Por Jesica Farias. Mujeres organizadas marcharon por las calles de San Martín, distrito del conurbano bonaerense en el que aumentaron los casos de violencia sexista y femicidios. Exigieron la reglamentación de la Ley 26.485 de protección integral.
“Nos hicimos oír. La gente fue receptiva, paraba y escuchaba. Anduvimos varias cuadras, llegamos a la plaza, cantamos, entregamos folletos, tocamos tambores y cuando volvimos de la marcha no había volantes en el suelo”, evocó Estela Mamani, del Frente de Organizaciones en Lucha San Martín, sobre la caminata en contra de las violencias hacia las mujeres (ver fotogalería) que realizaron el martes 3 en ese distrito, y que fue desde la estación hasta la plaza central.
Consultada por Marcha, Liliana Santibañez, de la Colectiva Las Bartolinas, coincidió con Mamani sobre la recepción de la caminata. “Fue muy interesante porque pudimos visibilizar y sensibilizar sobre la violencia”, comentó. Con pancartas y cantos, quienes participaron de la actividad exigieron la efectiva aplicación de la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. “Está muy bien dictada pero es necesario que haya políticas públicas que la lleven adelante”, expresó.
Las dos militantes impulsan acciones contra las violencias en el Villa Hidalgo, ese barrio de José León Suárez en el que un ladrillazo, seguido de otros, terminó con la vida de Micaela González. El femicida fue su ex pareja, Brian Navarrete, quien fue trasladado desde la Comisaria IV a la Unidad 46 de San Martín sin notificar a la familia querellante. La crueldad abrió el cuerpo de la joven quien, con su niña de 3 años en upa y una gestación de tres meses, fue derribada al primer golpe. No conforme, el violento volvió por más. La remató en el suelo: ella terminó sobre la nena para defenderla. Se fue despavorido, seguido por vecinas y vecinos os que intentaron detenerlo. Cuentan que en la cara se le dibujó una sonrisa y hasta largó carcajadas. Pero ese cascote también abre una realidad: los hogares, muchas veces, se transforman en trampas mortales cuando se trata de nosotras y se vuelven peligrosas más que ‘dulces’.
Hogar inseguro hogar
Según Por Ellas… 5 años de Informes de Femicidios (http://media.wix.com/ugd/71689c_b0a552a3b8db456cb4b5a8e1178cda14.pdf), que fue escrito y editado por el Observatorio Adriana Marisel Zambrano de la asociación civil La Casa del Encuentro, en el periodo 2008-2013 el 63 por ciento de esos crímenes fueron cometidos por un varón que fue o era esposo, compañero, novio o amante de la asesinada. ¿Y todavía se preguntan por qué marchamos?
Luego de una semana de cometido el femicidio de Micaela, y a meses del de Melina Romero, la adolescente asesinada en septiembre pasado cuyo cuerpo apareció en un arroyo en José León Suárez; en Villa Hidalgo incendiaron intencionalmente la casa de Pamela Castelhano. Allí vivía con sus seis hijas e hijos. El que inició el fuego fue Alejandro Laucha Herrera, su pareja. La golpeó y la violencia persiste. Sin techo ni trabajo aun espera la ayuda de Desarrollo Social.
“Micaela y Pamela sufrían situaciones de violencia cotidiana desde larga data y la protección estatal nunca llegó”, denunciaron desde la Campaña Nacional Contra las Violencias hacia las Mujeres, el Centro Cultural Diego Duarte, FOL y Brecha Sindical en COB La Brecha, la Autogestiva de Difusión Feminista Las Rancheras, la Colectiva Feminista Las Bartolinas, Patria Grande San Martín, la Organización Social Ñanderoga, estudiantes de Sociología y Antropología de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y el Movimiento Siembra Socialismo-FPDS, espacios que convocaron a la caminata por San Martín que visibilizó el recrudecimiento de las agresiones en ese distrito. Y que en todo el país dejan como saldo a una mujer muerta cada 30 horas.
Frente a la ausencia del municipio, la presencia de las organizaciones
“Un aparato montado”, así resume Santibañez al accionar de la Municipalidad de San Martín con respecto a las políticas de género. Y grafica, irritada: “Si te acercas, te dicen que hay mesas de diálogo, que hay un 0800 para llamar en caso de violencia pero si te comunicas, o no te atienden o, si lo hacen, te dicen que llames al 911. Igualmente no alcanza con una línea, tiene que haber contención, acompañamiento psicológico, refugios, equipos pero a eso no lo advertimos porque dicen que hacen pero no hacen nada”, remarca.
En ese sentido, la Autogestiva de Difusión Feminista Las Rancheras -de la que también forma parte Santibañez-, lanzó a mediados de enero un alerta de riesgo por los casos de violencia patriarcal registrados en el barrio de Villa Hidalgo. “Esta situación es alarmante ya que no sólo nos afecta directamente a nuestros cuerpos y nuestras vidas sino también lo sufren las niñas, niños y adolescentes que quedan atrapadas en esta red de violencias”, revelaba el escrito en el que exigieron la implementación de las leyes nacionales 26.485 y 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes; así como la provincial 12569 sobre protección contra la violencia familiar. Además, requirieron la urgencia por aplicar los programas de salud sexual y procreación responsable y el de Educación Sexual Integral (ESI) a través de políticas públicas acordes la realidad imperante, esa que duele.
Hay sentimientos que se encuentran. Mientras las políticas públicas se hacen esperar y las violencias persisten; las mujeres, organizadas y sin miedo, avanzan. A paso agitado, sin brazos que cruzar.