Por Redacción Marcha / Fotos por Natalia Saá
Para repudiar la represión de la policía bonaerense en el Encuentro Nacional de Mujeres en Mar del Plata y denunciar la violencia machista y sus complicidades políticas se realizó una radio abierta y festival frente a la casa de la provincia de Buenos Aires en CABA. Las consignas, rescatar a las mujeres luchadoras del accionar de los violentos. Diana Sacayán presente.
Alrededor de 300 personas se concentraron al ritmo de la música para repudiar la represión de la policía bonaerense a las mujeres y el feminismo organizado al finalizar uno de los recorridos de la marcha del domingo 11 de octubre con la que culminó el 30 Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) en Mar del Plata.
Bajo la consigna “No a la represión al ENM. Scioli, Macri y la Iglesia son responsables”, al ritmo de tambores, de Karen Pastrana de Actitud María Marta y Sara Hebe, y con la conducción de Claudia Korol, una multiplicidad representativa del movimiento de mujeres que durante los días 10, 11 y 12 de octubre se encontraron para el 30 ENM, repudió, de frente a una custodiada casa de la provincia de Buenos Aires en CABA, la represión policial señalando además las responsabilidades políticas por la violencia institucional ejercida contra mujeres, niñas y niños.
Tres detenciones ilegales, disparos a los cuerpos de balas de goma y gases lacrimógenos, personas de civil armadas, ensayos de cacería y la catedral de Mar del Plata que funcionó como centro de operaciones y comisaría fueron algunas de las violentas acciones que se perpetraron el pasado 11 de octubre y que fueron denunciadas desde el escenario de la concentración.
Evidenciar una alianza más que clara
Desde el escenario se leyó el comunicado de repudio, consensuado por las organizaciones convocantes. En él se mencionó la complicidad de los poderes opresores en la perpetuación de las violencias machistas. “Las situaciones de violencia no son la acción de un machista aislado o “loco” que no tolera las conquistas de nuestros derechos, sino que son producto de este sistema que reproduce las violencias desde sus instituciones que moldean, marcan y sancionan nuestros cuerpos y reivindicaciones en nombre de la santísima trinidad del Estado, la Iglesia y la Policía”, sostuvieron.
Para quienes organizaron el festival, la policía y los grupos parapoliciales no actuaron sin órdenes y “una represión no se gesta y produce sin el aval político de las altas esferas”, señalando lo que se quiere callar, que “Scioli (gobernador de la provincia) y Pulti (intendente de Gral. Pueyrredón), son responsables. Pampillón (neonazi presente en las escalinatas de la catedral) y Arroyo (candidato a intendente de Gral. Pueyrredón), son responsables”. “La alianza está más que clara y no dejaremos de repetirla: la conforman la Iglesia, sus grupos de choque vinculados al frente de Macri y la policía que responde a Scioli, unidos para enfrentar al movimiento de mujeres, trans, travestis, lesbianas y bisexuales”, señalaron.
El festival arrancó con ritmo de tambores, y le siguió Karen Pastrana, integrante del grupo de hip hop Actitud María Marta, quien sostuvo desde el escenario que “el amor de las que resisten no se agota” e instó desde las letras de las canciones elegidas a seguir “escrachando asesinos, protestando y no callando”. Por su parte, la artista siempre comprometida con la causa antirrepresiva, Sara Hebe, brindó su energía y entre canción y canción la agitación dirigida que se transformó en grito generalizado: “yuta, compadre…”. Al terminar su intervención, quienes se congregaron para repudiar las violencias, corearon “nunca seré policía, de provincia ni de capital”.
Represión, ¿y después?
La cobertura del episodio de la represión fue escasa de parte de los medios hegemónicos, que hasta llegaron a justificar las balas de goma de la policía y civiles contra las mujeres; por lo tanto, la violencia institucional no fue repudiada por el grueso de la sociedad, que fue desinformada y envuelta en falsos debates o en la construcción de estereotipos o ficciones dignas de dicotomías como “civilización y barbarie”.
En contrario a como se había informado inmediatamente después de la represión, los efectivos de la bonaerense que habían actuado de civil frente a la catedral de Mar del Plata, no fueron desafectados sino que Asuntos Internos inició un sumario administrativo para una investigación. La decisión de dar marcha atrás en la desafectación de dos policías de la comisaría primera de Mar del Plata, un inspector y un sargento, respondió al rechazo dentro de la bonaerense. Y claro, a que ningún responsable político se pronunciara en repudio a la represión contra las mujeres organizadas.
Diana Sacayán, ¡presente!
En las miradas y en los cuerpos de muchas el encuentro y los abrazos. Una luchadora que (nos) falta y a quien se rindió sentido homenaje cada vez que se sintió durante el festival realizado ayer frente a la casa de la provincia de Buenos Aires. En los diálogos, el repaso detallado de los días en que nos reprimieron y asesinaron a todxs. A la represión de la policía en el 30 ENM, le siguió la noticia del asesinato de Diana Sacayán, comunicadora y activista travesti, corazón de una alegre rebeldía feminista que (nos) une.
Fueron varios los pasajes en los que, desde arriba y abajo del escenario del festival, desde las artistas y desde las activistas, en nombre de su lucha y la de todas las invisibles víctimas de la violencia macho- fascista y del homolesbobitrans-odio, se gritó efusivamente, “Diana Sacayán presente, ¡ahora y siempre!”. Y en cada eco, el nudo en la garganta. Porque en Argentina sigue habiendo una muerta cada 30 horas producto de los femicidios es que la recordamos, porque en ella vivirá la resistencia y la fuerza para la organizaión de las luchadoras para la liberación de cada día.
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