El padre del sistema operativo GNU/Linux visitó nuevamente la Argentina. Es reconocido por haber fundado el movimiento Software Libre, con programas que respetan la libertad y la comunidad de sus usuarios.
De visita en la Argentina, Richard Stallman dio conferencias sobre la necesidad político-social y los fundamentos éticos del Software Libre en el Centro Cultural de la Cooperación, en la Facultad de Cs. Sociales de la UBA y en la Facultad de Informática de la UNLP. Esta vez también visitó el interior del país, y fue recibido en la Universidad Nacional de Tucumán y en la Universidad Tecnológica Nacional de Mendoza.
La filosofía del movimiento Software Libre se basa en el derecho a compartir el conocimiento, proponiendo un modelo alternativo de desarrollo y distribución de manera justa. Nació en la década del ’70 en respuesta al modelo de software privativo impulsado por las empresas de informática. Considera injustos a los programas privativos que usamos diariamente en computadoras y celulares, porque son propiedad de su autor y priva de libertad a los usuarios.
Para Stallman existen dos posibilidades: o los/as usuarios/as tienen el control del programa o el programa tiene el control sobre ellos/as. Declaró que “solo cuando tenemos el control del programa, éste respeta nuestra libertad”. Recomienda usar programas libres que cumplan cuatro libertades: “la libertad de ejecutar el programa como queremos y para cualquier fin, la libertad de estudiar su código fuente y poder cambiarlo para que realice lo que deseamos, la libertad de hacer copias exactas del programa para regalarlas o venderlas, y de hacer copias cambiadas para los mismos fines”. Las primeras permiten el control individual a cada usuario/a y las últimas el control colectivo a la comunidad, donde participan no programadores/as.
En su visita reciente, esta voz autorizada hizo declaraciones que alimentan los recelos y la desconfianza sobre la tecnología e internet. Aunque suele parecer excéntrico, vive acorde a su pensamiento: no usa celulares Smartphone porque funcionan con software privativo, pero además, según su lectura se pueden escuchar las conversaciones a su alrededor, transmitirlas y seguir nuestros movimientos. De la misma forma, rechaza los procesadores Intel porque tendrían una puerta trasera por donde la empresa puede acceder. Se trataría de un procesador secundario que sigue encendido aunque el procesador primario esté apagado.
Richard Stallman es un ferviente detractor de las redes sociales porque exigen usar software privativo. Calificó a Facebook como un monstruo de husmeo y seguimiento con tres tentáculos (Facebook, Instagram y WhatsApp) que “no tiene usuarios sino usados”. En su reflexión sobre el escándalo de Facebook y Cambridge Analytica, aseguró que “cualquier base de datos personales siempre será abusada por alguien”. Resulta indistinto si es por empresas como Facebook y Cambridge, por empleados, por ladrones de datos o por el mismo Estado.
“En mi país (Estados Unidos) hay una ley horriblemente injusta. El FBI puede tomar una copia de casi cualquier base de datos personales sin siquiera orden de un tribunal. Han salteado la protección fundamental de nuestra constitución”, y advirtió que el gobierno argentino pretende impulsar una ley similar.
Como solución para mantener nuestra privacidad, propone una filosofía que cambie a los sistemas informáticos, para evitar la acumulación de bases de datos personales que hacen las empresas y estados. Cree necesaria una legislación para prohibirlas porque son abusos que perjudican la libertad y la democracia. “En nombre de la seguridad, los estados dicen que van a seguirnos y espiarnos. Pero eso no es seguridad, es preparación para la represión. La seguridad que necesitamos es contra la tiranía y la represión del Estado”.
Como ejemplo, mencionó al sistema SIBIOS de huellas digitales que funciona en Ezeiza y Buquebus. Para evitarlo se vio obligado a ingresar por tierra a la Argentina porque “es injusto tomar las huellas digitales a las personas, es tratarlas como criminales”. De la misma manera, opinó sobre las lectoras de patentes de autos en la Ciudad de Buenos Aires: “significa tratar a todos como sospechosos sin justificación, sin orden de un juez y va en contra de los derechos humanos”.
Consultado por el voto electrónico que pretende la reforma del sistema electoral, entiende que la boleta electrónica es un disfraz, porque lo malo es que la maquina sea quien cuente los votos. “Con el voto electrónico siempre hay alguien en posición de cambiar los totales de la máquina, o cambiar al programa para que falsifique los totales. En la computadora un fraude de cualquier tamaño es indetectable, es igual que sea un voto o mil”.
Por otro lado, aconsejó no depender de servicios on-line, como la nube, porque sería confiar nuestra actividad informática al servidor de otro y caer en su poder. “La única nube que existe es la que está nublando la mente de los/as usuarios/as. Es un término para distraer y hacer confiar ciegamente como un imbécil. Lo que existe es el Internet que está en muchas computadoras, cada una con diferentes dueños, en distintos países y bajo diferentes leyes. Disponen de nuestros datos y nosotros desconocemos qué pueden hacer con ellos”.
El programador también rechaza usar otros servicios y aplicaciones populares, como Netflix y Spotify porque demandan ejecutar programas privativos y exigen que el usuario se identifique para pagar, acabando con nuestra privacidad. Considera aún más grave, el hecho que espíen al usuario/a y construyan un historial sobre cada uno/a. La misma situación se da con Uber, que hace un historial de nuestros movimientos, y con las tarjetas SUBE, que recomienda intercambiar de vez en cuando para que el Estando no conozca nuestros recorridos.
A pesar de considerarse a sí mismo un pesimista con respecto al futuro y la tecnología, Stallman no se rinde. Hace casi cuatro décadas fomenta en todo el mundo la migración al Software Libre para que existan sociedades libres.