Por Lucas Villasenin, desde Caracas. Luego de 7 meses sin programa dominical y tras la exitosa recuperación de Chávez, el 2012 arranca con fuerza para la Revolución Bolivariana. La vuelta del programa Aló Presidente trajo el lanzamiento de la Gran Misión Saber y Trabajo.
Luego de bailar con el grupo musical Madera, de comentar las tareas militantes de cara a un año electoral y de referirse al estado de salud de Cristina Fernández de Kirchner, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció oficialmente el surgimiento de otra Gran Misión.
César Cantillo, coordinador del punto de registro en Plaza Bolívar de Caracas, contó a Marcha que la misión Saber y Trabajo es un proyecto donde el mayor interés está puesto en que las personas desocupadas sean capacitadas e ingresen en los proyectos productivos del Estado, en cualquiera de las áreas más urgentes como lo son la agrícola, el sector vivienda y el petrolífero.
Esta misión no solo es importante por la inserción al mundo laboral de una parte importante de la población sino que también construye una forma distinta de pensar el trabajo. “Es muy importante porque una persona que aprende construcción esta ayudando a otros compatriotas”, señaló Cantillo al referirse al rol que cumplirán los nuevos trabajadores. “La gente que vive en refugios sera beneficiada por estos compañeros que están capacitándose para hacer viviendas”, destacó.
Esta iniciativa muestra la perspectiva estratégica de las grandes misiones impulsadas por el gobierno venezolano: perforar el piso de la pobreza extrema y atacar frontalmente aquellos núcleos de exclusión generados por la IV República que aún siguen vigentes.
La inscripción a la Gran Misión Saber y Trabajo comenzó el 14 de enero y se espera la inscripción de cientos de miles de venezolanos en los primeros meses del año. “El proceso ha comenzado exitosamente, han venido muchísimas personas, la cola nunca acaba”, declaró Cantillo.
Esta misión tendrá como objetivo la creación de 3 millones de empleos productivos en los próximos 7 años, dando prioridad a la incorporación al mundo del trabajo a miles de jóvenes que se encuentran en busca de su primer empleo. Los nuevos puestos de trabajo no sólo estarán ligados con la extracción de recursos petrolíferos sino que también se vincularán con la construcción de viviendas y el desarrollo de la agroindustria buscando alcanzar la soberanía alimentaria.
La nueva misión -que se centrará en un principio en la faja petrolífera del Orinoco- buscará la formación y el desarrollo de trabajadores especializados y será llevado adelante en articulación con diversas universidades, casas de estudios y centros de investigación.
La misión Saber y Trabajo no está pensada solamente para la creación de nuevos puestos y para el combate contra la tercerización y la informalidad laboral vigente sino que también está diseñada para pensar en una nueva forma de concebir al trabajo. Los nuevos empleos surgirán de un proceso que se asentará en la organización de los comités de trabajadores, desde una crítica a los fundamentos de la productividad capitalista y haciendo hincapié en la concepción del trabajo como una actividad formativa y transformadora.
En este sentido Cantillo afirmó que “lo que se busca con esta misión es la organización de compañeros que se forjen en los proyectos del pueblo venezolano; se busca que las personas aprendan un oficio, que el pueblo se capaciten para producir sus propios beneficios”.
Durante los últimos 10 años los índices de pobreza y pobreza extrema en Venezuela han descendido casi hasta la mitad, ubicándose en el puesto número tres de países con menor pobreza en Latinoamérica.
Aunque la deuda social continúe, las condiciones de vida de los sectores populares han mejorado a lo largo del proceso bolivariano. Las misiones sociales han jugado un rol protagónico en este crecimiento social. En este sentido es que el gobierno apuesta a intervenir con las recientemente creadas Grandes Misiones sociales, tales como Hijos de Venezuela y Amor Mayor
Lanzadas a fines del 2011, apuestan a asistir a las familias con ingresos menores al salario mínimo y adolescentes embarazadas, así como a garantizar la salud y la inclusión de los adultos mayores.
Estas misiones se suman a la incansable labor llevada adelante por la Gran Misión Vivienda, que funciona desde finales del 2010, para dar respuesta a las miles de familias refugiadas que generaron las lluvias de aquel año. Actualmente son más de 150 mil viviendas construidas y entregadas en el 2011 -siendo una tercera parte de las mismas coordinadas a partir de los Consejos Comunales- y con la proyección de alcanzar la construcción de 200 mil viviendas en el año que está comenzando.