Video: Natalia Pollito / Texto: Redacción Marcha / Foto: Marina Carniglia
El jueves pasado se realizó una marcha que dio comienzo en el taller de Páez 2796, donde murieron Rodrigo y Rolando, y siguió hasta el taller Luis Viale (donde en 2006, también por un incendio, murieron 6 personas). Las organizaciones convocantes, CTA, Simbiosis Cultural, UTE, Escuelita La Pampa y miembros de la Cazona de Flores, acompañaron a la familia en su pedido de justicia.
Uno de los oradores fue Esteban Mur, papá de los chicos muertos, quien reclamó al Gobierno de la Ciudad que “abra las puertas a los hermanos costureros, porque ellos quieren trabajar mejor. El gobierno les cierra las puertas para blanquear los talleres con altas cuotas que no les permiten estar en blanco, y por esto hay muchos talleres clandestinos. Por esto se necesita una ley que favorezca a los costureros para que no se los rebaje a unos salarios muy baratos como los que hoy tienen”.
También Juan, de Simbiosis Cultural, tomó la palabra después y desde la asamblea invitaron a no estigmatizar, como hacen los medios masivos desde hace nueve años, luego de las muertes en el taller de la calle Luis Viale. Proponen abrir el taller para empezar a complejizar la situación y poder entender lo que pasa en los talleres y a partir de ahí, “junto con las compañeras y compañeros bolivianos que trabajamos en esos lugares, poder encontrar soluciones para todos. Para salir de la mirada victimista y legalista que lo único que logra es que cuando se cierra un taller se mude a otro lugar. Entender que no es un problema sólo de los bolivianos sino de toda la sociedad. Entender que no es un problema del Gobierno de la Ciudad solamente, sino también del Gobierno nacional y de todas las marcas y de todas las instituciones que están para controlar esas marcas”.
La convocatoria es a la asamblea de los sábados a las 15hs en la Cazona de Flores. “Se nos están muriendo las wawas, algo tenemos que cambiar como colectividad boliviana y como sociedad en general”, cerró Mur.