Por Ricardo Frascara. El cronista apela a la figura entrañable de Dante Panzeri, con quien trabajó en los ’50, para destacar la importancia de las campañas periodísticas a partir de aquel ejemplo eficaz, salvando la distancia de tiempo y de personalidad respecto de aquel gran luchador con la máquina de escribir como arma.
Mientras el editor de esta sección me deje un resquicio para entrar, yo seguiré con mi campaña individual pro selección sin “extranjeros”. Excepto Lionel Messi, es claro. Esos “extranjeros” brotados de estadios, canchitas y potreros criollos han aportado sangre nueva de ADN pasional a los campos europeos. Los adoro a todos ellos… pero no los quiero acá. No hago cuestión de nacionalismo, ni de vende o compra patria. Mi cuestionamiento está unido a la radicación de un futbolista. Los que están allá, son de allá. Los de acá, están aquí, entre nosotros, los vemos todos los domingos, los aplaudimos y los rechiflamos porque los consideramos totalmente nuestros. Yo sé que innovar en la AFA puede ser casi tan difícil como hacerlo en el Vaticano. Pero todo es cuestión de empeño, como está demostrado, y yo estoy empeñado hasta la manija. Y creo –aunque un ex jefe mío, Alberto Laya, solía decirnos que “el que cree es un boludo”- que si realmente queremos tener un seleccionado que nos represente en el nivel que deseamos en el próximo Mundial de Rusia, el Tata Martino cuenta con cantidad de material humano joven, como para armar progresivamente un team nuestro, no de prestado. Porque a los actuales titulares con la casaca celeste y blanca, nos los prestan sus respectivos clubes. En el dorso de cada uno de ellos, tapado calculadamente por el número, tienen un sello que dice: “ROMPE PAGA”. Y, por supuesto, el jugador eso lo lleva grabado en el alma. Para muestra basta un botón. En La Nación del lunes Claudio Mauri escribió: “A diferencia de sus claroscuros en el seleccionado, Agüero brilla en Manchester City”. Y es así nomás.
Voy a dar un ejemplo de lo que puede lograr una campaña periodística. Para ello recurro a un ícono de la crítica, venerado en esta sección, Dante Panzeri. Gran admiración me produjo una innovación que produjo Dante en la presentación de los equipos de fútbol en la cancha. Fue una larga campaña que desarrolló personalmente en El Gráfico. Consiguió transformar la impronta de potrero que arrastraban las clásicas fotografías de los equipos, en las que los futbolistas se perdían enmedio de una nube de asistentes, chicos, colados y vagos, hasta lograr una formación digna de un espectáculo profesional, como él exponía. Durante meses, no puedo medir el tiempo, fue horadando la piedra populachera y de a poco llegó el día en que las fotos presentaban equipos irreprochables, integrados solamente por los jugadores. Para arribar a esa meta, cada semana fue editando las fotos de aquellos conglomerados y con círculos rojos que trazaba con el pulso firme de un verdugo, marcaba la presencia de entrenadores, kinesiólogos, utileros, enrostrándoles su presencia en la toma. “¡¿Qué hacen estos señores aquí?!”, bramaba Dante en los epígrafes. Y como las hojas de otoño, todos fueron cayendo. Los protagonistas… sólo los jugadores. Así sigue siendo hoy.
Entonces digo, mirando al futuro, terminemos con la discusión sobre si el Tata lo cita a al Apache Tévez o no, si la delantera es con un atacante o tres. Y como el movimiento se demuestra andando, yo empiezo a poner nombres a consideración de Don Tata, para demostrar que a la suerte hay que buscarla. De largada, sin escarbar demasiado, encontré 22 candidatos (*) para ir trabajando la masa de un gran equipo con la meta de conquistar Rusia dentro de cuatro años. Ninguno de ellos es decisivo, pero estoy seguro de que tienen el fútbol y el ansia como para bordarle una capa de lujo al astro rutilante de Lionel Messi. El DT Martino tiene siete fechas del campeonato por delante para enfocar su microscopio y determinar valores de acuerdo con su gusto. Lo más importante es tomar la decisión de hacerlo. Después, trabajar continuado durante cuatro años.
(*) Nahuel Guzmán (28), arquero de Newell’s (con plena confianza del Tata); Diego Rodríguez (25), arquero de Independiente; Emanuel Mas (25), defensor de San Lorenzo; Emanuel Insúa (23), defensor de Boca; Federico Mancuello (25); volante de Independiente; Marcos Acuña (23), volante de Racing; Leandro Marín (22), defensor de Boca; Juan Cavallaro (20), volante de San Lorenzo; Lucas Romero (20), volante de Vélez; Leonardo Rolón (19), volante de Vélez; Adrián Centurión (21), volante de Racing; Erik Godoy (21), defensor de Tigre; Kevin Itabel (21), volante de Tigre; Marcelo Meli (22), volante de Boca; Ignacio Fernández (24), volante de Gimnasia; Milton Caraglio (25), delantero de Vélez; Guido Carrillo (23), delantero de Estudiantes; Gustavo Bou (24), delantero de Racing: Héctor Villalba (20), delantero de San Lorenzo; Ramiro Funes Mori (23), defensor de River; Matías Kraneviter (21), volante de River; Lucas Boyé (18), delantero de River.