel BAUEN junto a organizaciones anti-represivas e integrantes de la Sala Alberdi para presentar la querella contra policías y funcionarios del Gobierno de la Ciudad por su responsabilidad en la represión del 13 de marzo.
La conferencia de prensa se realizó para denunciar la represión de la Policía Metropolitana el 13 de marzo en el centro porteño por el conflicto de la Sala Alberdi. El saldo de la jornada fueron más de 100 heridos con balas de goma, 3 con balas de plomo y una joven con fractura de cráneo.
La conferencia se inició con la proyección del video de la represión desplegada en la medianoche del martes 12 de marzo. Las imágenes son claras: algunos manifestantes en la intersección de las calles Corrientes y Paraná desconcentran. Un grupo de infantería de la Policía Metropolitana avanza hacia ellos, desde la esquina de Montevideo. Se escuchan gritos, se ven corridas y de repente, se oye el estruendo de un disparo. A continuación, se distingue a Esteban Ruffa y a Germán Darío de los Santos, periodistas de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA), que resultan heridos. Más tarde se enteraron que fueron alcanzados por balas de plomo.
La primera en tomar el micrófono fue Lucía, representante de la Asamblea de la Sala Alberdi. Contextualizó la situación de la Sala y narró su historia de lucha: “Hace dos años y medio que la Sala Alberdi estaba resistiendo al cierre del espacio, ante un proceso de toma y autogestión que siempre se intentó desalojar”. Frente a los hechos del 12 de marzo, sostuvo: “Lo que pasó es que efectivizaron el desalojo. La respuesta del Gobierno fue la represión y criminalización de la protesta”. Lucía se refiere al desalojo del acampe cultural que se venía llevando a cabo. Durante la tarde de ese día, se produjo un amplio despliegue policial en Sarmiento 1551, una de las entradas al Centro Cultural San Martín. Actualmente, 4 de los integrantes de la Sala se hallan procesados bajo causa penal, luego de “haber estado encerrados en el sexto piso durante todo el proceso de militarización del Centro Cultural”.
María del Carmen Verdú, Ernesto Alderete y Ramiro Geber son los letrados que llevan adelante la causa en representación de Ruffa y de los Santos. La querella fue presentada el martes pasado a la Fiscalía 7, Juzgado de Instrucción 38. Se imputa no sólo a los policías de la Metropolitana que estuvieron físicamente en la Avenida Corrientes la noche del 12 de marzo, sino también a la cúpula policía: a Horacio Alberto Jiménez (jefe de la Policía Metropolitana), a Ricardo Pedace (subjefe) y a Juan José Ríos (superintendente de Seguridad). La acusación alcanza también al ministro de Justicia y Seguridad de la CABA Guillermo Montenegro, a Hernán Lombardi (ministro de Cultura) y a Mauricio Macri (jefe de Gobierno).
Al respecto, Verdú señaló: “Acá no hubo un loquito que decidió usar el arma, sino que hubo una orden política. El Estado es quien organiza y dirige a esa fuerza represiva: ningún policía decide por sí mismo cómo actuar en un evento de esta envergadura”. De tal forma, la querella sostiene la responsabilidad al “accionar el delito de homicidio calificado por haber sido cometido por personal de las fuerzas de seguridad con motivo y ocasión de sus funciones en grado de tentativa, reiterado (dos hechos)”.
Asimismo, Verdú destacó el hecho de que los que recibieron balas de plomo sean trabajadores de prensa independientes: “Lo que buscamos probar en la causa penal es que la orden era que no quedasen registros gráficos o filmados sobre lo que estaba sucediendo”. Es decir, no fue por azar que dispararon contra aquellos que portaban cámaras. Por otro lado, también apuntó contra el Poder Judicial, ya que se busca separar ambos casos como si no tuvieran nada que ver uno con el otro. Lo que solicitaron como querellantes fue la unificación de ambas causas, a fines de demostrar que las heridas por balas de plomo no fueron producto de un “loquito” que disparó por error.
Uno de los heridos es Esteban Ruffa, quien se desempeña como fotógrafo de ANRed. Había sido enviado para hacer la cobertura de los hechos. Describió el momento en que recibió el impacto: “Cuando la policía empieza a avanzar por Corrientes, me cruzo enfrente del Centro Cultural San Martín. Hago unas fotos, evidenciando el accionar policial. Cuando me estoy yendo recibo por detrás, desde el cordón policial, un impacto de bala de plomo por debajo de la rodilla que queda impactado en la tibia, comprometiendo la pierna y de ahora en más con problemas al caminar: aún no sé cómo evolucionará”. Luego de los sucesos, Ruffa fue trasladado al Hospital Argerich. La bala aún no pudo ser extraída de su pierna.
Germán de los Santos fue otro de los heridos. Reportero gráfico del grupo DTL de comunicación popular, también estaba presente en la Avenida Corrientes al momento de la represión. Según describe en la querella, “vio que uno de los policías empuñaba un arma, levantándola con ambas manos y apuntando hacia donde él estaba, conservando la posición de apuntar unos segundos, como para asegurar el tiro”. Al instante siguiente, sintió un fuerte ardor en la pierna izquierda, muy cerca de la arteria femoral. “Muy probablemente pude haber sido otro caso fatal de parte de la policía” sostiene. De los Santos relató cómo fue su experiencia: “Uno nunca está preparado para recibir una bala de plomo. Como comunicador popular sabe a los riesgos que se expone, pero no piensa que pueda pasar esto”. Reforzó la teoría esbozada previamente por Verdú: “No quiero entrar en la cuestión del loquito que disparó, porque sabemos que alguien les compra las armas y alguien les da una orden”.
Desde el Gobierno de la Ciudad aun no dieron explicaciones sobre la represión de aquella noche.