Por Gustavo Fidani Cabana y Matías Figal. El presidente Vladimir Putin declaró como prioritaria la creación de la Unión Económica Euroasiática para el año 2015. Tomando como base el actual acuerdo económico y aduanero entre Bielorrusia, Kazajstán y Rusia, buscarán extenderlo hacia otros países.
A finales del año 2011 Bielorrusia, Kazajstán y Rusia dieron un primer paso firmando un documento para crear la Comisión Económica Eurasiática (CEE). Esto se dio sobre la base de acuerdos económicos y aduaneros (la Unión Aduanera) ya existentes, con la pretensión de realizar una integración con características que recuerdan a la Unión Europea. El presidente de Rusia en aquel entonces, Medveded, señalaba que se buscaba “garantizar la libre circulación de mercancías, capitales y mano de obra en nuestro espacio”, siendo en principio un mercado de aproximadamente 165 millones de personas. Estos tres países desde el año 2012 conforman un Espacio Económico Único (EEU), al que se sumaron Tadjikistán y Kirguizistán.
Putin aboga hace tiempo por una mayor integración entre los países de la Comunidad de Estados Independientes, organización supranacional surgida tras la desintegración de la URSS. En un artículo del año 2011, y de cara a su campaña para las elecciones presidenciales rusas, se refirió al EEU y a los acuerdos aduaneros, afirmando que “no nos paramos en esto y nos proponemos una tarea ambiciosa, pasar al siguiente y mayor nivel de integración, a la Unión Euroasiática”. Ahora, sus recientes declaraciones señalan la prioridad que tal Unión tiene en su proyecto político. En una reunión con miembros del gobierno, declaró la necesidad de “profundizar la integración eurasiática en el marco de la Unión Aduanera y el Espacio Económico Único de Bielorrusia, Kazajstán y Rusia”, y sostuvo que pretende que la Unión Euroasiática se concrete en el 2015.
Económicamente, la CEE parece resistir los embates de la crisis. Según su presidente, Víctor Jristenko, aún en estos tiempos, las economías de la Unión Aduanera han logrado un incremento del producto interno bruto y un crecimiento del 9% de las inversiones. Así, ve como un “proceso natural” la incorporación de nuevos miembros, ya que “resulta obvio que la integración influye positivamente en nuestras economías”.
Cabe señalar que la propuesta de una Unión Euroasiática viene de hace tiempo. Nazarbayev, presidente de Kazajstán desde 1990, la había propuesto a mediados de esa década. Al respecto, Gorbachov, el último presidente de la URSS, escribió en 1994, sobre diversas propuestas de reintegración, que “no se dio un apoyo generalizado ni al restablecimiento puro y simple de la Unión Soviética, ni a la propuesta de Nazarbayev, presidente de Kazajstán, de crear una Unión Euroasiática”. Para él, esto significaba que “la reintegración es necesaria, pero que va a ser un proceso largo”. Finalmente, sostenía que “una reintegración gradual no sólo iría en beneficio de Rusia, sino que resultará ventajosa para todo el mundo. No se trata de intentar reconstruir un imperio”.
Gorbachov se anticipaba a algo inevitable, esto es, que la propuesta de la Unión Euroasiática sea relacionada con la antigua URSS. Al respecto, cuando se creó la CEE, Nazarbayev fue tajante: “¿Cómo se puede hablar de una reencarnación de la URSS? La Unión Soviética existió merced a un sistema administrativo y de mando muy severo, con una absoluta propiedad estatal sobre los medios de producción y la ideología comunista como armazón”.
El mismo Putin, en su citado artículo, también se refirió al tema, sosteniendo que “no se trata de recrear la URSS de una u otra forma”. Tampoco parece ser la intención posicionarse como rival de la Unión Europea.”Un sistema de asociación entre la Unión Euroasiática y la UE equilibrado y económicamente lógico permitirá crear condiciones reales para los cambios de configuración geopolíticos y geoeconómicos de todo el continente y tendría sin duda un efecto global positivo”.
Así las cosas, parece que el camino para el surgimiento de un nuevo bloque de integración económica esta trazado, con la clara intención de sumar a más países de la región, y teniendo a Rusia como punta de lanza para el fortalecimiento del mercado regional.