Por Gonzalo Zapata. Docentes, alumnos y padres de asistentes al Centro de Formación Laboral Nº 1 de ese distrito reclaman desde mediados de octubre un lugar apropiado para la educación de doscientos matriculados.
De espaldas a las vías del ferrocarril Roca, varios edificios de departamentos ganan espacio entre construcciones bajas, comercios, una escuela de idiomas y la delegación municipal del Colegio de Escribanos de la Provincia. En la vereda de enfrente, la sobriedad de las casonas de estilo más antiguo se llena de vida en las puertas del Centro de Formación Laboral Nº 1, que resiste y funciona a pesar del deterioro de la construcción que lo alberga y la indiferencia de quienes deben brindarle condiciones adecuadas. La vida dice ahora presente en la vereda, saluda a transeúntes y automovilistas desde hace dos semanas.
El primer “ruidazo” convocado por docentes y padres de los estudiantes se traduce en un micrófono abierto. Músicos suman su arte al reclamo y una murga formada por chicos y chicas del Centro de educación especial, que amenizan la tarde de viernes a la concurrencia que ocupa media calzada de la avenida Meeks al 400, en Lomas de Zamora. Los carteles escritos a mano alertan sobre el problema de fondo: la falta de mantenimiento de la casona donde funciona la escuela, pone en peligro cada día a doscientos estudiantescon capacidades diferentes o, como se las nombra por convención, discapacidades. Tras el descuido estatal y la propuesta de traslado por parte del gobierno bonaerense, se sospechan intereses inmobiliarios.
“Los chicos son discapacitados. Ustedes los políticos tienen una incapacidad, no discapacidad, porque hay una gran diferencia. Tienen una incapacidad que nuestros hijos no tienen. Nuestros hijos desean con todas sus energías vivir y estar presentes, por más que no puedan subir una escalera, por más que sean hipoacúsicos, por más que sean autistas”, sentenció Fabio Quinteros desde el micrófono. Además agregó: “Ellos reclaman constantemente que cuiden la vida de manera sencilla y de modo presente. Ellos sienten la vida de modo presente; ustedes están ausentes. Ustedes, funcionarios y políticos, son incapaces de estar presentes”. Fabio es uno de tantos padres que junto a estudiantes y docentes ocupan la escuela desde mediados de octubre, para captar la atención de las autoridades competentes.
La construcción donde funciona el CFL Nº 1 es de propiedad privada, y el conflicto se agrava a partir de que, según indican desde la escuela, la Dirección General de Cultura y Educación lomense adeuda varios meses de alquiler del inmueble. Tras movilizarse al Municipio y el Consejo Escolar local, docentes y padres lograron una reunión con Claudio Denegri, director de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires. El funcionario ofreció trasladar el Centro a las instalaciones de la Escuela Media N°2 de Llavallol, propuesta que fue rechazada por los damnificados, en virtud de los problemas de movilidad que implicaría el cambio para los asistentes. La contrapropuesta es el traslado a un inmueble del ex Instituto Modelo Saint próximo a la estación de Temperley, actualmente abandonado y deteriorado, a la espera de que se haga efectiva su expropiación.
“Queremos el edificio propio para nuestros hijos, y no es un capricho como dicen. Sabemos que hay una ley de expropiación y queremos el ex instituto Modelo Saint”, sostiene María Martínez, otra de las madres del CFL, que desde hace 19 días se turna con padres, madres y docentes para que haya presencia continua en las inmediaciones de la entidad. María remarca en sus palabras la falta de compromiso de las autoridades educativas involucradas: “En estos días de lucha, nunca vino a dar la cara ni una respuesta la presidenta del Consejo Escolar de Lomas de Zamora, ‘Branqui’ (María de los Angeles Kosinovich)”.
“Quien vino a ‘mantenernos en la rueda del hámster’ durante estos 16 días, fue la jefa regional, Silvia Martínez (Inspectora Jefa de la Región 2). También vino nuestra jefa distrital, María Rosa Membrana…”, destacó Martínez, quien además denunció: “En una reunión que tuvimos le dije que cuando mi hijo pasa por esta puerta corre el riesgo de que se caiga, de que se quiebre, de golpearse la cabeza o patinarse en el baño. Y la señora Membrana me dijo a mí y a todos los presentes que todo padre que envía su hijo a una escuela estatal sabe a lo que se atiene”.
La concurrencia corea un insulto mientras María descansa la voz unos segundos, para retomar: “El día de hoy vinieron otras nuevas figuritas, asesores de La Plata, a pedir una vez más nombre, apellido, dirección y matrícula de nuestros hijos ‘inexistentes’, porque ellos dicen que no hay doscientas matrículas acá, que nuestros hijos no entran todos los días en esta escuela”.
Mientras el acto se desconcentra y se anuncia una nueva convocatoria para esta semana, María agradece y comienza a cantar con voz entrecortada, visiblemente emocionada: “Creo en ti y en este amor, que me ha vuelto indestructible, que detuvo mi caída libre…” . Madres, padres y familiares de personas con capacidades diferentes, al menos, la entienden: la presencia y el cuidado se vuelve lucha en casos de discriminación y vulneración de derechos, sin dudarlo.
La concentración finaliza con un llamado de otra concurrente. “Recuerden que solos no podemos, y si cae uno caemos todos y todas. La semana que viene seguramente vamos a volver a convocarnos, porque la idea es empezar a hacer ruido. Todo tipo de propuesta es bienvenida, ayúdennos a pensar, porque a veces se nos agotan las ideas. Muchísimas gracias, aplausos a todos y gracias por la fuerza”, finalizó María.