Por Redacción Marcha
El martes cerca del mediodía se difundió la noticia sobre la aparición de un cuerpo en el Río Chubut. Desde ese momento, decenas de aseveraciones circularon por los medios masivos y redes sociales. En el medio, que no se pierda lo central: Santiago Maldonado, su familia y la responsabilidad del Estado.
Hace dos días que apareció el cuerpo de un hombre en el Río Chubut, en la zona de la Lof de Cushamen, terriotorio Mapuche. La aparición se produjo en un área que ya había sido rastrillada tres veces por orden de la justicia, que actuaba orientada por la hipótesis que buscaba incriminar a los mapuches, en el hecho de la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Un estado de consternación produjo el hallazgo y los medios se ocuparon de llenar de sentido un hecho que aún no tiene ninguna explicación y sobre el que se ciernen infames especulaciones políticas. Más allá de algunos tibios indicios, aún no hay precisiones sobre la identidad del cuerpo, cuya hipótesis se orienta hacia Maldonado. Tal como lo expresó Sergio Maldonado, hermano de Santiago, en la conferencia de prensa, brindada anoche en la ciudad de Esquel: “Hasta no estar cien por ciento seguro, no lo voy a confirmar”.
La desaparición de Santiago Maldonado se produjo el 1º de agosto, en ocasión de un operativo de la Gendarmería Nacional, que ordenó el juez Otranto y a cargo del operativo estuvo Pablo Noceti, jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad y cuya finalidad era desalojar la ruta 40. El caso adquirió diversas resonancias. En primer témino, se inscribió como una desaparición forzada, producto de un hecho que ocurrió en el marco de la represión por parte de las fuerzas del Estado. Desde el momento de su desaparición, las fuerzas de seguridad que dependen del Estado nacional intentaron obstaculizar las investigaciones, negando pruebas, con la complicidad de los funcionarios de gobierno que encubrieron el hecho, cobijados por un tibio accionar judicial, que desamparó a la familia de Santiago y a toda la sociedad que se pronunció masivamente contra el hecho. Tampoco se deben descuidar las motivaciones del reclamo de la comunidad, que se producía hace casi 80 días en territorio Mapuche, que buscan defender sus territorios ancestrales que son detentados por la corporación Benetton, favorecida por las políticas privatistas del gobierno nacional, uno de sus principales aliados. Otro dato para tener en consideración, es el de que no parece nada menor la intervención de Pablo Noceti, ex defensor de genocidas imputados por crímenes de lesa humanidad.
En la tarde de ayer, luego de la sucesión de noticias, que aportaban escasa veracidad y creaban confusión, la familia Maldonado brindó una conferencia, que se realizó en la Universidad Nacional de la Patagonia, en Esquel, y que buscó aportar algo de prudencia, y solicitar el debido respeto de una situación tan dolorosa.
Conferencia de prensa
No hay confirmación alguna de que el cuerpo perteneciera a Santiago Maldonado, más allá de la presencia de objetos personales. Y algo que resulta tan terrible para una familia, debió ser explicado en vivo y con cámaras delante. Porque los medios hegemónicos, las y los periodistas inescrupulosos y las políticas en campaña asedian. Sin embargo (y, como suele suceder con las noticias actuales), sin pruebas ni datos concretos, se afirmó varias veces. Circularon imágenes ofensivas y hubo dichos encontrados.
En ese contexto. la ministra de seguridad, Patricia Bullrich sigue brillando por su ausencia, Claudio Avruj -secretario de derechos (in)humanos- se victimiza, la candidata a diputada nacional, Elisa Carrió, se sobrepasa, o se burla, y pide disculpas; y el Presidente, Mauricio Macri, fue a Montevideo, Uruguay, a participar en la conferencia mundial de enfermedades crónicas no transmisibles (allí estuvo 15 minutos, por reloj, y dijo, como todo legado:“Un cariño para el pueblo uruguayo”). Con todo ese marco fue que habló la familia de Maldonado.
Andrea Antico, cuñada de Santiago, hizo hincapié en la circulación de imágenes y comentarios por redes sociales, que no han tenido respeto con la familia. En ese orden, Sergio Maldonado interpeló al periodismo: “Hay que replantearse la profesión. Somos seres humanos. Si no tienen qué poner, pasen música”. Y agregó que “es muy raro que se haya encontrado allí. Hay que ser muy cuidadoso, hay que esperar”. También lamentó que “durante todo el día tiraron un montón de versiones” y apuntó a los periodistas: “La ansiedad de ustedes no tuvo respeto por nosotros”. “Hay que ponerse un poquito más del lado humano”, solicitó.
