Por Diego Villarino. Alemania y Argentina definen el mundial. Los germanos fueron una máquina implacable. La albiceleste logró una identidad sólida ¿Quien alzará la copa? ¿Por qué llegaron a esta instancia?
El conjunto europeo vapuleó a Brasil. El local se quedó sin respuestas ante la embestida del rival. Nunca encontró la brújula. Además, sintió la ausencia de Thiago Silva y Neymar. David Luis y Dante no coordinaron en la zaga central. Los goles de Müller, Klose, Khedira y Kroos calaron hondo. En media hora el resultado estaba 5 a 0. André Schürrle ingresó y anotó un doblete. El 7 a 1 marcó un quiebre. El DT campeón de Corea Japón 2002, Luis Felipe Scolari, terminó abatido. Bernard, Hulk y Fred están lejos de Ronaldinho, Rivaldo y Ronaldo. ¿Crisis generacional?
El vencedor lideró la zona G con siete unidades. Goleada ante Portugal (4-0), empate dificultoso con Ghana (2-2) y victoria ajustada a Estados Unidos (1-0). El camino se complicó en los octavos. Argelia planteó una seria oposición. La llave se resolvió en el tiempo extra gracias al artillero del Chelsea y Mesut Özil. En cuartos llegó el turno de Francia. El cabezazo tempranero de Mats Hummels facilitó las acciones. La pelota parada es su herramienta letal. Los teutones pudieron manejar el trámite y los galos pecaron de tibieza.
Joachim Löw es el sucesor de un proyecto a largo plazo. Asumió en el 2007 y consiguió el tercer puesto en Sudáfrica 2010. Sin embargo, ya ocupó el cargo de ayudante de campo. Su maestro, Jürgen Klinsmann, no priorizó la resistencia física, característica tradicional del futbol alemán. Prefirió optar por el concepto técnico. A partir de Alemania 2006 el estilo cambió.
En contraposición, la serie Argentina-Holanda fue un juego de ajedrez. Los planteles no ofrecieron ventajas. Las situaciones de riesgo no abundaron. Las figuras estelares, Lionel Messi y Arjen Robben, naufragaron en el cerrojo defensivo. El árbitro, Cüneyt Cakir, pitó el final. Louis van Gaal esta vez no puso a Tim Krul, el portero ataja penales. En la definición apareció Sergio Romero que tapó los disparos de Ron Vlaar y Wesley Sneijder. El tanto de la Fiera desató las lágrimas. Luego de 24 años, la albiceleste pudo llegar al partido decisivo.
En el inicio del Mundial, el elenco de Pachorra no demostró una actuación convincente. El debut fue contra Bosnia. El 5-3-2 aisló a los delanteros. El gol de Sead Kolašinac, en propia meta, no provocó el efecto contagio. Hugo Campagnaro y Maximiliano Rodríguez debieron salir en el entretiempo. La situación mejoró en el complemento y la Pulga liquidó las acciones con un autentico golazo. El segundo contrincante fue Irán. Los asiáticos plantearon un esquema compacto. La carencia de ingenio prevaleció y una originalidad del diez destrabó el marcador. Las caras de preocupación reinaron en el público y la prensa. El 4-3-3 no sirvió. Entonces ¿Cuál era el problema?. El cotejo ante Nigeria fue abierto. Ahmed Musadesnudó los problemas de retroceso. Pablo Zabaleta pagó los platos rotos por la punta derecha. Los volantes no lograron cubrir su espalda. Pero la Pulga se destacó con un doblete y la historia concluyó 3 a 2. En la siguiente ronda, Suiza complicó la clasificación. El tanto de Ángel Di María fue una bocanada de alivio. Hasta ese momento se impusieron las individualidades.
El encuentro con Bélgica sentó las bases de la ruptura. El director técnico no perdió tiempo y tomó una decisión fundamental. Colocó a Martín Demichelis y Lucas Biglia en lugar de Federico Fernández y Fernando Gago, los dos cuestionados. ¿En qué aspectos puntuales se refleja la mejoría?. Las líneas del equipo se juntaron. Javier Mascherano, el capitán motivacional, estuvo más acompañado en el centro del mediocampo. Ezequiel Lavezzi y Enzo Pérez colaboraron en la recuperación. La merma física impidió el plan de los cuatro fantásticos. Sergio Agüero y Angelito sufrieron un desgarro en el medio de la competición. No obstante, la estrategia del DT se cristalizó. El ex entrenador de Estudiantes acertó en la convocatoria de sus soldados. El nivel de Chiquito y Marcos Rojo sorprendió a muchos. El arquero respondió con creces. En tanto, el lateral derecho arrasó con sus proyecciones. Según la FIFA registra una velocidad máxima de 31.8 kilómetros por hora.
El domingo se termina la Copa del Mundo. Joachim Löw apuesta al ataque. Alejandro Sabella elige el orden táctico. Chocan dos estilos diferentes. El combinado germano arranca como candidato. Aunque en el fútbol no hay lógica. Enfrente tendrán a otra selección con peso mundialista. El 13 de julio es la fecha crucial. Luego habrá que esperar hasta Rusia 2018.