Por Kike Ferrari. Seis personas entraron por la fuerza a una comisaría en San Jerónimo Sud, Santa Fe, redujeron a los uniformados y luego, disfrazados de policías, asaltaron una sede del Banco Macro de la misma localidad.
El lunes 8 de julio, minutos antes de las 7 de la mañana, en la localidad de San Jerónimo Sud -un pueblo de 3.000 habitantes ubicado a 37 kilómetros de Rosario por la vieja ruta 9, en el departamento San Lorenzo, provincia de Santa Fe- un grupo de seis hombres ingresó a la comisaría de la zona, redujo al personal policial y sustrajo armas y uniformes. Disfrazados de policías aprovecharon el cambio de guardia del banco Macro y se llevaron una cifra cercana a los 300 mil pesos.
Aún no había amanecido -eran las 6. 45 de la mañana- cuando un hombre golpeó la puerta de la comisaría 8ª de San Jeronimo Sud, en Nápoles 348, y pidió el teléfono para avisar que su camión había sufrido un desperfecto mecánico. Pero cuando los policías le abrieron, detrás del supuesto camionero entraron otros cinco hombres de entre 30 y 35 años, armados con pistolas 9 mm., que los encañonaron y los ataron con alambres en una de las oficinas de la seccional.
El comisario Hugo Sánchez señaló que “ya venían vestidos de policías al momento de tomar la comisaría”.
Los delincuentes se apoderaron de otras cuatro pistolas calibre nueve milímetros, una ametralladora FMK3, una escopeta calibre 12.70 y de un patrullero y se dirigieron a la sucursal del Banco Macro ubicada apenas a una cuadra, en Nápoles 256, minutos antes de que ésta abriera (en San Jerónimo los bancos comienzan su atención a las 7.15) y aprovecharon el cambio de guardia.
Uno de ellos, uniformado, bajó de la patrulla y saludó haciendo la venia a la agente que terminaba su turno.
“Vengo a relevarte”, dijo. La mujer policía le franqueó el paso. Minutos después terminaría maniatada en la seccional policial con sus compañeros.
El falso policía les abrió a sus cinco cómplices quienes redujeron sin violencia al personal del banco y se dividieron las tareas entre las cajas de atención al público y el cajero automático.
Con el dinero en su poder, los hombres abandonaron la patrulla y se dieron a la fuga en una camioneta, con rumbo desconocido.
El comisario Daniel Corbellini, jefe de Orden Público dela Unidad Regional XVII del departamento San Lorenzo, explicó: “Después del robo implementamos los mecanismos para el cierre de rutas, más allá de que pueden haber escapado por caminos rurales”. En ese sentido, y pese a lo difícil de la búsqueda, la policía había hallado, en la localidad de Acebal, a 200 kilómetros de San Jerónimo, una camioneta prendida fuego que sería la que usaron los ladrones al retirarse del teatro de operaciones. El vehículo había sido robado de un lavadero en Moreno al 2600, de Rosario, el pasado 6 de julio.
La policía trabaja también sobre los videos de seguridad del banco -ya que los asaltantes actuaron a cara descubierta- y los policías maniatados realizaron reconocimiento fotográfico en la Unidad Regional II.
Aunque en un primer momento se hablaba de menos de 100 mil pesos, un vocero de la Policía de San Lorenzo aclaró que “después del arqueo, los empleados indicaron que había unos 250 mil en el cajero automático y cerca de 50 mil en las cajas chicas”.
En cualquier caso, el comunicado oficial del Banco, firmado por el gerente de relaciones institucionales, Miguel Medrano, dice que aunque Macro “ha puesto a disposición de la Justicia todos los elementos necesarios para la investigación de estos desafortunados hechos” sigue “sin conocerse todavía el monto sustraído”.
Pese a que éste sea el de mayor botín hasta el momento, la modalidad de toma de comisaría y asalto de una entidad bancaria tiene algunos antecedentes, varios de ellos en Santa Fe. Los cuatro más recientes: en 2009, en la localidad santafesina de Zenon Pereyra; en 2006, en Alejo Ledesma, Córdoba; en enero de 2003, en la localidad de Coronel Arnold,40 kilómetros al sur de Rosario y, un año antes, también cerca de Rosario, en la localidad de Los Cardos.