Por su parte, Alejandro Incháurregui, perito forense convocado por la familia, explicó que el cuerpo no ha sido peritado por falta de tecnología en la morgue de Esquel y que será trasladado a la Ciudad de Buenos Aires, para ser peritado en la morgue del Poder Judicial de la Nación.
Represión en El Bolsón
Pero mientras tanto, en la localidad de El Bolsón, casi al mismo tiempo que se llevaba adelante la conferencia de prensa de la familia Maldonado, la Gendarmería hacía lo que más sabe (y que bien conocen los pueblos sureños): reprimir.
Ante las confusiones surgidas del caso (recordemos que donde se halló el cuerpo hubo tres rastrillajes previos), un grupo de manifestantes y organizaciones de la ciudad de El Bolsón decidió movilizar y cortar la ruta frente al Escuadrón. El objetivo era reclamar el el esclarecimiento del caso pero sobre todo señalar la responsabilidad del Estado tanto por la represión llevada adelante el 1 de agosto pasado como por el encubrimiento sistemático de todos los poderes. La movilización, que representaba el genuino sentir de los habitantes de la zona, se llevaba a cabo con normalidad, hasta que Gendarmería comenzó a reprimir con gases y balas de goma. Mientras las “empresas” de comunicación seguían armando teorías disparatadas, un puñado de habitantes corría esquivando balas y nadie hacía eco de sus pasos.
Una de las víctimas habló con Marcha y aclaró: “Nos dispararon primero con balas de goma y después tiraban balas contra las chapas”. Además, aseguró: “Nos persiguieron hacia la subida de Piltri mientras nos disparaban”.
Es importante destacar que en en la jornada de ayer se había impulsado una movilización en la Ciudad de Buenos Aires, que fue postergada, a pedido de la familia de Santiago como algunos organismos de DDHH, que solicitaron prudencia ante el caso. En este sentido, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia y diversas organizaciones sociales y políticas convocan a acompañar la ronda de las Madres de Plaza de Mayo a las 15.30 hs para exigir, además del esclarecimiento del caso, la renuncia de Patricia Bullrich.
Gobierno, medios y mentiras
Restarán algunos días más para esclarecer la identidad del cuerpo encontrado. Y sea cual fuere el resultado, será imposible desandar 79 días de ocultamientos, encubrimientos, mentiras y dilaciones. 79 días de dolor y de guerra desigual entre un Estado poderoso contra un pueblo originario que resiste desde hace siglos y una familia desgarrada pero sostenida por miles y miles de personas honestas, solidarias y que buscan la verdad. Seguramente, mucho tiempo más para esclarecer el caso. Pero este punto de inflexión en el que nos encontramos resulta propicio para recordar algunos puntos fundamentales para que no se tergiversen datos concretos.
Santiago desapareció en el marco de una represión de Gendarmería Nacional. Desde allí, se construyeron decenas de historias que abonaban a un supuesto crimen Mapuche, la pelea con puesteros que responden a Benetton, el escape a Chile, los camioneros de Entre Ríos e incluso la inexistencia de Santiago. Estos puntos, sólo algunos de muchos más, fueron sostenidos por todos los medios masivos (empresas de comunicación), abanderados del rating, la mercantilización de la información y especialmente la obsecuencia y complicidad con el gobierno que encabeza Mauricio Macri. O la mentira a sueldo a la orden del día.
Por su parte, el gobierno se vio obligado a apartar a Patricia Bullrich, la principal responsable política del caso, ya que su ineficiencia y contradicciones resultaban cada vez más evidentes. Con ella, el ocultamiento de Noceti, quien estuvo dirigiendo la represión. Junto a ellos, el silencio estampa primero para caer en la verborragia de Carrió, bastión de una política macrista que se sostiene a fuerza de nombres sueltos, exabruptos televisados y contradicciones que no soportan un archivo (serio).
Síntesis
Un batallón de información y noticias circularon en estos casi 80 días, con un alto grado de atomización en las últimas 48 horas. Tal vez lo importante no solo es qué decir, sino de qué manera. Así lo señaló con mucha claridad la familia de Santiago Maldonado.
Es necesario seguir exigiendo hasta el último aliento la aparición con vida de Santiago Maldonado. Debemos seguir pidiendo el esclarecimiento de la desaparición forzada de una persona en una situación de represión de fuerzas de seguridad nacionales. Es responsabilidad de la sociedad seguir denunciando al Estado por su accionar a partir de las fuerzas represivas, así como por el encubrimiento gubernamental. Debemos tomar conciencia de lo que significa la desaparición de una persona en este marco, en democracia, la historia y los 30.000 no deben hacernos olvidar.
Muchas preguntas quedan sin respuestas, aquellas que la justicia -y ya no los medios populares- debe esclarecer.